Macia: Historias de una localidad que crece en base a producción, trabajo y esfuerzo de todos

8 de julio de 1926 en Maci, departamento Tala, se  inaugura el cine Independencia. En un local alquilado a la firma Ghiglione y Rébora, José Beltrame inauguró el Cine Independencia, el primer cine de Maciá.

La película proyectada fue “Vida Deportiva”, que mostraba los entretelones del Derby de Londres, una cinta no sonora que entusiasmó a la platea.

El operador fue José Ghiglione, mientras que Valentín Tabó se encargaba de la venta de entradas. Otros colaboradores fueron Juan María Ghiglione, Manuel Santa Cruz y Pedro Pablo Díaz.

En los días previos al estreno llegó desde Rosario del Tala un señor de apellido Cudine, a fin de interiorizar a Beltrame y sus muchachos sobre las técnicas de proyección.

El cine no poseía butacas, pero sí bonitas sillas de tipo Viena con espaldares de madera labrada, patas torneadas, asientos redondeados y cubiertos de una esterilla similar al cañamazo. La sala, sin ser lujosa, era confortable y siempre estaba limpia y ordenada.

Con la entrada, y con el objetivo de impulsar una mayor concurrencia, se entregaba un bono para participar del sorteo de numerosos premios, como bomboneras, juegos de té de porcelana, juegos de cubiertos y otros artículos variados. Durante los intervalos, se escuchaba música desde una pianola, especie de piano manejado con pedales, que ejecutaba Honoria Beltrame.

La mayoría de los filmes se traían desde Concordia, dado que allí residía el representante de la Metro y la Paramount Pictures, señor Murcian.

Hacia 1932 se hizo cargo del cine Eduardo Cinto, llegado desde Lucas González, ciudad en la que era propietario de un negocio de confitería, bar y billar, además del biógrafo. Con él llegó el cine sonoro a Maciá, entre otras se proyectaron las películas filmadas por Carlos Gardel. Cinto, junto a Beltrame, trabajaron con denodado esfuerzo, pues la gran crisis económica de aquellos años afectó la concurrencia de público. En 1933 las funciones se fueron espaciando.

El señor Pais de Rosario del Tala, en sociedad con Pedro Díaz y Purino Barbiero, se dedicaron durante un corto tiempo a la explotación de la sala de cine. En 1934, por iniciativa de Beltrame, hubo una novedad: biógrafo al aire libre durante el verano.

Para llevar a cabo esta empresa innovadora, se construyó una casilla de madera a cierta altura para efectuar la proyección. Alrededor del terreno se colocaron bolsas para evitar las miradas intrusas. De esta manera novedosa, los maciaenses vieron “Fatalidad y Marruecos”, con la actuación de Marlene Dietrich, “La orquídea salvaje”, con Greta Garbo, “Londres después de la medianoche”, con la presencia de Lon Chaney y “Las aventuras de Pancho Talero”.

La obra de José Beltrame dejó una gran cantidad de adeptos al cine, como Pedro Barros y Juan María Ghiglione, que serían los continuadores de esta empresa con el Cine Mercurio, que comenzó a funcionar en 1942 en el mismo local del Cine Independencia.

Otros cines de la ciudad

Existieron otros cines en Maciá, como el San Martín de Eusebio Zavala, entre 1928 y 1935 aproximadamente, y el de Pasini, que funcionaba en un salón en la esquina de calles San Martín y Pellegrini.

Durante la temporada estival el Club Atlético Maciá ofreció funciones al aire libre. Renato Bernardis y Héctor Rosemberger se habían unido para este proyecto que se formuló en 1960 y que duró muy poco tiempo.

Alfredo Atum y Hugo Kamerman fueron otros de los entusiastas que algunas veces proyectaron cintas de dibujos animados.

Si algún lector tiene más información sobre los mismos, agradeceremos compartirla.

En: Efemérides y fechas maciaenses y Villa Gdor.Maciá. Síntesis Histórica de Mario D.Carruego. 1996 y 1999.

Compilación Archivo Histórico Biblioteca Pop. Mario D. Carruego



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *