El río Paraná sigue en descenso y podría repetirse la bajante histórica del 2020

En tres meses bajó dos metros y medio en Paraná. El escenario registrado a la fecha es similar al de 2020 y alertan que la situación podría agravarse. El año pasado, se registraron 14 centímetros el 19 de mayo.

Hace casi un año, el río registró en Paraná una marca histórica: descendió hasta los 14 centímetros. Fue el 19 de mayo de 2020. Desde entonces ha tenido algunos periodos de recuperación y otros de descenso, pero nunca recuperó el caudal considerado normal para este curso de agua.

Y en las últimas ha vuelto a hacerse notar una persistente bajante. Tanto es así que en tres meses pasó de los 3,30 metros de mediados de febrero a los 75 centímetros que se registraron en la madrugada de este miércoles, conformaron a Elonce desde Prefectura. Incluso, se estima que en pocos días podría llegar a estar por debajo de los 50 centímetros.

“El escenario registrado a la fecha es similar al registrado en 2020, con una tendencia climática desfavorable que podría agravar la situación” durante el otoño y el invierno, adelantaron al respecto desde el Instituto Nacional del Agua (INA).

En tal sentido, desde el organismo ampliaron: “Continúa el escenario de déficit de precipitaciones sobre la cuenca de aporte directo contribuyendo al descenso de niveles y la disminución de caudales. La actual bajante se asemeja a la observada en mayo de 2020. De acuerdo a la información meteorológica se esperan eventos de lluvia inferiores a lo normal, por lo tanto, permanecerían valores por debajo de lo normal, agravándose la situación”.

Ecologistas preocupados

“De seguir cayendo en picada su caudal, pronto se repetirá el pico (de baja) del año pasado. Lo que se prevé es que en los próximos días la bajante del río será igual de pronunciada que el año pasado”, advirtió la organización ecologista El Paraná No se Toca. “Toda la cuenca aguas arriba está en baja por la escasas lluvias en Brasil y Paraguay, estos datos nos indican que la bajante del Paraná puede superar a la del año pasado e incluso podría ser peor”, comentó Pablo Cantador, de la agrupación ecologista.

Agregó que “hace más de un año que cientos de pequeñas lagunas del humedal se quedaron sin agua, las plantas acuáticas se secaron y la fauna típica que vive en estos ambientes desapareció”.

“Las lagunas y arroyos están con pasto, pero ahora llega el invierno y lo secará, a diferencia de lo que fue en el 2020, que con la bajante del río quedó con el humedal y las plantas, que se secaron por la cantidad de incendios”, detalló.

El ambientalista dijo que en este último verano se advirtió “una merma considerable de aves que migran en esta estación”, y que en la zona del humedal “desaparecieron” aves acuáticas de lagunas y arroyos.

A raíz de las quemas y ahora por la bajante del río, el ecologista dijo que especies de aves, como el gavilán caracolero, “ya no se ven en las islas puesto que no hay caracoles, no tiene comida y ha emigrado a espejos de agua del interior santafesino o de Entre Ríos”.

Otras de las especies víctimas de la situación hídrica es el coipo o nutria, por la ausencia de lagunas y la falta de control en la caza furtiva.

Luego agregó que de llegarse a esa situación, se complicará todo el sistema de cargas de buques en los puertos de la región y la logística de transporte por la Hidrovía Paraná-Paraguay.

FUENTE: Elonce.com



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