Realizaron una inspección en la Alcaidía Contravencional de Paraná, que funciona en el mismo edificio que la Comisaría Quinta. Hallaron gravísimas falencias de higiene y seguridad, que no cumplen con lo exigido por la ley.
Realizaron una inspección en la Alcaidía Contravencional de Paraná, que funciona en calle Ameghino 383, en barrio San Agustín, en el mismo predio ocupado por la Comisaría Quinta. El procedimiento fue llevado a cabo el jueves 10 de diciembre y los resultados, que se conocieron las últimas horas, reflejan que las celdas, las instalaciones y, en definitiva, todo el lugar, «no está a la altura de lo exigido al Estado por las Leyes, Las Constituciones Provincial y Nacional y por los Tratados y Convenciones de DDHH», según reza el informe.
La Agrupación H.I.J.O.S Paraná compartió el detalle de la inspección, que constató gravísimas falencias de higiene y seguridad, y concluye que «la dependencia visitada, no cuenta con las exigencias mínimas de tratamiento a las personas privadas de su libertad».
El operativo lo realizó la Mesa de Trabajo que integran el Ministerio Público de la Defensa de la Provincia de Entre Ríos y los Organismos de Derechos Humanos de Paraná, nucleados en la Red de Organismos de Derechos Humanos de la Provincia de Entre Ríos -RODHER-, en torno a la problemática de Violencia Institucional.
Participaron de la visita Mariana Fumaneri y Silvia Pingsdorf integrante de “La Solapa” Asociación de Ex Presos y Presas Políticas de la Provincia de Entre Ríos; Clarisa Sobko por H.I.J.O.S.-Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio- Regional Paraná; José Iparraguirre de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre; por el Ministerio Público de la Defensa de la Entre Ríos, la Defensora Pública Emiliana Cozzi; y los jueces de garantías Marina Barbagelata y Juan Hipólito Carlín.
DEPLORABLES CONDICIONES
A continuación, fragmentos de las conclusiones del informe:
«La higiene, es sin duda un punto neurálgico. Las instalaciones sanitarias son inadecuadas para satisfacer necesidades naturales en forma aseada y decente, el sistema de letrinas con materia fecal al alcance y a la vista. Ninguna de las habitaciones están mantenidas en debido estado edilicio, ni en limpieza. No disponen de agua ni de los artículos indispensables para su salud y limpieza. (…)
El sistema eléctrico es por lo menos inseguro para las personas que habitan el lugar, y deficiente en cuanto a la ventilación, el manejo de las temperaturas, estivales e invernales. Todos los pisos, salvo los de la Oficina Administrativa, son de una carpeta de cemento. En relación a la alimentación, conforme lo manifestado por los funcionarios policiales, se les reparte lo que entrega la Jefatura Central, no teniendo horario fijo, raciones que no son destinadas a quienes se encuentran privados de su libertad a disposición de la Justicia Federal. (…)
En definitiva nos encontramos con una dependencia donde se observa que es muy evidente el deterioro habitacional, y el estado insalubre, tanto para los detenidos como para el personal de la Comisaría».
