La Defensoría del Pueblo de Paraná se traslada a nueva sede

Esta semana, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Paraná cambia de sede: la nueva casa está ubicada en calle Yrigoyen 236, entre Alem y Gualeguaychú. El cambio obedece a la imperiosa necesidad de contar con instalaciones apropiadas para el funcionamiento de la institución y, lo principal, con ingresos adecuados que garanticen el acceso de las personas.

La mudanza  y la instalación de las estructuras necesarias comenzó hoy y se terminarán de concretar entre mañana y el miércoles, por lo que en estos dos días hábiles se atenderán casos de urgencia a través de: whatsapp al 343 6226414 y por mail  defensoriaparana@gmail.com (atención al ciudadano) y al 343 5163712 (whatsapp) y por mail mediacionparana@hotmail.com (Centro de Mediación). Por consultas o reclamos de jurisdicción nacional, la Delegación de la Defensoría del Pueblo de la Nación, cuya oficina funciona en la sede de la Defensoría de Paraná, atiende por whatsapp al 1137625004 o por mail mediacionparana@hotmail.com.

También, se reciben comunicaciones a través del facebook de la institución Defensoría del Pueblo de Paraná.

La actividad se retomará el jueves 24, con atención presencial de lunes a viernes, de 8 a 13. En los próximos días se sumarán líneas de teléfono fijo a la las vías de comunicación mencionadas.

Por más accesibilidad

La decisión de dotar de una nueva sede a la institución surgió de la necesidad de garantizar la accesibilidad física a las oficinas y espacios funcionales para el trabajo diario.  Para ello, se realizó un llamado a licitación de oferentes y, entre cinco posibilidades, se resolvió por la casa ubicada en calle Yrigoyen al 236, tras evaluar una serie de condiciones necesarias para facilitar y mejorar la atención de la ciudadanía.

La Defensoría del Pueblo de Paraná funcionó desde su creación, en 2003, en calle Monte Caseros 159, en parte del edificio que perteneció al Banco Municipal de la Ciudad. Entre las dificultades de accesibilidad que presenta esta casa se destaca una escalera extensa y empinada, como único acceso a las oficinas de atención, que –en casos- resultaba un obstáculo insalvable para personas mayores o con inconvenientes de movilidad.

Además, con el paso del tiempo, se fueron agravando problemas en la construcción, como caída de mampostería de los techos, lo que para evitar riesgos obligó a desalojar espacios. La situación profundizó la falta de lugar, lo que se sumó a la exigencia prevista en los protocolos de distanciamiento vigentes.

Por ello, las Defensoras del Pueblo Marcia López y Cecilia Pautaso (Adjunta) consideraron indispensable que  “la institución pudiera contar con un lugar que posea las condiciones edilicias de accesibilidad física, para que la ciudadanía tome la casa de la Defensoría como un lugar propio, donde se generen mediaciones, capacitaciones, reuniones, y para contar con disponibilidad de lugar para el trabajo cotidiano”.



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