La oficialización de la baja de diez puntos del impuesto PAIS, que comenzó a regir este lunes luego de la publicación en el Boletín Oficial, logró su cometido y ya tiene un impacto en las primeras listas de precios que las marcas comenzaron a publicar y distribuir a su red de concesionarios.
Fue Toyota Argentina la que tomó la iniciativa, al decidir reducir un 2% los precios de sus productos nacionales y un 4% promedio en el caso de los importados, tanto los que provienen de Brasil como de extra zona, es decir, de mercados que no tienen convenio de arancel 0% de importación.
El modelo más accesible de la marca es el Toyota Yaris. A partir del cambio, la versión XS 1.5 con caja manual que en agosto tenía un precio de $21.205.000, este lunes se publica con un valor de $20.357.000. En el otro extremo de la gama, el Yaris S 1.5 CVT costaba hasta el viernes $27.541.000 y hoy tiene un precio de $26.439.000. Lo mismo ocurre con los otros modelos que llegan de Brasil, el Toyota Corolla y el Corolla Cross.
Los vehículos que se fabrican en la Argentina, que tienen un componente de partes importadas que va del 30 al 40%, reciben un menor impacto de la reducción del impuesto PAIS porque sólo se aplica a las importaciones. Así, el 2% de reducción de precios se percibe con una variación que deja modelos como la pick-up Hilux 4×2 DC DX 2.4 con caja manual, que pasó de $36.199.000 a $35.475.000, mientras que en el tope de la gama, la Hilux 4×4 SRX 2.9 AT se redujo de $63.764.000 a $62.479.000. A su vez, el SUV Toyota SW4 también tuvo ese mismo porcentaje de reducción en el precio. Por ejemplo, el SRX 2.8 pasó de $71.126.000 a $69.703.000 y lo mismo ocurrió con los otros dos modelos de SW4. Y algo similar sucedió con los Hiace que se ensamblan en Zárate, donde la versión furgón pasó de $47.011.000 a $46.071.000, y el mismo porcentaje se repitió con la versión de pasajeros Commuter.
La otra marca que decidió hacer algo similar ya desde este lunes es Ford. Si bien no se publicó aún la lista de precios, es un hecho que la línea Ranger que se fabrica en General Pacheco tendrá una baja de precio de un 2% promedio en casi toda la gama. En el caso de los vehículos importados de mayor volumen, Ford Maverick, Kuga Híbrida y Bronco, la reducción oscilará el 3% en promedio, y con Territory, que viene de China, es posible que la baja de la versión SEL sea cercana al 3% mientras que la de tope de gama, Titanium pueda quedar sin cambios, ya que Ford había decidido bajar su precio para colocarla debajo del impuesto interno hace un par de meses, con lo que la baja ya existe desde antes.
El resto de las terminales aún no han comunicado qué política de precios adoptarán, aunque se entiende que la “movida” de Toyota marcará la dirección del mercado en general, con algunos modelos que tendrán que bajar para no quedar desfasados, y quizás con otra parte del portafolio que pueda mantener el precio de agosto. En general, la respuesta que dieron es que están evaluando la situación a nivel interno. En este aspecto, la que tiene más margen para estudiar el tema es Stellantis, que suele publicar sus listas de precios entre el cuarto y quinto día hábil de cada mes.
Hugo Belcastro, importador de BAIC (China) en la Argentina, y presidente de CIDOA, la cámara que nuclea a las empresas automotrices que importan autos y no tienen fábricas localizadas en el país, dijo en una entrevista de Radio Mitre que la baja del impuesto PAIS ya está impactando, pero que ese “impacto depende de una serie de factores. En algunos modelos impacta aproximadamente en un 4% y otro en otros el 8%, porque de alguna manera, entendiendo que de cada diez autos que se importan en la Argentina, ocho vienen de Brasil”.
El mismo empresario había dicho semanas atrás que cuando se confirmara la reducción de este impuesto a los bienes importados el que decidiría sería el mercado. “Ahí veremos si quién no los rebaja se queda con los autos sin vender y quién sí lo hace sale ganando mercado, o si el consumidor igual compra. Hoy, con esta oferta, el consumidor es el que pasa a ser el dueño de la pelota”.
“Hay algo muy importante que sucedió. El gobierno tomó esta decisión para que el usuario lo vea reflejado en su bolsillo. Aunque hayan pagado el impuesto PAIS del 17,5% por el mecanismo de pago adelantado de la Aduana, que percibe el 95% de ese impuesto al llegar las unidades al puerto de Zárate, los autos que hoy llegan a las concesionarias no pueden seguir costando lo mismo. En principio, no está publicada ninguna compensación para las fábricas que ya lo pagaron, pero el precio tenía que bajar y así lo han hecho. En esta condición, quién baja el precio, está absorbiendo ese desfasaje y no lo traslada a precio”, dijo un analista del mercado automotor a Infobae.