El municipio debe tres meses a transportistas

Se trata del Boleto Estudiantil Gratuito Universal (BEGU), y con noviembre incluido, son casi 8 millones de pesos por los pasajes gratuitos. Igual, empresas abonaron los salarios a los trabajadores.

Luego del sorpresivo corte de servicio de algunas líneas de colectivos urbanos durante casi una hora del lunes por la tarde, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) salió a aclarar que la medida no fue avalada por el sindicato, y si bien reconocen y reclaman una deuda de 2.300 pesos que tienen las empresas con los trabajadores, consideran que “no es momento para hacer medidas de fuerza”.

“Estamos atravesando todos una situación crítica, y el transporte público no es la excepción, aunque sí uno de los más damnificados. Pero es una situación delicada y estamos en permanente contacto con las empresas y comuna, hablando para que esto se pueda resolver”, planteó a UNO el secretario gremial de la UTA, Sergio Groh.

El dirigente explicó también que las firmas ERSA y Mariano Moreno informaron que durante la jornada de hoy, tercer día hábil del mes, se pagará el sueldo completo de noviembre a todos los trabajadores. “Si bien hay una deuda, creemos y es más importante que se pueda percibir el salario, sin dejar de reconocer y reclamar por lo adeudado”, planteó.

Según trascendió ayer, las firmas de la concesionaria Buses Paraná tenían asignado disponer para el pago de ese monto de 2.300 pesos pendientes a los trabajadores –correspondiente a una cuota de un bono no remunerativo de 16.000 pesos otorgado en paritarias–, con fondos que la comuna debe abonar mensualmente por el Boleto Estudiantil Gratuito Universal (BEGU).

Sin embargo, se adeudan tres meses, que equivalen a casi 8 millones de pesos.

De acuerdo a lo informado a UNO por fuentes de la concesionaria, en concepto por los pasajes gratuitos de chicos de Primaria y Secundaria –vigentes por ordenanza municipal– el Estado municipal abonaba aproximadamente a los 20 días de cada mes.

Sin embargo, en medio de la crisis financiera que atraviesa, la comuna adeuda una parte de agosto (unos 250.000 pesos), 2,6 millones de pesos correspondientes a septiembre, y la misma cifra por octubre y por noviembre recientemente finalizado.

A esa cifra, según se aclaró a UNO, se le debe sumar que Buses Paraná sufrió en noviembre el descuento de los 4,9 millones de pesos que habían llegado como Aporte del Tesoro Nacional (ATN), que tuvo un polémico tratamiento en el Concejo Deliberante, con críticas ya que se tratan de desembolsos para gastos generales. En definitivo, se echó mano al Fondo Anticíclico del Transporte con el redireccionamiento de partidas, y por ello ahora se descontó tal aporte.

Según se consignó, en el acta acuerdo firmado durante el conflicto gremial se había definido que esos fondos tenían como destino el pago de deudas salariales. Quedan dos cuotas de 2.300 pesos –una correspondiente a noviembre, y otra a diciembre–; mientras tanto se discute la paritaria del segundo semestre “y tenemos que hacer frente a subas de combustibles –hoy el mercado mayorista, o la venta a granel, es más cara que en los surtidores–.

Los reclamos se siguen elevando a las actuales autoridades, aunque con la vista puesta también en los funcionarios que asumirán en pocos días más en la ciudad. Mientras tanto, se aguarda que la Nación defina la continuidad o modificación del actual esquema de subsidios.

Finamente, UTA adelantó que no habrá medidas de fuerza en los próximos días si se cumple la promesa de pago del salario. “La medida del lunes fue arbitraria, sin autorización del gremio, por parte de algunos delegados. Les advertimos de la situación porque para realizar asambleas se debe notificar a la Secretaría de Trabajo, previamente”, indicó Groh.

FUENTE: Diario Uno



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