Opinión: La vendimia, tiempo de cosecha y celebración

Durante los primeros días de este mes de marzo, tuvo lugar en la provincia de Mendoza una de las celebraciones más especiales de Argentina: la tradicional Fiesta de la Vendimia. Tal acontecimiento no es algo menor, ya que la vendimia engloba para los mendocinos múltiples sentidos y despierta variadas emociones. No se trata solo del especial período de cosecha, sino de toda una expresión social y cultural que se ha afianzado año tras año.

Por: Nuala Szler – Estudiante de Lic. en Letras

Esta fecha celebra el esfuerzo y dedicación por los trabajos de cultivo y cosecha de la uva, el extraordinario proceso de producción del vino, el respeto y el cuidado de la naturaleza y, por supuesto, el compromiso por el trabajo y la riqueza colectiva. Propaga, sin lugar a dudas, un genuino y profundo sentimiento de amor por el valor local.

Un recorrido por el significado y desarrollo histórico de la Vendimia

Fue un 11 de abril de 1913 cuando, concluido el Congreso de la Industria y el Comercio que se había dado cita en la provincia de Mendoza, un inédito desfile de vendimiadores y carrozas recorrieron por primera vez varias zonas de bodegas y viñedos. Aquí quedó marcado el primer antecedente de lo que luego sería la gran Fiesta de la Vendimia.

Sin embargo, debieron pasar unos cuantos años para que, llegado el 18 de abril de 1936, la Fiesta de la Vendimia se instituyera como tal y comience a tener lugar su festejo oficial. Desde entonces, su celebración rinde un sincero homenaje al trabajo de los hombres y mujeres de la tierra mendocina. Convirtiéndose, incluso, en símbolo tanto de la esencia de esta labor, como también del sentir del hombre por su tierra y de la emocionante experiencia de obtener sus frutos.

Con el paso del tiempo, este elogio de la Vendimia y de todo lo que ella implica, se ha posicionado como uno de los principales atractivos turísticos y culturales brindado por la provincia de Mendoza. Creciendo en producción, espectadores e importancia, hoy es un motor de empleo para miles de artistas, técnicos, prestadores de servicios, comerciantes y demás sectores que directa o indirectamente hacen posible su desarrollo cada año.

En toda Mendoza, de hecho, ya a inicios de año se despliegan por los diferentes departamentos y distritos de la provincia una serie de festejos y fiestas en conmemoración de la Vendimia.  Los que culminan con la mencionada gran Fiesta Nacional, repleta de baile, música, teatro y un maravilloso despliegue de luces, escenografía y vestuario.

Ahora bien, no podemos olvidar su especial y más primitivo origen. Este, data del período de las grandes inmigraciones, cuando al finalizar los trabajos de cosecha y elaboración del vino, entre bailes y cantos, se celebraba y agradecía las enormes bondades de la naturaleza.

No obstante, hay quienes remontan los orígenes de esta festividad incluso más atrás en el tiempo, durante la primera mitad del siglo XVII. Fue en ese entonces, cuando comenzó el cultivo de la vid en tierras mendocinas con el objetivo de elaborar el vino necesario para solemnizar las misas católicas.

Como su importación era muy costosa, junto a las capillas se establecieron huertos con parrales de uva para su abastecimiento. Cuando llegaban los tiempos de cosecha y posterior transformación de las uvas en vino, a manera de celebración se iniciaban bailes, cantos y comidas.

¿Qué es la vendimia?

La vendimia es el tiempo de cosecha y recolección de las uvas destinadas especialmente a la elaboración del vino. Este período varía entre los meses de febrero y abril, en el hemisferio sur, y entre agosto y octubre, en el hemisferio norte.

A su vez, depende de otros significativos aspectos. Como son el tipo y grado de maduración de la uva, diferentes de acuerdo a la clase de vino por producir, las condiciones climáticas y la región de producción.

La vendimia es un momento esencial dentro del proceso de elaboración del vino. Durante este período, los enólogos, bodegueros y productores toman decisiones cruciales que definen las características y la calidad del vino a producir.

Los orígenes de esta práctica se remontan, por supuesto, al origen mismo del vino. Las primeras referencias datan del Antiguo Egipto, más de 5000 años atrás, cuando ya tenían lugar los trabajos de recolección de la uva y del posterior pisado del mosto, el que luego de su fermentación daba lugar al vino.

La importancia de estas primeras y milenarias vendimias descansaba no sólo en su carácter de proceso agrícola. Las mismas destacaban ya como un acontecimiento cultural, social y religioso, que se integraba en las celebraciones de las cosechas y de los tributos y ofrendas al dios Osiris. Ya que era a esta figura a quien los egipcios atribuían la creación del vino.

