Naftas evalúan subas desde 1º de febrero,  aunque las ventas cayeron hasta un 20%

El nuevo ajuste en las naftas se debe a tributos de actualización trimestral postergados desde 2021, y por la inflación. Cae el volumen de comercialización.

En la próxima semana, a partir del primer día de febrero, las naftas y combustibles podrían volver a aumentar. En una economía con subas diarias o semanales e inflación del 25% mensual, no resultaría extraña la aplicación de un ajuste, si no fuera que en este caso, en menos de un mes los precios en los surtidores se recompusieron por encima del 80%.

Según trascendió a nivel nacional, la medida obedecerá a la actualización del impuesto a los combustibles: se trata del denominado impuesto a los combustibles, compuesto por dos tributos de suma fija –el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono– que se ajustan trimestralmente. Ello impacta en su totalidad en el precio final de las naftas.

Hace dos años y medio que el monto que percibe el Estado por este tributo está congelado. Durante el anterior gobierno nacional la actualización trimestral se prorrogó sucesivamente con el propósito de evitar incrementos en el precio final de los combustibles.

Precisamente, la última postergación fue en noviembre, cuando a través de una resolución de la AFIP el Poder Ejecutivo postergó hasta el 1° de febrero de 2024 “los efectos de los incrementos en los montos de impuestos establecidos en la Ley Nº 23.966 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”.

Puntualmente, los impuestos dejaron de actualizarse desde el tercer trimestre en 2021, por lo que deben sumarse el cuarto trimestre de ese año; los cuatro trimestres de 2022 y los correspondientes a 2023.

Consultado sobre esta situación, el dirigente pyme de estaciones de servicio de la provincia, Mario Amado, recordó que fueron postergadas las actualizaciones de esos tributos, que originalmente tenían un componente de costo de vida, y se modificó por un monto fijo.

“Eso hizo que para el gobierno era una actualización del impuesto para no perder plata. Y a los efectos de que no subiera el combustible, no lo aplicaron. Ahora, que hace tanto no lo cobran, lo van a querer restituir”, explicó.

Respecto del impacto que esta actualización podría tener en el valor final del combustible en los surtidores, apuntó que “para diciembre hablábamos que era entre 120 y 180 pesos por litro” por este motivo de impuestos atrasados.

Sin embargo, a tono con las evaluaciones que se están haciendo a nivel nacional, planteó que es posible que junto con estos aumentos, haya también un ajuste de la pizarra de los combustibles “para no quedar desfasado del costo de vida”.

“Seguramente se está evaluando que hay costos que siguen subiendo permanentemente, como insumos, salarios, atados a la inflación. Es por eso que podrían también aumentar para no quedar nuevamente con precios desfasados”, dijo el vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles y Afines de Entre Ríos.

Vale recordar que en menos de un mes, el incremento de los combustibles alcanzó y superó el 80%. Hubo dos aumentos durante noviembre de 2023 y el último en el inicio de enero.

Ello llevó a que el litro de nafta súper oscile –según la petrolera– entre 810 y 840 pesos; mientras que la nafta de alto octanaje, en el orden de los 970 pesos. El gasoil grado 2 escaló a 870 o 950 pesos, mientras que el diesel supera los 1.000 pesos.

“En realidad no se sabe cuánto podría ser el aumento real, porque hay libertad para manejar precios, para que haya provisión”, planteó Amado. Aunque se mostró cauto y expectante en que la aplicación de subas no sean muy altas o en la proporción que se determinaron en el último mes.

“Los últimos ajustes fueron con números que dan miedo, pero todo se está ajustando así. De todos modos no creo que ahora sea por el costo de vida de lo que fue enero. Hay que ver cómo será la política energética”, especuló.

Sin embargo, consideró que los precios seguramente tendrán un sendero de crecimiento acompañando el costo inflacionario en las próximas semanas o meses.

En ese sentido agregó que con los ajustes aplicados a los precios de los combustibles en las últimas semanas el volumen de ventas cayó hasta un 20%.

“Hay ciudades donde la disminución fue del 20%, en las que están alcanzadas con el movimiento turístico un poco menos, pero todas estamos perdiendo. Además, hasta hace poco abastecíamos a camiones o transporte con combustible a granel, porque era más conveniente que el mercado mayorista –se había desvirtuado por el congelamiento de precios de los combustibles al público–. Eso ya no lo tenemos en las estaciones, porque el mayorista volvió a vender a granel, con precios competitivos”.

A estas situaciones, Amado sumó como impacto en la merma de la venta de combustibles, que finalizó la cosecha de trigo “y hasta que venga el maíz, el campo está moviendo poco, Agregado eso a la suba del precio, hace un combo que está pegando duro a las estaciones”, consideró.

A salvo por ahora de esta situación se mantienen aquellas estaciones en plantas urbanas con poca oferta de bocas de expendio, las ubicadas en la costa del río Uruguay por el turismo, y otras situadas en lugares de paso. “En las ciudades son menores las ventas, porque el movimiento de trabajo es menor, y el uso del auto como paseo se va reduciendo. Además, las cargas son menores: el cliente carga por plata; las llenadas de tanques son contadas”, sostuvo.

Así, el gobierno nacional deberá decidir en las próximas horas cuál será finalmente la actualización de los impuestos trimestrales, y si las petroleras aplican también una variación por inflación.

NA.



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