Héctor Motta: Luego de la entrega del “Doctorado Honoris Causa” hablo de su empresa, familia, la premiación y proyecciones económicas

La “Universidad Autónoma de Entre Ríos”, entregó el título honorífico “Doctorado Honoris Causa”, a las “personalidades destacadas e ilustres de diferentes campos, por las acciones desarrolladas a favor de la sociedad”.

Tal como lo informamos en este sitio digital,  y en díalogo con el empresario crespense en su momento, este miércoles, en un acto realizado en el salón auditorio “Walter Heinze” de la Escuela de Música, Danza y Teatro de la Facultad de Humanidades de Paraná, directivos de la UADER le entregaron dicho título al empresario crespense Héctor Motta, presidente del “Grupo Motta”.

Al finalizar el acto el empresario emitió alguna opiniones  que reproducimos a continuación en nuestro sitio de noticias de la provincia.

El empresario contó sobre su trayectoria empresarial y del 65º aniversario de “Cabaña Avícola Feller”, “que nació el 1 de enero de 1958, cuando Entre Ríos era una isla y que ha tenido un importante crecimiento en estos 65 años como empresa en el mercado.

En 1964, la empresa tenía una capacidad en la planta, para incubar 40.000 huevos y en la actualidad son 5.500.000, lo que demuestra la magnitud del desarrollo que tuvimos.

Uno de los objetivos que me tracé en su momento, fue lograr conexiones internacionales y así conseguimos consolidar una relación, durante 28 años, con una empresa de Estados Unidos, que después fue francesa-norteamericana.

A partir de ese momento, pasamos de 400.000 pollitos BB que se vendían en el año en aquel entonces, a  8.000.000.

En la década del 90, más específicamente en 1998, llegó Hy Line, también de Estados Unidos, a ofrecernos ser sus distribuidores en Argentina.

Cambiar de marca después de 28 años fue una decisión muy fuerte, analizada y  muy profunda, pero lo hicimos y los resultados nos acompañaron, porque desde ese entonces hemos crecido un 50% más en el país.

Esto nos ha permitido afianzar el liderazgo y con orgullo puedo decir que somos la empresa como Cabaña más grande del país, que distribuye, desde Racedo, en el departamento Diamante,  más del 50% de las ponedoras que hay en Argentina.

Ya en este milenio, entre 2010 y 2015, para acelerar el proceso y profundizar nuestras actividades, desarrollamos en el norte entrerriano (C. Bernardi),  ubicado sobre la ruta nacional Nº 127, un complejo de bio-seguridad que se lo conoce como COBISE. Este proyecto nos permitió alcanzar el liderazgo en sanidad, calidad, prestigio y servicios.

Hemos conformado una empresa que es una gran familia, que la comenzamos con 37 empleados y que hoy, el Grupo Motta tiene alrededor de 800.

Continuó diciendo , Héctor Motta, lo que destaco además, es nuestro compromiso muy fuerte con el sostenimiento del ambiente y la pauta está en que el agua que se ocupa para el proceso industrial, la reutilizamos para el riego de las 26.500 especies de árboles que hemos sembrado en

la entrada de Racedo, en un campo de 35 hectáreas, con lo cual estamos oxigenando y dándole un pulmón muy importante a toda nuestra región. 

Héctor Motta, hablo además sobre la tercera generación

Motta completó diciendo que “hace un año y medio atrás había dicho que ojalá Dios me bendijera y me diera la posibilidad de que algunos de mis nietos se codeara en el escritorio conmigo y hoy con orgullo puedo decir que hay 2 de ellos que ya están trabajando con nosotros, no full time por supuesto, pero están 5 ó 6 horas diarias, viendo lo que es la complejidad del manejo de una empresa.

Las transiciones familiares son a veces traumáticas y nosotros tenemos que hacerla de manera virtuosa.

Después de la pérdida de mi hermano Juan Carlos, uno de los golpes fuertes que me dio la vida,  haberlo tenido a mis hijos Augusto y Helen y a mi sobrino Juan Pablo, permitieron seguir trabajando de la misma manera.

“Ellos también entienden la importancia de formar la tercera generación para que perdure en el tiempo y para que realmente multipliquen hacia adelante”, cerro en el diálogo con el sitio el empresario, a quien le agradecemos los minutos que nos dispenso.



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *