Una camioneta se cruzó y terminó con su vida: la familia de Lautaro Meglio pide Justicia

Lautaro Meglio se levantó en la madrugada del 1° de febrero, como cada día, para ir a trabajar. Se subió a su moto en la que se conducía por avenida Zanni hacia el sur con destino a su lugar de trabajo, el frigorífico Alberdi de Oro Verde. Por la misma avenida, pero en sentido contrario, circulaba una camioneta Toyota Hilux. Su conductora, Shirley Pesoa, dobló a la izquierda hacia calle Juan Manuel Blanes. Se cruzó en el trayecto de la moto y se produjo la colisión. Lautaro quedó muy herido y unas horas después falleció en el hospital San Martín. Tenía 24 años.

Su familia está destrozada y pide Justicia, según contaron a ANÁLISIS. Antes que nada, necesitan saber qué pasó, cómo ocurrió que en un instante se llevaron la vida de un hijo, un hermano. La causa se tramita en la Fiscalía, se realizaron las pericias accidentológicas y de laboratorio.

La maniobra imprudente fue de la conductora: el giro a la izquierda cruzando el carril contrario es siempre responsabilidad de la persona que realiza este movimiento. La prioridad la tiene quien circula por el carril contrario. La regla es detenerse, encender la luz de giro y avanzar cuando el camino esté despejado de cualquier otro vehículo o peatón.

Ahora, en la causa, con todos los elementos, se tratará de establecer el nivel de imprudencia y responsabilidad que le cabe a Pesoa.

Avenida Zanni es muy transitada no sólo durante el día, sino incluso antes de las 4.30 de la mañana, cuando ocurrió el siniestro vial (4.10, precisamente), porque hay mucha gente que va a trabajar a los frigoríficos de Oro Verde o desde esta localidad hacia Paraná. Pero la esquina con Medus, como muchas otras, carece de semáforo.

La familia de Lautaro está pendiente del transcurso de la causa penal por Homicidio culposo. Al tiempo que difunden el pedido de colaboración a quienes puedan haber visto el momento de la tragedia, o al menos instantes previos o posteriores. Todo puede ayudar a esclarecer el hecho y a que los padres y el hermano de Lautaro puedan saber qué pasó, que es lo primero que necesitan ahora.

“Necesitamos entender qué pasó”, subrayan. Luego llegará el momento de la Justicia para imponer las sanciones que correspondan.

Algún testigo que hoy quiera o pueda aportar algo, se puede acercar a la comisaría 15° ubicada en calle Newbery y Gonzalo de Berceo.

Afirman que el joven era prudente para conducir, que su moto estaba en óptimas condiciones y que, si la conductora de la camioneta hubiera puesto el guiño, él hubiese frenado. Pero, contaron, no había ni una huella de frenada sobre el asfalto.

Lautaro, recuerda su familia, amaba la música, los autos, las motos y su cachorro. Era deportista y tenía el sueño de ser papá, conformar una familia. Todo se terminó aquella madrugada, hace 10 días. Solo la verdad y la Justicia llevará algo de paz a sus seres queridos.

Fuente: analisisdigital



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *