La “Fiesta de la Cerveza”, organizada por el “Club Atlético Unión de Crespo”, cumplió su 50° aniversario en la edición concretada en enero pasado, convirtiéndose con los años, en una de las festividades populares más convocantes y tradicionales que se realizan en el Departamento Paraná.
Este evento fue declarado como “Fiesta Provincial” por un decreto firmado por el entonces gobernador Jorge Pedro Busti, pero nunca tuvo una declaración formal avalada por la legislatura entrerriana, lo que entre otras cuestiones, le permitiría mantenerse en el “Calendario Oficial de Festividades Turísticas de Entre Ríos”.
A fines del año pasado, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de los diputados Gustavo Zavallo (PJ) y Julián Maneiro (JxC), por la que se declara “Fiesta Provincial” a dicho evento. Esta semana, ingresó el mismo para su tratamiento en el Senado, donde se espera también similar aprobación.
Los legisladores mencionados expresaron que “se podría afirmar que las colonias ruso-alemanas de esta zona le dieron legitimidad e identidad a esta fiesta, que tuvo una participación masiva desde sus inicios.
En 1972, en la primera edición, solo se identificaba a la Banda Regional Henkel con la música folk-alemana en su repertorio más ancestral. Luego y por el impulso de la Fiesta de la Cerveza, aparecieron en aquel escenario el trio de amigos integrado por Aurelio Wendler, Rolando Spreáfico y Pepe Machoveck, quienes se convirtieron en los Wendlers Buben y marcaron el camino para muchos grupos musicales que vendrían después con esta misma característica.
Para la primera edición y siguientes, no había en la ciudad un grupo de danzas alemanas. Todo debía ser contratado a la provincia de Santa Fe, desde donde llegó el grupo coreográfico Junge Freunde Deutschalnds (Jóvenes amigos de Alemania) y desde Capital Federal llegó la orquesta Die Goldene Sterne (Las Estrellas de Oro).
El éxito de aquellos dos grupos los hizo volver para la segunda Fiesta, donde fueron ingresando a la cartelera figuras como Isildo Kuchen y su Orquesta. También se contrataron grupos coreográficos de colonias alemanas y suizas de Santa Fe, que le pusieron un toque muy particular a aquella primera fiesta que convocó tanto a jóvenes como a personas mayores, alcanzando un éxito que aseguró la continuidad.
Por primera vez en la ciudad una fiesta comenzaba en la plaza pública y se dirigía en caravana a las instalaciones del club para el espectáculo y baile centra.
La iniciativa creció rápidamente y para la tercera fiesta ya se encomendó a Jacinto Gottig la preparación de 500 kilos de chucrut destinados al acompañamiento de salchichas y pollos.
Éste, fue el comienzo de algo mucho más grande que ha caracterizado a la ciudad de Crespo y fundamentalmente, al Club Unión, sede histórica de esta jornada festiva”.
