Opinión: La decadencia del Salario Mínimo Vital y Móvil

El fruto de poner a disposición su fuerza física o intelectual debe tener una contraprestación de modo que asegure alimentación, educación y asistencia sanitaria, como mínimo, esta seguridad está ausente en Argentina hace 40 años.

POR JUAN PABLO CHIESA (*)

La decadencia del Salario Mínimo Vital y Móvil se explica fundamentalmente por la inoperancia sistémica del Estado en políticas de Empleo.

En los últimos años el SMVM habrá sido una de las variables que habrán experimentado el mayor ajuste en el mercado de trabajo y la caída del salario real, como contracara de un aumento indiscriminado de los planes sociales a personas que no producen.

El Consejo del Salario se reunirá a fines de febrero, para ir ajustando los nuevos aumentos. A partir de septiembre de 2021 se fijó el S.M.V.M. de 31.104.-; en octubre de 2021 en $32.000; y para febrero de este año $33.000.-

La ley de contrato de trabajo denomina al Salario Mínimo vital y Móvil como la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión.

Del concepto legal surge que se trata de la remuneración mínima en efectivo que tiene derecho a percibir un trabajador dependiente; es decir, ningún trabajador en relación de dependencia puede ganar una remuneración menor, puesto que, es el piso de todas las remuneraciones.

El S.M.V.M. es de carácter imperativo, protectorio e inembargable, y es consecuencia inmediata del orden público laboral.

En el salario mínimo vital y móvil no están incluidos los subsidios o asignaciones familiares que pudieran corresponder al trabajador ni los llamados beneficios sociales.

¿Quién Fija el Salario Mínimo Vital y Móvil?

La fijación del S.M.V.M. es tarea del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación.

La mayoría de los convenios colectivos de trabajo, para no decir todos, tiene un básico mínimo de convenio, como promedio, de $55.500 (Básico Convencional) sin adicionales, estos son (presentismo, antigüedad, Plus, etc). Este mínimo de convenio es la base de cálculo de todo rubro remunerativo sujeto a descuentos.

El Estado se galardonó y sigue ostentando que en 2021 y en 2022, los salarios le ganaron a la inflación ¡Es una Cargada!

El Gobierno Nacional ha ido nuevamente en contra de las disposiciones del artículo 14 bis de la Constituciones Nacional, de la Ley de Contrato de Trabajo y de la Ley Nacional del Empleo.

Los acuerdos de aumentos salariales se encuentran por debajo de los niveles de inflación y esto afecta, categóricamente, el poder adquisitivo de los trabajadores que está totalmente perdido.

Si tomamos en cuenta que la suba del dólar se traslada a los precios, al dolarizar el S.M.V.M., tenemos un salario de 150 Dólares, el más bajo de Latinoamérica. La pérdida del poder adquisitivo y el traslado de la suba del dólar a las góndolas es desoladísima para el País.

En otras palabras, el SMVM ha perdido en los últimos años todo valor virtuoso como referencia para el mercado de trabajo y el consumo, puesto que el Gobierno Nacional lo ha manipulado “gradualmente” como herramienta de ajuste para contener los reclamos salariales.

La actualización del SMVM por debajo de los niveles de la inflación impacta negativa y directamente en las góndolas y en el bolsillo de la sociedad. A su vez, se encuentra cada vez más lejos del monto que el propio Estado reconoce como línea de pobreza para un grupo familiar, ni hablar, de estar por encima del monto requerido para acceder a los alimentos mínimos necesarios para no caer en la indigencia.

En conclusión. El Estado ha elegido el camino del asistencialismo, emitiendo billetes para que la pobreza crezca y el trabajo se destruya. Es claro que este gobierno no entiende de políticas públicas de empleo y utiliza como un mecanismo de represión salarial y de enfatizar el ajuste sobre el conjunto de los trabajadores, provocando un deterioro social, pérdida del poder adquisitivo y el derrumbe de la estructura salarial y el mercado de trabajo.

FUENTE: Ámbito



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