También, la cultura Fenicia como las civilizaciones de la Antigua Grecia y la Antigua Roma presentaron una concepción similar de la vendimia, contemplada en los bailes y celebraciones que desarrollaban en honor y agradecimiento a los dioses Dionisio y Baco.

De la antaña civilización romana, justamente, hemos heredado el término vendimia. El mismo deriva del latín vindemia, cuyo significado etimológico remite al sustantivo vinea, el fruto de la viña, y al verbo demere, que significa arrancar.

La importancia de la Vendimia

Como mencionamos, el momento de la vendimia es el punto de partida ineludible para elaborar un buen vino. Durante este período, la parte más importante de todo el proceso remite a la elección del momento idóneo para iniciar la cosecha de las uvas.

Dicho punto va a estar determinado por el grado de maduración que presente el fruto, el que será evaluado y señalado en función de un seguimiento exhaustivo de la evolución de las uvas, análisis técnicos, catas y pruebas de laboratorio.

Principalmente, se busca que las uvas estén lo más sanas posibles y presenten óptimas concentraciones de azúcares, ácidos, taninos y todo un conjunto de componentes naturales que contribuirán a fijar las características finales del vino. Tales como sus matices aromáticos, su graduación alcohólica, su estructura, cuerpo, color y frescura.

El punto óptimo de maduración de las uvas, por su parte, como mencionamos, estará influenciado por la variedad de uva, la clase de vino que se anhele producir, las condiciones climáticas y meteorológicas, la situación geográfica del viñedo (su latitud, longitud y altitud) y la composición del terruño.

Tipos de Vendimia

Existen, principalmente, dos métodos de cosecha y recolección de las uvas: la vendimia manual y la vendimia mecánica.

En la vendimia manual los racimos de uva son recogidos a mano, uno por uno. De esta forma se realiza una primera selección de los frutos, cortando solo aquellos racimos en óptimas condiciones de maduración. Luego, estos racimos son trasladados hacia la bodega en cajas relativamente pequeñas, para garantizar su buen estado. Una vez en la bodega, inicia el proceso de elaboración del vino.

Este tipo de vendimia suele ser empleada en la producción de vinos de alta calidad. Supone costos más elevados, aunque asegura un extremo cuidado de las uvas y un equilibrado grado de maduración de toda la cosecha.

La vendimia mecánica, en cambio, implica el uso de máquinas cosechadoras, las que recogen los racimos de las uvas cultivadas en espalderas. Estas son las conocidas hileras de viñedos, que presentan una significativa separación entre sí para permitir el paso de la maquinaria.

Este tipo de vendimia supone costos menores, al tiempo que no asegura, del mismo modo en que lo hace la vendimia manual, el especial cuidado de los racimos y su grado de maduración homogéneo. Factores, ambos, que pueden influir posteriormente en la calidad final del vino.

Más allá de estos dos grandes tipos de vendimias, podemos hacer una mención especial a las llamadas vendimias nocturnas y vendimias tardías. Las primeras son realizadas en zonas sumamente calurosas durante la noche, para evitar que las altas temperaturas dañen las uvas.

Mientras que las segundas, las vendimias tardías, implican proceder a la cosecha una vez que las uvas ya se encuentran parcialmente secas, con el objetivo de aumentar la concentración de azúcares y producir otros tipos específicos de vino.

Por último, en ciertas ocasiones se procede a la vendimia escalar. Durante la cual, tal como su nombre lo indica, la recolección de las uvas se realiza de forma escalonada y sucesiva.

El rico significado de la Vendimia

Tal como se ha podido apreciar, la Vendimia es un importante acontecimiento económico y un claro procedimiento agrícola. Sin embargo, su valor no se limita a ello. Por muchos años se ha tratado, incluso, de un esperado evento familiar en el que participaban desde los más pequeños hasta los más mayores de la casa.

Es además un momento único y especial, que aúna trabajo, tradición, cultura y festejos.  Representa y, simultáneamente, fomenta la cultura del trabajo de la tierra y la industria de la vitivinicultura.

Es, asimismo, un símbolo de superación, de constancia y de cuidado, frente a las más crudas adversidades como son las circunstancias climáticas extremas.

Ello, como todo lo antes mencionado, hacen de la Vendimia un valioso premio al esfuerzo y un inmenso orgullo para cada imprescindible hacedor. Tal es así que su concepción trasciende los límites económicos, sociales y culturales para convertirse en una poderosa imagen del esfuerzo compartido. De hecho, y en última instancia, la Vendimia no significa otra cosa que la unión.

Fuente:infohorizonte.com



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