Fue renovada a nueva en 2016 y en 2019, se frenó su actividad por la bajante del arroyo y el estado del camino. Tras intensos trabajos de la DPV, que comenzaron el año pasado, este sábado retomará sus históricos cruces.
La emblemática e histórica balsa de Villa Urquiza dejó de funcionar desde el 13 de diciembre de 2019, por la bajante del arroyo Las Conchas y el estado de los caminos de acceso a la balsa, los cuales se ubican por la Ruta 12 y por el Acceso Norte en la zona de los silos de Colonia Avellaneda, según el lugar que se llegue y desde donde se transite.
“La crecida de lluvias de mediados de diciembre de 2019 deformó la salida del otro lado, rebalsó, y el camino quedó en malas condiciones. Después vino la bajante y todo influye”, explicó el balsero Carlos Cardenia al dialogar con nuestro sitio que visito este viernes el lugar.
Con 80 años de viajes sobre el arroyo Las Conchas, la emblemática balsa «Maroma», que une la ciudad de Paraná con Villa Urquiza, fue uno de los atractivos turísticos de la zona y se constituye como un patrimonio histórico del departamento capital de la provincia.
La balsa está vigente desde el año 1942 y actualmente, está siendo operada por la tercera generación de la familia Cardeña. “Ni mi papá que tiene 90 años, nunca vio una bajante de estas características”, reveló el balsero a nuestro sitio.
Algunas decisiones, como el cambio de administración de la misma, que a principios de este año pasó a manos del Municipio de Villa Urquiza, fueron el puntapié inicial. Además, los trabajos que la Dirección Provincial de Vialidad llevó a cabo en el camino, comenzaron en julio del año pasado y concluyeron hace pocos días, hay que decir que la DPV siempre estuvo y está presente , manifestó.
Por último,la comunidad costera y la familia Cardenia celebró la reinauguración que se llevó a cabo esta semana y Carlos confirmó, que este sábado la balsa «Maroma», retomará su actividad a partir de las 7. “Como siempre vamos a estar cruzando el arroyo desde las 7 y hasta las 19”, afirmó Carlos Cardenia.
Es que la «Maroma» fue un ícono del turismo y durante la temporada estival, ha llegado a cruzar más de 200 autos por día, con personas de diferentes provincias, que llegaban para conocer la única balsa. “Los fines de semana venía gente de Santa Fe y Buenos Aires”, recordó el balsero al mencionar que “el 13 de diciembre de 2019 fue el último viaje”, lamentó el hombre hace 29 años ininterrumpidos que está al mando de la «Maroma».
La balsa de Villa Urquiza es la única que aún funciona por medio de un sistema convencional de malacate. Se trata de un carretel que «enrolla el cable y lo larga a la vez». La balsa puede soportar cuatro mil kilos. El trayecto que realiza, es de 75 metros y acorta camino: en más de 17 kilómetros.
