Como cada año, el martes próximo pasado el Municipio de Enrique Carbó, en un acto protocolar llevó a cabo la celebración del «Día de la bandera Argentina» fecha elegida para la conmemoración de la muerte, en 1820, de Manuel Belgrano que fue mucho más que el creador de nuestra enseña patria.
A 203 años de su muerte en la ciudad de Buenos Aires, en la misma habitación en que pasó su infancia, dejó sus últimos días, frases célebres. El prócer y creador de la bandera Argentina el 20 de junio de 1820, consumido por la fiebre debido a un grave cuadro de hidropesía y sumido en la pobreza.
Solo contó con la compañía de unos pocos, entre lo que estaba el médico escocés Joseph Redhead quién lo trató hasta su último aliento.
Sin embargo llamó la atención los últimos días con vida de Manuel Belgrano. El testamento en su lecho de muerte, el festejo de su cumpleaños, la visita de grandes amigos y su última noche con vida.
La historia marca
Que el 25 de mayo de 1820, pleno de recuerdos de la jornada gloriosa de hacia 10 años Manuel Belgrano dictó su testamento en el que declaró heredero a su hermano Domingo lo nombró patrono de las escuelas para cuya construcción había donado 40,000 pesos oro y le pidió que se encargara de la crianza y mantención y educación de su hija Manuela Mónica, a la que le había dejado en Tucumán un terreno.
El 3 de Junio pasó su cumpleaños número 50 en compañía de algunos amigos y sus hermanos Miguel, Domingo y Juana. El doctor Sullivan tocó el clavicordio para distraerlo de aquellos tremendos dolores finales y de la depresión que le causaba su situación económica.
Unos días después tuvo la grata sorpresa de recibir la visita de su compañero de arma Gregorio Araoz de Lamadrid .
La noche del 19 de junio de 1820, la última de Manuel Belgrano en este mundo, la fiebre se lo llevó por un rato al terreno de los recuerdos la noche fue agitada y a las 7 de la mañana del 20 de junio de 1820 moría uno de Los Patriotas más importantes nuestro País.
Sus mejores frases
Alcanzó a decir unas últimas palabras: «Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán para remediar sus desgracias. Ay, patria mía».
Dijo «Fundar escuelas es sembrar almas».
«El hombre por su naturaleza aspira a lo mejor, Y por consiguiente desea tener comodidades y no se conforma solo con comer» . «Nuestros Patriotas están revestidos de pasiones y en particular, la de la venganza, es preciso contenerla y pedir a Dios que la destierre porque de no, esto es de nunca acabar y jamás veremos la tranquilidad.
«Soy muy amante de que todas las ciencias se sepan por principios y nadie pueda tener conocimiento de aquellos sin estar instruido en estos.
El miedo solo sirve para perderlo todo.
No es lo mismo vestir el uniforme militar que serlo. Metado no desorden, disciplina, no caos, constancia no improvisación, firmeza no blandura, marginidad, no condecendencia.
Fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio son los tres importantes objetos que deben ocupar la atención.
Durante el transcurso del acto, el presidente municipal el viceintendente, funcionarios, alumnos de los distintos establecimientos educativos y público en general honraron la memoria del más grande prócer Argentino.
Recuerdos de una gran fecha. Gobierno Municipal de Enrique Carbó y su gente.
