En Paraná hubo complicaciones con la provisión de agua potable debido a la gran bajante del río. La situación afecta en Rosario a unos de los principales puertos de la región. Se espera un repunte del caudal para mediados de mes.
Sigue la preocupación por la bajante del Paraná en toda su extensión y en el caso de la ciudad de Rosario afecta a unos de los principales puertos exportadores, sobre todo de granos, del país.
Durante el fin de semana la marca frente a las costas de esa ciudad santafesina registró una caída de unos 40 centímetros y se ubicó en 1,51 metro de altura.
«Hubo un repunte la semana pasada, pero el fin de semana tuvimos una nueva bajante y hoy nos informan que estamos en 1,51, esto cambia todo y tenemos que extremar las medidas de prevención para evitar accidentes», precisó ayer al diario La Capital el titular de la delegación Rosario de Prefectura Naval Argentina, Walter Rosende.
Asimismo, contó que ya el fin de semana hubo «un llamado de atención», que obligó a extremar los controles en el curso de agua. «Se produjo una bajante de 13 centímetros en un día, el sábado estábamos en 1,93 y el domingo la marca fue de 1,80 metro», detalló Rosende.
El registro de ayer, 1.51 metro, elevó la preocupación de las autoridades de Prefectura Naval, ya que se quebró la marca del año pasado, que había sido de 1.55 metro el 28 de septiembre. «Esto varía circunstancialmente todo, tenemos que ver si se modifica la descarga en los buques», anticipó Rosende.
Pese a que la bajante se agudizó, el informe del Instituto del Agua expresa una perspectiva positiva para los próximos días. «En octubre podría registrar un ascenso acotado, sin alcanzar el valor normal», precisó el informe.
Si el caudal se comienza a normalizar, significará un alivio no sólo para los pobladores de las islas, que cuando el río baja sufren todo tipo de complicaciones, sino también para los buques de gran calado que se dirigen a los puertos de la región.
«Según el Instituto Nacional del Agua, el caudal podría crecer, en los informes indican que a mediados de octubre tiene que empezar a mejorar un poco», adelantó Rosende y señaló que para que la situación se revierta es importante que se produzcan copiosas lluvias en Brasil.
COMPLEJIDAD DE LOS PUERTOS
«A nosotros nos complica el tema del movimiento de los buques con el tema de las cargas», explicó Rosende respecto a los problemas que trae la bajante, sobre todo a las estaciones portuarias ubicadas en la zona norte de Rosario. En ese sentido, destacó la colaboración de los tripulantes, que se esmeran para poder salvar el inconveniente.
«La bajante obliga a las embarcaciones deportivas a tener que navegar más cerca del canal, lo que importa un riesgo, pero la verdad es que la gente lo está haciendo muy bien y eso nos tranquiliza», relató Rosende, quien subrayó que se han redoblado las medidas de seguridad al momento de salir al río.
«Hablamos con las guarderías y los clubes náuticos, se han extremado los cuidados, se avisa cuando sale y el recorrido que se va a hacer, se llevan todas las medidas de seguridad en la embarcación y se toman las precauciones para cada caso, principalmente cuando se acercan a la costa», detalló.
FUENTE: La Capital