Diamante apuesta al turismo enológico

El secretario de Turismo y Cultura, Javier Robledo, se reunió con Leonardo Ortiz Singh, representante de la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos (A.V.E.R) y Eduardo Virrarruel, inversor privado diamantino, en pos de encauzar objetivos comunes, encarar necesidades en forma conjunta y trabajar en forma mancomunada en el desarrollo y fortalecimiento de la actividad.

El encuentro abordó diferentes inquietudes relacionadas a la actividad del vino y al emprendimiento privado “La Quinta”, que consiste en la construcción y explotación de un complejo turístico recreativo, que insumirá un terreno, propiedad de Virrarruel. El proyecto de cabañas ecológicas contempla una bodega, sum y cervecería. 

“Entre Ríos presenta un gran potencial para el cultivo de la vid y la elaboración de vinos, y es de suma importancia, que desde nuestro lugar, la Secretaría de Turismo y Cultura, pongamos a disposición las herramientas y los recursos necesarios para acompañar a los productores incipientes en sus proyectos” señaló Robledo.

Por su parte, Leonardo Ortiz Singh expresó: “Ante la creación de un nuevo emprendimiento, venimos a contar y compartir que significa pertenecer a la Aver, como trabaja y que beneficios tiene. Nuestro objetivo es saber que pretende, que quiere hacer, además de sugerir algunas cuestiones y vincularlo con algunos profesionales con los que contamos o con productores que ya están con un cultivo más desarrollado”.

En este sentido, explicó que la AVER, es una asociación con personería jurídica y que tiene su base en la Bodega Vulliez Sermet (Colón) desde el año 2.010 y que pretende que en Entre Ríos se logre una denominación de origen, y para eso hay que tratar de trabajar de una manera ordenada. “Estar ordenados nos permite gestionar, porque es una actividad que está creciendo, es sostenida y es un producto serio”. 

 Además, aclaró que no genera gastos y brinda muchísimos beneficios, vinculación directa con provincia, turismo, cultura, una red nacional e internacional, capacitaciones en todos los segmentos, como cultivos y en lo comercial, entre otras. “Trabajamos no solo con la parte técnica sino también, con fundamentos históricos y vivencias que tiene la provincia, hay muchos recursos para fomentar, para transmitir y comunicar de esta actividad que es muy sustentable”.

Para ser parte, se deben seguir ciertos requisitos básicos, como tener todo en regla en relación al Instituto Nacional de Vitivinicultura. En cuanto a la inscripción al INV, ente que guía y controla a la industria vitivinícola en forma eficiente, hacia la elaboración de productos genuinos y aptos para el consumo, mencionó que no se abona absolutamente nada.

Al referirse a las cepas entrerrianas referenció la tipicidad del vino en dos cepas que han dado muchas satisfacciones hasta el momento, la Tannat y la Marselan. En lo personal destacó la cepa Merlot, por su nivel de desarrollo y adaptación. 



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