Será a partir del 4 de noviembre, por dos semanas consecutivas. La compañía busca sortear la caída de ventas liquidando stocks y achicando costos de producción. Durante los primeros ocho meses de este año, sus ventas cayeron más del 5%.
La firma alimenticia Arcor no es ajena a la crisis económica local y en este marco resolvió adelantar vacaciones durante las próximas semanas en cuatro de sus establecimientos productivos. La compañía busca sortear la caída de ventas liquidando stocks y achicando costos de producción.
Según explicaron fuentes gremiales, la medida fue acordada con los representantes de los trabajadores y afectaría a más de 2.500 personas de sus plantas ubicadas en Colonia Caroya (Córdoba), Villa Mercedes (San Luis), Salto (Buenos Aires) y Tucumán.
El acuerdo contempla parar las fábricas a partir del próximo 4 de noviembre por dos semanas consecutivas y para el resto de sus establecimientos productivos se seguirán evaluando los pasos a seguir aunque no se descarta que la medida se extienda en los próximos días a más plantas de producción.
Esta drástica decisión fue además antecedida por el cierre de dos de sus establecimientos productivos ubicados en Mendoza y en Río Negro. Más específicamente en Mendoza despidió a 125 operarios de su fábrica dedicada a las mermeladas La Campagonla, la decisión incluyó además el traslado de las operaciones a la provincia de San Luis. En Río Negro, mientras tanto, contaba con una operación menor dedicada a las conservas de tomate que hoy ya pasó a la historia.
Según el diario Ámbito Financiero, la situación que atraviesa Arcor venía siendo, al menos, anunciada por su dueño, Luis Pagani. Sólo un par de semanas atrás el empresario había declarado avizoraba un 2020 «crítico» y abogaba por la conformación de un «gran acuerdo entre todos», incluidos empresarios y sindicalistas porque «la situación es grave y no la puede resolver solo un Gobierno».
De esta manera Pagani adelantaba que Arcor estaba atravesando uno de los peores años en su historia y a pesar de que encuentra una fortaleza en su perfil exportador, la caída de ventas en el mercado local, junto a las millonarias pérdidas que acumuló durante el año pasado, que ascendieron a más de $1.100 millones, la empujaban a tomar decisiones drásticas para salir a flote.
Según detallan desde la firma, durante los primeros ocho meses de este año, sus ventas en el mercado interno cayeron más del 5%. Justamente alrededor del 70% de sus ingresos dependen de la Argentina, en un contexto en el que las exportaciones también vienen cayendo.
FUENTE: Ámbito Financiero