Jefe de la Federal declaró y defendió la investigación

Víctor Chanenko contó cómo se inició la causa que provocó la caída de Tavi Celis. La relación con Bordeira y el intendente.

El exjefe de la delegacía de la Policía Federal de Paraná, Víctor Chanenko declaró en el juicio unificado en las causas Narcoavioneta y Narcomunicipio, por la cual entre otros se encuentra procesados el intendente Sergio Varisco y el jefe narco, Daniel ‘Tavi’ Celis.

Al finalizar la audiencia, en la tarde de esta lunes, quedó la sensación que el oficial de la federal cumplió con un testimonio sólido lleno de información y datos para dar crédito a la investigación policial y judicial.

«Todo se inició con un llamado anónimo a la Policía Federal de Paraná, donde daban cuenta que el procedimiento de la policía de Entre Ríos con el secuestro de una carga importante de marihuana en la zona de calle Alemanes del Volga, tenía mucho que ver con una organización que tenía relaciones con la Municipalidad de Paraná», contó Chanenko, quién ocupó la jefatura de la capital entre el año 2015 y 2016. Ese procedimiento se realizó en agosto de 2015 y Bordeira trabajaba en la Jefatura de Paraná con Ricardo Frank.

«Se hacía saber que un tal Cebolla era el responsable de trasladarla en un camión de una unidad municipal», referenció ante el Tribunal compuesto por Lilia Carnero, Roberto López Arango y Noemí Berros.

Para esa altura de la declaración del Chanenko, el intendente Sergio Varisco ya había sido desocupado y autorizado a ausentarse de las jornadas en el Juzgado Federal.

Eso ocurrió luego de que fuera identificado por el Tribunal, lo mismo que los 10 procesados más en la causa denominada Narcomunicipio.

El jefe de la Federal, explicó que los datos recolectados fueron comunicados al juez federal Leandro Ríos, que dispuso varias medidas para confirmar o descartar la información recibida. «En el arranque del trabajo de campo de los investigadores, llegamos a establecer quién era el Cebolla, un señor de apellido Leguizamón, y también quien era su esposa, apodada la Cebolla».

«De la pesquisa surge el nombre de Daniel ‘Tavi’ Celis, de su hermano, el Titi, y se pudo establecer la relación de Tavi con la Unidad Municipal y con el Sindicato de Trabajadores Municipales (Suoyem)”, indicó Chanenko para agregar: «Hubo más datos, cómo el que hubo otro secuestro de droga de la Policía de Entre Ríos en un predio cercano al de la fiesta de disfraces. Es así que se empezó a buscar a un hombre de apellido Perezlindo, y fruto de esto por filmaciones y fotografías surgió la novedad que un auto con droga localizado en Concepción del Uruguay había estado en la casa del Titi Celis».

Todos esos datos, determinaron la apertura de escuchas telefónicas y trabajos de campo con mayor fortaleza en la investigación. «Allí pudimos conocer los contactos de un tal flaco Silva que hablaba con Tavi sobre el sindicato y de la droga».

«Pero lo que nos llamó la atención cómo un privado, alguien que no tenía nada que ver con la Municipalidad organizaba la salida de camiones que no tuvieron GPS para llevar determinados materiales a San Benito», alertó el Federal.

Tras el proceso de identificación, ninguno de los imputados quiso prestar declaración indagatoria, por lo que dio comienzo la etapa de declaraciones testimoniales con la declaración del comisario Víctor Chanenko, comisario de la Policía Federal que participó de los operativos de secuestro de la droga.

El oficial añadió en la información: «Nos enteramos que Tavi Celis había sido detenido por un asalto en la zona rural de Diamante. Ahí ya teníamos las comunicaciones con reclamos de él hacia gente de la Municipalidad de Paraná por promesas por nombramientos y cargos».

Ese asalto ocurrió en la propiedad de un hombre de apellido Airaldi, ligado con referentes de la Sociedad Rural.

EL ROL DE BORDEIRA

Chanenko dedicó varios minutos de su testimonial a detallar los diálogos de Griselda Bordeira con Tavi Celis y otros miembros del clan. “Me llamó la atención cómo una funcionaria policial sabía del movimiento de Celis, su grupo. En algunas escuchas ella se puso a conversar con autoridades policiales de Diamante para saber la situación de Celis, pero además les daba información a sus jefes».

Otro punto interesante de Chanenko, es que recordó otra escucha dónde Celis y Bordeira alertaban que el asalto a la estancia de Diamante fue por un tema vinculado con una deuda de drogas.

