Columna de opinión del diputado Fabián Rogel sobre el 24 de Marzo

Este 24 de marzo se cumple un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976 en la Argentina · Veníamos desde 1930 con fuerzas armadas que se creían dueñas de la libertad, de la soberanía, del bien, del mal y de la vida de cada argentino · Tenían como método interrumpir la democracia y desplazar a los gobiernos elegidos por la voluntad popular y, peor aún, cuando tomaban el poder demostraron que estaban lejos de moverse con un sentido patriótico o de defensa del interés nacional y del patrimonio argentino.

Memoria, verdad y justicia fue el lema que imperó tras el último golpe de Estado que tuvo características sangrientas, con bebés robados a sus madres privadas de la libertad, torturas y desaparición de personas.

Soy conciente que imperaba un contexto de violencia. Pero ninguna violencia, por más extrema que haya sido por parte de sectores de izquierda, se puede combatir con terrorismo de Estado. No lo hicieron las grandes civilizaciones, ni los grandes países. No lo hizo Italia con las Brigadas Rojas y no lo hizo ninguna democracia del mundo cuando tuvieron conflictos con sectores de izquierda.

Algunos quisieron apropiarse de los derechos humanos y eso fue un gran error. Los derechos humanos son valores que pertenecen a toda la humanidad y no a un solo sector. Y si de contradicciones hablamos, vale recordar que cuando Raúl Alfonsín propuso derogar, por ley, la autoamnistía de los militares, los “grandes defensores de los derechos humanos” fueron quienes votaron en contra de esa derogación.

Errores y contradicciones nos sobran a los argentinos, pero tenemos la obligación de recordar y levantar la gran bandera que Ernesto Sábato levantó y que el fiscal Strassera pronunció con la célebre frase “Nunca más”, con el que cerró su alegato en el juicio a las juntas militares. Hoy debemos lograr que los argentinos nunca más volvamos a insistir en quebrantar el orden institucional, como ocurrió en aquella dictadura sangrienta, que contó con la complicidad de muchos sectores económicos.

Mi recordatorio a tantos argentinos: a Mario Abel Amaya, a Sergio Karakachoff y mi homenaje a quien aún vive, Hipólito Solari Yrigoyen, quien sufriera tres atentados y que fuera desaparecido, por lo cual las fuerzas democráticas del mundo bregaron para que apareciera y no fuera asesinado.

Hoy, 24 de marzo, vuelvo a decir: Nunca más.



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