“Lo que planteó la UIA debe ser un disparador para analizar la obligatoriedad de la vacuna”, dijo Barbieri, de la CGT

Desde que la UIA se planteó dejar de pagar los salarios a quienes no se vacunen, se multiplicaron las reacciones. El Gobierno rechazó esta posibilidad y dijo que “la política sanitaria no puede ser establecida por las empresas. Oscar Barbieri (CGT) destacó a APFDigital la necesidad de empezar a analizar la obligatoriedad de la vacuna.

Oscar Barbieri es el titular del Sindicato de Dragado y Balizamiento Regional Paraná y forma parte del triunvirato que conduce la CGT local, pero aclaró que en esta oportunidad habla a título personal.

“Para mi es una opinión más, que es relevante porque es el presidente de la UIA, pero no fue una posición institucional. Quiero creer que está preocupado por la salud de los trabajadores”, porque de ella depende la capacidad de producción, y la posibilidad de generar empleo y mejorar las ganancias.

“Lo que planteó el titular de la UIA debe ser un disparador para empezar a analizar la obligatoriedad de la vacunación y la posibilidad de incorporarla al calendario de vacunación”, que es una decisión del Estado nacional, sostuvo Oscar Barbieri, quien consideró que “no hay que hacer un aprovechamiento político partidario de este tema ni descalificarnos entre distintos sectores”.

La vacunación obligatoria es una medida que crece en el mundo para combatir la pandemia:

Francia implementó la exigencia de inmunización a los trabajadores de la salud y se convirtió en el último país en instaurar una medida en este estilo. Esa nación sigue los pasos de otras, como Italia o Grecia, que ya han aplicado acciones similares.

Estos cercos a la vida pública y exigencias a ciertos sectores poblacionales se están extendiendo en otros países europeos. Grecia, el mismo 12 de julio, también decretó la obligatoriedad de la vacunación para el personal de hogares de ancianos con efecto inmediato y para todos los trabajadores de la salud desde septiembre. Además, solo las personas vacunadas podrán ingresar a bares, cines, teatros y otros espacios cerrados.

A todos ellos se había anticipado Italia, que implementó en abril la vacunación obligatoria de sanitarios y farmacéuticos, bajo amenaza de cese de funciones o suspensiones de sueldo para aquellos que se nieguen.

En Fiji, en tanto, la vacunación es obligatoria para todos los trabajadores del sector público y privado. Los empleados públicos que no hayan recibido la primera dosis antes del 15 de agosto deberán tomarse licencia y, en caso de no tener el esquema de vacunación completo antes del 1 de noviembre, podrían ser despedidos

Por su parte, en mayo, Arabia Saudita anunció que todos los trabajadores del sector público y privado que deseen asistir a sus lugares de trabajo presenciales deberán vacunarse, aunque sin especificar a partir de qué fecha se aplicará la medida. Además, desde el 1 de agosto, solo las personas vacunadas podrán ingresar a establecimientos gubernamentales, privados o educativos y usar el transporte público.



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