Concepción del Uruguay: El adiós a Aníbal Gallay

Este sábado falleció el periodista, escritor y profesor de historia Aníbal Gallay, integrante de la cooperativa El Miércoles. Tuvo una larga y valiosa trayectoria enalteciendo el oficio docente en Formosa, adonde se radicó al poco de graduarse. Aníbal continuaba activo en el oficio que lo apasionaba, el periodismo, donde configuró una destacada labor a lo largo de medio siglo.

Aníbal Rubén Gallay había nacido en Villa Elisa el 7 de diciembre de 1952. Era licenciado en Periodismo, graduado en la Universidad Nacional de La Plata; y profesor de Historia egresado de los cursos del Profesorado de la Escuela Normal de Concepción del Uruguay.

Aníbal rindió su última materia de Periodismo días antes del golpe militar que inició la dictadura en 1976. Por esa razón recuperó su título muchos años después. Como tantos otros “exiliados internos” durante esos años, Aníbal anduvo por distintos lugares. Entre otros, vivió y ejerció el periodismo en Neuquén, aun sin su título universitario. Pero él no necesitaba un título que dijera que era periodista: la pasión por el oficio más hermoso del mundo (según García Márquez) corría por sus venas.

De regreso en Concepción del Uruguay ejerció el periodismo en los diarios La Calle y luego en Sucesos, donde en 1978 junto a dos compañeros de ideales, Rubén Bourlot y Rubén Bitz, protagonizó la aventura de hacer un diario distinto. Sucesos tuvo una vida breve pero fulgurante y mostró una forma diferente, novedosa, comprometida de hacer periodismo en la ciudad histórica. Y ciertamente riesgosa para aquellos tiempos. El editor de ese diario era Rafael Almeyra, para quien Aníbal Gallay colaboró en muchas otras publicaciones señeras por aquellos años: Información Agraria, Fe Cooperativa, La Costera, La Gráfica Zonal.

En Concepción del Uruguay decidió estudiar para esa otra pasión que era la historia, y a poco de egresar como profesor, se instaló en la provincia de Formosa donde ejerció la docencia por tres décadas. Se jubiló como director de la escuela secundaria de Estanislao del Campo de aquella provincia. Vivió en Córdoba y unos años después regresó a su amada Entre Ríos, para radicarse otra vez en Concepción del Uruguay.

Firmando el libro de Actas, en la asamblea general de la Cooperativa El Miércoles, en mayo de 2022.

Como periodista colaboró en El Sol de Concordia; El Nuevo Diario y El Comercial de Formosa y en la revista Panza Verde, que dirige hasta hoy en Concordia su amigo y compañero Rubén Bitz. Con Bitz también creó como guionista la historieta “El pato Sirirí”, que se publicó como tira en Sucesos y años después en Panza Verde. Colaboró con El Miércoles desde varios años antes de regresar a la ciudad, y cuando se afincó en La Histórica se asoció a la Cooperativa El Miércoles Comunicación y Cultura Limitada, para orgullo de sus integrantes, para quienes Aníbal era una referencia ética y periodística.

Tiene cerca de 160 artículos publicados en El Miércoles. El primero de ellos fue el 29 de enero de 2014 y se tituló “Todo está como era entonces…o algo peor”  y el último «Pecados y delitos», subido el 10 de febrero de 2023. Sus colaboraciones empezaron incluso mucho antes de sumarse formalmente a la Cooperativa, mientras residía en Córdoba.

Cuando se asoció a nuestra Cooperativa empezó a participar activamente con más notas, en las reuniones de la sección Redacción, las asambleas anuales y actividades culturales que se impulsaban. Sus valiosos textos están disponibles haciendo click aquí, para quienes aún no lo descubrieron. Allí se puede apreciar su estilo: directo, con lenguaje simple y claro, donde describía situaciones con austeridad y objetividad, y donde opinaba con sólidos fundamentos, porque justamente sus textos tenían esa premisa esencial subyacente: hay que dar razones de todo, hay que pedir razones de todo. Aníbal con su original forma de hacer periodismo, deshacía todo “argumento de autoridad”, ejercía el pensamiento crítico y lo hacía como si en todo momento recordara el consejo de Aristóteles: “Pensar como piensan los sabios, pero hablar con las palabras de la gente sencilla”. Ese centenar y medio de columnas en El Miércoles son, sin duda, una pequeña escuela de buen periodismo.

Aníbal escribía e investigaba. Además de la pasión por la historia y el periodismo, lo social y lo político eran sus temas de siempre. La justicia social, la igualdad, los derechos de las personas, lo legal y lo ético, eran asuntos que siempre tenían en él un batallador conceptual incansable. Pero todo lo atraía: temas de cultura, de religión, de ciencias sociales… Todo eso se aprecia en sus columnas, que quedarán como legado para nuevas generaciones. Tenía algunas publicaciones preparadas que no alcanzó a concretar. Su última colaboración en libro fue uno de los artículos que integran “Francisco Ramírez, ¿héroe o traidor?”, editado en 2021 por cooperativa El Miércoles con la Junta Abya Yala de los Pueblos Libres. También colaboró con la edición de las «Historias (casi) desconocidas de Concepción del Uruguay», Tomo 2, editado a comienzos de 2022.

En la presentación del libro «Historias Casi Desconocidas de Concepción del Uruguay 2», en febrero del año pasado. En el museo Delio Panizza.

El sacerdote que no fue

Aníbal quiso abrazar la vocación espiritual de sacerdote, pero sus ideas progresistas inspiradas en el Segundo Concilio Vaticano y el movimiento de curas tercermundistas le valió la expulsión del seminario a él y un grupo de seminaristas, durante sus estudios en Rosario, provincia de Santa Fe. Continúo teniendo una mirada humanista y reivindicando los principios de la justicia social.

Despedidas

Mario Lovisa trabajó con Aníbal en Sucesos: “A Aníbal lo conocí cuando éramos muy jóvenes, fue muy puntilloso en las investigaciones, no eran épocas fáciles por la dictadura militar. Él siempre iba tirando tips de notas para hacer, porque primero fue semanario y luego diario, no era fácil trabajar con las técnicas que había en ese tiempo. Tengo la imagen de un hombre que siempre fue muy serio en todo lo que investigó, después dejamos de vernos durante años hasta que lo encontré hace ya un tiempo en la ciudad. Yo leía siempre sus columnas, siempre con seriedad y datos precisos”.

Rubén Bourlot, amigo, colega y compañero de sueños, lo despidió de este modo:

“Aníbal Gallay acaba de dejarnos. Es triste decirlo pero nos queda el consuelo de que nunca nos dejará del todo. Seguro que imprimió marcas indelebles en quienes lo conocieron. Seguro que va a trascender mucho más allá de lo que le permitió su cuerpo físico. Porque estuvo involucrado en tareas que hacen trascender a las personas: la docencia y el periodismo. Seguro que las generaciones de alumnos y alumnas seguirán llevando parte de su legado. Y su paso por el periodismo multiplicará su voz que seguirá retumbando como un lejano eco. Si bien éramos primos segundo no tuvimos un vínculo familiar y nos encontramos cuando nos unió una misma pasión: el periodismo. Allá por 1978 cuando estaba en ciernes la creación de un diario en Concepción del Uruguay, que se concretó al año siguiente y circuló poco menos de un año pero fue una experiencia intensa. Luego ambos rumbeamos hacia la historia y la docencia. Aunque el periodismo nunca nos abandonó porque de esa sana adicción nunca se sale. Solo me resta mis condolencias a sus familiares. Ya las palabras sobran”.

Con Rubén Bitz, Aníbal compartió andanzas incluso hasta hoy: era jefe de redacción de EntreGuay, la publicación binacional impulsada por Bitz desde Concordia. Al saber de la triste noticia, Bitz le dedicó las siguientes palabras:

“Un amigazo de añares, nos conocimos en los inicios del diario Sucesos de Concepción del Uruguay, al comienzo de la última dictadura militar en nuestro país. Aníbal era jefe de redacción y en mi caso diagramaba y tenía una página semanal de humor, en dicho medio creamos con guión de Aníbal la tira diaria homorística ‘El Pato Sirirí’. Hace un par de años le comenté la idea de crear la revista birregional EntreGuay, lo entusiasmé para integrarla como jefe de redacción, junto a la uruguaya Olga Traba, y ahí nomás el maestro se prendió. Hace un tiempo me visitó en la redacción junto a un amigo y hace poco charlamos por celular y quedó en repetir la visita. Sabía que andaba con problemas de salud y la estaba peleando. Qué triste pérdida de un gran amigo y admirado Maestro. ¡En paz descanses entrañable Aníbal, abrazos a familiares, amigos y colegas que también lo querían y admiraban!”

Aníbal Gallay tuvo tres hijos, Santiago, Pablo y Juan. Ellos y su hermana Edita estuvieron a su lado en estas últimas semanas, en que sus problemas de salud se agravaron. El último adiós a Aníbal será este lunes 10 de abril, en que sus restos serán cremados, tal como era su voluntad, en el crematorio de Cochería Scolamieri, ubicado en el Jardín de Paz en Ruta Prov. 39 Km. 141.

Quienes integramos la cooperativa El Miércoles saludamos y abrazamos a sus familiares, a sus amistades que lo amaron y disfrutaron, y hacemos presente nuestra admiración y afecto interminable a nuestro compañero Aníbal, a quien honramos y jamás olvidaremos. Hasta siempre, querido Aníbal Gallay.



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