«Me pereció raro que una funcionaria policial, que estaba al tanto de una actividad ilegal, no informara de eso a la autoridad judicial correspondiente», reflexionó el Federal. «Igualmente ella en algunos pasajes es como que indicaba que no iba a quedar sola hablando con Celis».

NAFTA DE AVIÓN

Otro dato llamativo, o más bien de color, fue cómo en las escuchas telefónicas Tavi o su hermano hablaban de la compra de nafta especial para aeronaves. «Se pudo saber que estaban buscando una importante cantidad de litros de combustible para avión, y hablaban en las comunicaciones que era para preparar un karting de competición. Se entiende que estas organizaciones hablan en clave y se debe decodificar la información», ilustró el jefe policial para completar: «También se insistía con la adquisición de bidones, por lo que daba la idea que estaban preparando la llegada de algo importante».

«De esa manera localizamos un campo en María Grande que tenía una pista clandestina, con estacas y telas, y esto tenía mucho que ver con lo que Celis marcaba que la droga venía por tierra, agua o aire».

Lo que UNO en su momento calificó como la operación Papa Noel, que fue el secuestro de 317 kilos de marihuana que se los transportó desde Paraguay en una avioneta que aterrizó en un campo cercano a la Balsa, fue confirmado por Chanenko. «Ellos hablaban de Papá Noel, y era como que esperaban un cargamento en los próximos días. Había mucho movimiento y diálogo, estaban exaltados y nerviosos, por lo que se escuchaba», manifestó.

En otra parte de su relato, confirmó que en las escuchas de Celis, Bordeira y otros miembros de la organización mencionaban al intendente Varisco. «Tenían diálogos por la actividad gremial y por el nombramiento de personal en la Unidad Municipal. Había un concejal, el flaco Silva y un tal Rivero que intercambiaban información», contó para agregar: «El mayor enojo era porque el intendente no estaba cumpliendo con lo prometido».

El relato de Chaneko fue seguido muy de cerca por Bordeira que tomó nota de todo lo que pudo. Ya anunciaron sus abogados defensores Boris Cohen y Marcos Rodríguez Allende que en cualquier momento declarará ante el Tribunal.

RUEDA IDENTIFICATORIA

La jornada se inició con el cumplimiento administrativo ligado con la identificación de las personas que forman parte de la causa Lemos Luciana Ernestina y otros sobre infracción ley 23.737 (más conocida como la causa Narcomunicipio).

– Griselda Bordeira: de 44 años, nacida en Clorinda, Formosa. Se encuentra casada y confirmó que mientras era funcionaria policial, y percibía su sueldo, fue designada en la Municipalidad de Paraná como prensa de Servicios Públicos. De allí que percibía por mes los dos emolumentos por unos 50 mil pesos.

– Luciana Lemos: la mujer de 30 años, fue expareja de Daniel Celis, es madre de cuatro hijos, y estuvo un año como empleada municipal. Contó que no pudo ir a trabajar por orden del intendente de Paraná Sergio Varisco. Ella fue contratada en el segundo piso de la comuna donde le dieron la tarjeta de cobro en el cajero.

– Eduardo Celis: 43 años, es hermano de Tavi, y le dicen Cholo. El verdulero de San Benito ganaba unos 30 mil pesos mensuales.

– Nahuel Celis: el muchacho de 24 años es hijo de Eduardo Celis.

– Wilber Figueroa Lagos: El peruano de 45 años llegó a la Argentina en el 2013, donde puso un comedor en la Villa 31 en Buenos Aires. Luego se vinculó con Paraná donde conoció a una mujer que es su actual pareja.

– Jonathan Jesús Heint: el joven de 24 años es empleado del gremio de Trabajadores del Túnel. Allí realizaba tareas de mantenimiento en el camping.

– Sergio Varisco: el intendente tiene 59 años, y mencionó que en 1983 ingresó a trabajar en la Justicia provincial, para luego pasar a la Municipalidad. Indicó que además estudió la licenciatura en Matemática aplicada. Como Intendente cobra en mano, 70.000 pesos.

– Héctor Pablo Hernández: el concejal cuenta con 45 años, es padre de tres hijos y se emocionó al informar que hace un mes falleció su padre. Cobra como edil 50.000 pesos, y a la municipalidad ingresó en 1994. Además, es dirigente de la Asociación de Ajedrez.

– Alan Nicolás Viola: el inspector municipal tiene 31 años, y en su detención en la cárcel aprendió el oficio en el taller de herrería.

– Juan Manuel Gómez: el muchacho de 27 años, informó que era sereno en el camping del Iafas.

FUENTE: Diario Uno



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