El pequeño oriundo de Gualeguaychú, padece leucemia y necesita recibir una donación de médula ósea lo antes posible. Se está buscando, a nivel mundial, un donante no emparentado, ya que su familia no es compatible.
Hoy no es un día más para los miles que están en lista de espera. Esperando un llamado, esperando la buena noticia, la que ilumine la esperanza de seguir con vida. Nada menos. Hoy es el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre. El caso de Ulises. Un nene de apenas ocho años que necesita un o una donante compatible y se aferra a la vida. ¿Sos donante? Porque es una buena semana para empezar a serlo.
Donar sangre es donar vida. ¿Quién está dispuesto a discutirlo? Nadie. Nadie con dos dedos de frente, al menos. Hoy, en Argentina, es el Día nacional del donante voluntario de sangre. Por eso, se impone la necesidad de volver a contar por qué es tan importante, tan sencillo y tan solidario el hecho de donar sangre.
En el país se necesitan 5 mil donaciones diarias, según el Ministerio de Salud de la Nación. ¿Qué pasa en Gualeguaychú al respecto? Esa fue la pregunta que le hice al doctor Luis Castillo, jefe del Servicio de Hemoterapia del Hospital Centenario hace más de 25 años, y responsable del Banco de Sangre, desde que el mismo fue creado, hace poco más de siete.
«Como todas las fechas conmemorativas, ésta nos sirve para recordar la importancia de la donación de sangre. Y hay que explicar esto cada vez más. La sangre entera no se utiliza más, como se hacía en un principio. Hace varios años que hacemos un procesamiento de esa sangre para dividirla y llevar a cabo las trasfusiones a medida», explicó Castillo y, con tono docente, detalló: «Esto significa que al que necesita glóbulos rojos se le da solamente glóbulos rojos; al que necesita plaquetas, plaquetas, y al que necesita plasma, se le da plasma».
«Hablamos de donación de sangre, pero en realidad se trata de hemocomponentes, ósea: componentes de la sangre», ahondó. «A eso se le agregó hace algunos años la médula ósea. Se trata de un tejido que está dentro de los huesos y es donde se fabrican los tres elementos que forman la sangre: los glóbulos rojos, los blancos y las plaquetas. Se descubrió que trasplantando ese material se podía combatir enfermedades que hasta ese momento eran de muy difícil tratamiento, como la leucemia y otras patologías asociadas», explicó.
Estos avances sucedieron hace unos 20 años aproximadamente, poco menos de un centenar después de la primera transfusión de sangre realizada en el país, el 9 de noviembre de 1914, en el Instituto Modelo del Hospital Rawson de la Capital Federal, por el doctor Luis Agote. Por ese hecho histórico se estableció, en 2004 y por ley, esa fecha como el «Día nacional del donante voluntario de sangre».
«Los avances en la medicina son muy rápidos. Hace algunos pocos años, la extracción de médula ósea se hacía mediante una punción, era una práctica muy cruenta. Pero esto no es así hace tiempo. Cambió rotundamente cuando se empezaron a utilizar aparatos de aféresis (separación), una práctica muy sencilla en la que te sacan sangre por un brazo, se colecta la misma, se divide, se guarda lo necesario y se devuelve al organismo lo que no se vaya a utilizar, por el otro brazo. Para el donante esto es absolutamente inocuo», aseguró el profesional.
Gualeguaychú, cada vez más consciente
El Banco de Sangre de la ciudad es parte del Servicio de Hemoterapia del Hospital Centenario. A diferencia muchos otros, éste se encuentra fuera del nosocomio, y es así por una cuestión básica: no debe mezclarse la población sana con la enferma. Y los donantes son personas sanas.
Desde el primer momento, esta decisión fue valorada como altamente positiva. Y estos nueve meses de pandemia sirvieron para ratificarla: a pesar del aislamiento, no hubo disminución en la cantidad de donantes.
«En septiembre, que es el último registro que tenemos volcado a la estadística, tuvimos 119 extracciones, de las cuales se procesaron 118 bolsas de glóbulos rojos, 63 plasmas frescos y 70 bolsas de plaquetas. Y si bien la media mensual es de 150 donaciones, es un número que está dentro de nuestros parámetros», destacó Castillo.
«En la ciudad atravesamos el 25 por ciento de donantes voluntarios, ya hace rato. Queremos llegar al 100 por ciento, obviamente. Pero cada año se avanza un pasito más», celebró el médico.
Ulises y la importancia de donar médula ósea
Donar en Vida es la organización nacida tras el fallecimiento de Antonella González, la niña que conmovió a toda una ciudad y volvió a poner en agenda el (evitable) crecimiento del cáncer y sus duras consecuencias.
Hoy, 4 años después, la ONG continúa haciendo un trabajo extraordinario. «La leucemia no te espera», afirmó la presidenta de la entidad, Susana Olivera, con mezcla de crudeza y ternura, como quien se ha acostumbrado (o quizá nunca se acostumbre) a acompañar a pacientes y a familias enteras en esa descarnada y despareja lucha nos plantea el cáncer.
«La leucemia no sabe de pandemias. Por eso estamos retomando nuestro trabajo, después de algunos meses de cortar con toda actividad, por una cuestión de cuidado. Tenemos que decir, lamentablemente, que en esta cuarentena perdimos dos ahijados de Donar en Vida, Manuel (19) y Pierina (6). Y otra mala noticia, de esas que nunca queremos dar, es que tenemos uno nuevo, Ulises, que tiene ocho años», contó.
Lo desesperante es que Ulises, quien padece leucemia, necesita recibir una donación de médula ósea lo antes posible, pero ni su padre, ni su madre, ni su hermana son compatibles. Por lo que ya se está buscando, a nivel mundial, un o una donante no emparentado, por fuera del grupo familiar.
«El problema es que, a la dificultosa tarea de conseguir un donante que no sea familiar se le suma la pandemia. Hay muchos bancos de sangre del mundo que no están trabajando, por la situación actual. Lo que dificulta aún más la búsqueda», lamentó Olivera. Y alentó a que todos nos registremos para ser donante de médula ósea (trámite que se debe hacer en el Banco de Sangre, Luis N. Palma 870). «Si no crecemos en el registro, ¿cuántos Ulises vamos a tener?», se preguntó, sin más crudeza de la que devuelve la realidad a cada instante.
FUENTE: El Día de Gualeguaychú