Biden está más cerca del triunfo, mientras sigue el conteo de votos en EEUU

El candidato demócrata redujo la ventaja que su rival le lleva en Georgia y Pensilvania, dos distritos donde la disputa es voto a voto. Y se mantiene al frente en Arizona y Nevada. Trump volvió a denunciar fraude y Biden le replicó.

El escrutinio de las elecciones estadounidenses se ha vuelto interminable, pero la ventaja parece cada vez más decisiva a favor de Joe Biden. En medio de la tensión, el presidente Donald Trump salió a denunciar públicamente un fraude, sin presentar pruebas.

El candidato opositor demócrata mantiene las mejores chances para llegar a la Casa Blanca porque superó a Trump en varios estados y lleva ventaja en distritos clave para lograr los deseados 270 votos electorales, el número necesario para cantar victoria. En un sistema electoral muy complejo, Biden contabiliza 264 electores y Trump 214.

La batalla se da en cinco estados por un puñado de votos con márgenes muy estrechos. Es que las elecciones tuvieron una participación récord de un 67% del electorado y 100 millones de personas votaron anticipadamente, la mayoría por correo. En varios distritos esos votos recién se contaron al final, el día de la elección, mientras que en otros se pudo hacer antes.

Por eso hay estados que son decisivos y todavía están procesando voto a voto. Se estima que la enorme mayoría del voto por correo es demócrata porque procede en general de centros urbanos y de gente más temerosa de ir a votar en el lugar por el coronavirus, dos características del electorado de Biden. Y así se vino demostrando durante el escrutinio porque el ex vicepresidente fue subiendo los números en todos lados a medida que avanzaba el conteo.

Biden lleva una ventaja en Nevada de 1% y en Arizona un 1,6% cuando falta muy poco para escrutar.

También suma grandes chances en Georgia, un estado que Trump comenzó ganando holgadamente y que el demócrata casi logra empatar en la noche de este jueves, cuando los pocos votos que restaban contar eran de Atlanta, un bastión demócrata. Y lo mismo sucede en la crucial Pennsylvania, donde Biden recorta distancias y le falta menos del 1% para alcanzar a Trump, cuando todavía hay votos para escrutar. En North Carolina, Trump se impone por 1,4%, pero todavía no se lo daba por ganador.

El conteo puede demorarse unos días porque en estados como Pennsylvania los votos que lleguen hasta este viernes pueden ser contados si tienen sello emitido el martes. Los de Nevada podrían ser contabilizados incluso hasta la semana próxima.

Ante este panorama, Trump está desesperado por frenar el conteo. «STOP THE COUNT!», tuiteó por el jueves la mañana. Cuando caía la tarde, el presidente apareció en el salón de prensa de la Casa Blanca y arrancó con una fuerte acusación, sin pruebas: «Si cuentan los votos legales, gano fácilmente. Si cuentan los votos ilegales pueden intentar robarnos las elecciones».

Su campaña había lanzado acciones judiciales para un recuento en Wisconsin (donde se dio ganador a Biden por 20.000 votos), Michigan (también ganó Biden por poco), Georgia y Pennsylvania. La mayoría de esos recursos fueron rechazados, pero él anunció que seguirá con la batalla legal y sigue recaudando dinero para eso.

También reclamó que los votos que llegaban a último momento en Pennsylvania no deberían ser contados, a pesar de que fue una decisión que tomó la Justicia hace unas semanas. En los hechos no se han reportado irregularidades ni incidentes durante los comicios ni tampoco durante el escrutinio.

Mientras tanto, Biden trató de llevar calma a los estadounidenses. En un mensaje desde Wilmington, Delaware, dijo que «esta es la voluntad de los electores, nadie ni nada más elige al presidente de Estados Unidos de América, por lo que cada papeleta debe ser contada».

En un mensaje con tono serio pero optimista, Biden pidió paciencia porque el resultado «se sabrá pronto» y pronosticó: «Seguimos sintiéndonos muy bien sobre cómo están las cosas, y no tenemos ninguna duda de que cuando el escrutinio acabe, la senadora (Kamala) Harris y yo seremos los ganadores».

El ex vicepresidente marcaba así un contraste con la actitud de su rival. «A veces la democracia es complicada, a veces se necesita un poco de paciencia. Pero esa paciencia se ha recompensado durante 240 años con un sistema de Gobierno que es la envidia del mundo», aseguró.

FUENTE: Clarín



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