El intendente de Rosario, Pablo Javkin, junto a otros jefes comunales de Santa Fe, realizarán este jueves una protesta frente al Obelisco porteño para expresar su malestar por el daño ambiental que está sufriendo la provincia, debido a los incendios originados en Entre Ríos, al otro lado del del río Paraná.
Los intendentes se autoconvocaron para presentarse a las 9.00 en el monumento que identifica a la Ciudad de Buenos Aires, con el fin de visibilizar su reclamo ante las autoridades nacionales.
Asimismo, en horas del mediodía, se reunirán con diputados nacionales por el mismo tema en el Salón de Honor de la Cámara de Diputados, en el Congreso.
El objetivo es tratar la problemática de la quema de los humedales en las islas entrerrianas que afectan a las poblaciones del sur santafesino, en algunos casos con densas columnas de humo.
«Lo que queda claro es que si el tema no llega al Obelisco, no se habla», dijo Javkin, y agregó en declaraciones a la prensa que «vamos a ir nosotros al Obelisco a plantearlo».
Asimismo, Javkin sostuvo que «no podemos mandar gente a un territorio de otra provincia (por Entre Ríos, bajo cuya jurisdicción se encuentra la zona de islas). Solo pueden intervenir la Nación y Entre Ríos. Necesitamos que lo hagan».
La zona costera del sur de Santa Fe permanece cubierta de humo por los focos de incendio que se mantiene desde hace cinco días en jurisdicción de la provincia de Entre Ríos, a la altura de las localidades santafesinas de Villa Constitución y Pueblo Esther.
Por su parte, el gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, también expresó su queja al decir que «hay una ausencia notoria del Ministerio de Ambiente de la Nación, que no se está haciendo cargo de la situación, pone excusas y mira para otro lado. No hay una acción coordinada».
«Estamos trabajando a destajo con todos los recursos que tenemos, pero es una lucha desigual», remarcó el mandatario entrerriano, y anticipó que «este fenómeno va a seguir, se va a prolongar en el verano porque la sequía va a seguir. No hay miras de que el río repunte y estamos frente a un problema ambiental gravísimo».
Además, subrayó que «el delta entrerriano es inmenso. Son más de un millón y medio de hectáreas, estamos viviendo una situación de completa anormalidad: hace dos años que hay una bajante pronunciada del río Paraná, a lo que se suma la sequía y el pasto seco. Esto hace que cualquier foco de fuego que en otro momento pudo ser intrascendente, hoy signifique una catástrofe», finalizó.
NA.
