Tasas de interés y cepo cambiario: cuáles son los planes del Banco Central

El organismo cumplió con uno de los puntos que establece su Carta Orgánica y adelantó sus «Objetivos y Planes» para los próximos doce meses. Normalizar el mercado cambiario y la política monetaria, son los ejes.

El Banco Central presentó su hoja de ruta para este año, con foco en una posible unificación cambiaria y la «normalización del mercado monetario». El organismo que preside Santiago Bausili cumplió así con uno de los puntos que establece su Carta Orgánica y adelantó sus «Objetivos y Planes» para los próximos doce meses.

En el documento, el Central hace un repaso de las medidas tomadas en las primeras semanas de la administración de Javier Milei y también realiza proyecciones sobre cuáles serán los próximos pasos a seguir. Entre las definiciones aparece que, luego del salto cambiario de diciembre, podría este mes mantener la premisa de dejar correr al tipo de cambio al ritmo del 2% mensual. Al mismo tiempo, el organismo hace hincapié en la necesidad de «desarmar las restricciones cambiarias», aunque no da mayores detalles de cómo se haría y cuáles serían los plazos para desarmar el cepo.

En línea con los argumentos presentados por el presidente Javier Milei, su ministro de Economía Luis Caputo y con lo que el mismo Bausili explicó en público y en privado a distintos jugadores del sector financiero, el documento del Central establece al «problema fiscal» como la madre de todas las batallas de la economía argentina. Al mismo tiempo, hace un balance de la herencia económica recibida, donde pone el foco en la fragilidad de las reservas internacionales.

«Las necesidades de financiamiento al Tesoro Nacional y la política de tasas de interés no sólo aumentaron fuertemente los pasivos del BCRA y deterioraron su composición, sino que también afectaron al activo de su hoja de balance. El uso de las Reservas Internacionales para pagos de deuda, y las ventas de divisas en el mercado oficial y en los mercados financieros redujeron las Reservas internacionales», resalta el trabajo y muestra que las arcas del organismo se desplomaron en más de US$ 56.000 millones en los últimos cinco años. Además, establece una marca al 11 de diciembre, las reservas brutas totalizaban los US$21.000 millones y las netas un saldo negativo cercano a los US$ 11.000 millones.

El documento repasa las modificaciones que el organismo introdujo para el comercio exterior, y la creación de nuevos instrumentos de deuda para cancelar el saldo millonario que se acumuló con el sector importador. Mediante estos bonos, «el BCRA ofrece una solución ordenada para resolver la crisis generada por la acumulación de deudas comerciales de importadores a niveles difíciles de manejar en el corto plazo con el stock de reservas disponible, funcionando como puente hasta la acumulación de reservas asociadas al superávit de balanza comercial proyectado para los próximos años».

El BCRA sostiene que «el sinceramiento» del tipo de cambio y la liberación de las trabas para el acceso al Mercado Cambiario son claves para su política económica: «generan el incentivo a la producción y a la exportación, y un desincentivo a continuar incrementando artificialmente las importaciones.

«Una mejora genuina de la balanza comercial será un motor imprescindible en el proceso de recuperación del nivel de reservas internacionales líquidas del BCRA», remarca el trabajo.

La liberación del cepo y una posible unificación cambiaria aparecen como el Norte para esta política, aunque el Central evitó dar plazos sobre cuándo podría alcanzarse este escenario.»La recuperación de la credibilidad no será completa hasta que la corrección de los desbalances monetarios heredados, la solución a las deudas comerciales por pagos de importaciones y la recomposición de reservas internacionales permitan avanzar en la eliminación de los controles cambiarios y de capitales aún vigentes y, luego de un proceso de normalización ordenado, en la unificación definitiva del mercado de cambios», dice el reporte.

Otro de los pasajes del trabajo pone el foco en la «estanflación» de la que tantas veces habló Javier Milei. Luego de la eliminación de las Leliq como las Letras de referencia de la política monetaria y la posterior baja de tasas, el organismo adelanta: «El BCRA continuará orientando todas las herramientas de la política monetaria a alcanzar la estabilidad monetaria y reducir la inflación. Y seguirá realizando un monitoreo continuo de la evolución del nivel general de precios, la dinámica del mercado de cambios y de los agregados monetarios a los efectos de calibrar su tasa de interés de política y administrar las condiciones de liquidez».

Por último, el organismo se refirió a la necesidad de expandir el crédito y ampliar la inclusión financiera. «La estabilización macroeconómica permitirá que vuelva a haber oferta de crédito genuina al sector privado, insumo indispensable para el financiamiento de la inversión y el crecimiento».

Fuente: Clarín.com



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *