Un estudio académico realizado por la Universidad Nacional de Entre Ríos afirma que si el Plan que ejecuta la Tarjeta Alimentar mantiene el poder adquisitivo reducirá en 3,5 puntos el índice de pobres y en 2,3 el de indigentes.
El Plan Argentina contra el Hambre, que se viene implementando progresivamente en todo el país, plantea una asistencia monetaria directa ante la urgencia alimentaria que sufren amplios sectores vulnerables.
La asignación directa, según estima un trabajo académico de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), “podría generar una disminución de 3,5 puntos porcentuales en la cantidad de personas en situación de pobreza del país, representando una reducción del 10% de la tasa; y una disminución de 2,3 puntos porcentuales en la cantidad de personas en situación de indigencia, significando una caída del 28%”. El informe del Centro Interdisciplinario de Estudios de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER que lleva la firma del docente de esa casa de altos estudios, Gabriel Weidmann, señala también que el impacto es mayor en la población de hasta 6 años, más afectada por la pobreza: en este caso, la caída en la tasa de pobreza se estima en 12,5 puntos porcentuales (23% del total) y en la tasa de indigencia de 8,2 puntos porcentuales (59%).
En la provincia el beneficio cubrirá a 37.000 hogares, que reciben un monto mensual de 4.000 pesos en los casos de un solo hijo, y de 6.000 pesos en los casos de dos o más hijos, solo para la compra de alimentos.
El informe da cuenta de que los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) reflejan una tasa de pobreza del 35,4% de la población, y del 25,4% de los hogares. Asimismo, las personas cuyo ingreso no es suficiente para cubrir una canasta alimentaria básica (tasa de indigencia) se estimaron en el 7,7% de la población urbana, y 5,5% de los hogares. De esta forma, de una población urbana de referencia de 28 millones de personas, 10 millones están en situación de pobreza y 2 millones en situación de indigencia, valores que se proyectan a casi 16 millones de personas en situación pobreza y 3,5 millones en indigencia para el total de la población.
Si bien el informe plantea que “el real impacto y su desenvolvimiento se podrá analizar hacia mediados o fines del año, aún así se pueden llevar a cabo distintos ejercicios para indagar en la significación del programa, su posible impacto y consecuencias inmediatas en las familias beneficiarias”.
SIMULACIÓN
De esos resultados preliminares simulados se remarca un incremento inmediato del 14% del ingreso del hogar en promedio entre todos los hogares posiblemente beneficiarios.
“En términos generales, la tasa de pobreza (porcentaje de personas cuyos ingresos son inferiores al valor de una Canasta de Bienes y Servicios considerados fundamentales) estimada a los valores de febrero 2020, se acercaría al 36,5%, la cual podría llegar a disminuir al 33% luego de la completa implementación del plan, lo que representa una disminución de 3,5 puntos porcentuales en la tasa de pobreza. Se trata de casi 1 millón de personas que saldrían de su situación de pobreza monetaria de la población urbana de referencia (una disminución del 10%). Si este cambio se estima para el total de la población del país, podrían llegar a salir de la situación de pobreza 1,5 millones de personas” asevera el estudio.
Por otro lado, la tasa de indigencia (el porcentaje de personas cuyos ingresos son inferiores al valor de la Canasta Básica Alimentaria) se estima en un 8,3% según los valores de febrero 2020, la cual podría llegar a disminuir al 6% si se aplicara la Tarjeta Alimentar a toda la población elegible, representando cerca de 650.000 personas que saldrían de la situación de indigencia, en referencia a los 28 millones de la población urbana abarcada por la encuesta. Esta variación significaría una caída del 28% en las personas en situación de indigencia. Si esto se proyecta hacia la población total del país, podrían llegar a salir de la situación de indigencia 1 millón de personas.
En el caso de Entre Ríos, si se aplicará una tasa del 35% de pobreza promedio, la tarjeta permitiría escapar de ese índice a más de 40.000 personas, sobre un total de más de 400.000 entrerrianos situados debajo de la línea de la pobreza.
AGLOMERADOS URBANOS
En el caso puntual de los dos aglomerados que mide el Indec, en Paraná se reduciría del 29,3% al 26,9%, y la indigencia, del 5,3% al 3,3%. En Concordia, del 51% al 48,1% disminuiría la cantidad de personas debajo de la línea de la pobreza; y del 13,4% al 10,4%, de aquellos situados debajo de la línea de indigencia.
Y puntualiza el mayor aporte sobre la población infantil.
“El impacto del programa tendría un efecto significativo sobre la población de destino, con una disminución del 23% de aquellas niñas y niños de hasta 6 años en situación de pobreza, y del 59% de aquellos en situación de indigencia, pero aún queda un núcleo que permanecería en dicha situación, sobre el que se tendría que profundizar”, plantea el informe.
Al final del documento, se plantea que este ejercicio de simulación de las posibilidades que brinda la Tarjeta Alimentaria del Plan Argentina contra el Hambre se reflexiona “si el mismo podría tener una perfecta implementación inmediata a todos los beneficiarios. El nivel de implementación y acceso a dicha política, así como el conjunto del resto de las variables socioeconómicas que influyen en la situación social de las personas determinarán el impacto real del plan”.
FUENTE: Diario Uno