La falta de dólares en la Argentina se demuestra con el cepo. Si hay cepo es simplemente porque la demanda de dólares es mayor a la oferta oficial.
POR HORACIO RIGGI (*)
Una de las barreras para frenar la salida de dólares está anclada en el tipo de cambio. Cuanto mayor es el precio de la divisa estadounidense, menores son las posibilidades de comprar. Pero como el ingreso de importaciones se necesita para poder girar la rueda de la economía, el Gobierno mantiene desde los tiempos de Mauricio Macri un dólar oficial anclado y con cepo. En el fondo, la Argentina resiste a la devaluación que pide el mercado porque mantiene un cepo estricto aunque la brecha del paralelo con el oficial se estire hasta casi duplicarlo. Es cierto que el blue es ilegal, de hecho no queda registrado. Es cierto también que cada día hay más trabas para hacerse de dólares financieros como el contado con liquidación. Sin embargo, el verdadero problema está en otro lugar y se llama desconfianza.
Como resultado de eso, hoy la Argentina no puede levantar el cepo y va a resistir todo lo posible una devaluación del oficial. Si levanta el cepo, cientos de empresas van a enviar dólares a sus casas matrices y los argentinos que puedan comprarán dólares, los comprarán aunque el precio sea irrisorio. Con sólo esos dos puntos, no hace falta contar los dólares que requieran los importadores para darse cuenta que el billete verde en la Argentina es un bien escaso.
Este año, dentro de todo, el país tuvo un salvavidas que dejó tranquilo al Gobierno y al Banco Central. Ese salvavidas fue que, producto de la pandemia, subieron los precios de las commodities. Con una soja a valores insospechados, la liquidación de exportaciones viene por encima de lo esperado.
Un cable de la agencia Télam que cita información oficial reafirma el punto anterior. «Las liquidaciones por los cobros de exportaciones de bienes del sector agrícola totalizaron u$s 3230 millones durante agosto, equivalente a un aumento interanual del 67%, de acuerdo con el informe del Mercado de Cambios del Banco Central. El principal sector vendedor neto de moneda extranjera en el mercado de cambios durante agosto fue el de oleaginosas y cereales, que registró ingresos netos por u$s 2693 millones, es decir, un aumento interanual del 79%. Esas liquidaciones se produjeron casi exclusivamente por los conceptos incluidos en bienes».
Pero en un contexto de elecciones dónde el oficialismo y la oposición se juegan el futuro, el debate sobre qué pasa con los dólares brilló por su ausencia en cualquiera de las campañas para las PASO. Ahora, con la mira puesta en las elecciones definitivas de noviembre, nada indica que a algún candidato se le ocurra discutir cómo generar más dólares para poder normalizar la economía y en definitiva, volver a generar confianza.
(*) SUBDIRECTOR PERIÓDICO EL CRONISTA
