Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, Molares fue «detenido de manera irregular por el gobierno de facto de Añez en noviembre de 2019 y desde entonces estuvo en prisión preventiva, mientras era tratado en un hospital por una herida de bala y problemas renales».
Facundo Molares, quien había sido detenido de manera irregular en Bolivia en noviembre de 2019 por el gobierno de facto de Jeanine Añez, regresó este domingo al país tras intensas negociaciones entre Cancillería, la embajada argentina y las nuevas autoridades designadas por el flamante presidente de ese país, Luis Arce.
Acompañado por autoridades bolivianas y de la embajada argentina, Molares abordó el T-11 de la Fuerza Aérea enviado por Presidencia a La Paz, y fue trasladado hasta la base aérea de El Palomar, partido de Morón, en el oeste del conurbano bonaerense, para luego ser transportado a un centro de atención médica, informó Cancillería a través de un comunicado.
En el aeropuerto Molares fue recibido por el director general de Asuntos Consulares, Gustavo Dzugala.
A su delicada situación, se le sumaron complicaciones previas, que dieron lugar a reiteradas gestiones para asegurar un tratamiento médico adecuado.
A partir de la asunción de Arce, el canciller Felipe Solá se contactó con las nuevas autoridades bolivianas y entabló un diálogo con el ministro de Justicia, Iván Lima, quien buscó dar una solución al caso comprometiéndose además a preservar su estado de salud.
Según detallaron desde Cancillería, Molares fue «sometido a un proceso judicial irregular y con acusaciones que el Ministerio Público Fiscal nunca acompañó de cargos concretos en su contra».
«Durante su prolongada detención Molares fue transferido de penal y debió soportar que cuatro audiencias para el tratamiento de su caso fueran postergadas y dilataran aún más la situación», reseñaron.
Luego de las tratativas que Solá mantuvo con Iván Lima, actual Ministro de Justicia de Bolivia, el 26 de noviembre se informó a Cancillería que el Tribunal Número 1 Penal de Sentencia de la ciudad de Montero había autorizado que la prisión preventiva pudiera ser sustituida por otras instancias y que, en vista de los argumentos del abogado de Molares y del Consulado argentino en Santa Cruz de la Sierra, el detenido recibiera atención médica en Argentina.
El tribunal boliviano consideró que, además de atender su salud, Molares debería presentarse periódicamente ante el Consulado boliviano en Buenos Aires hasta que se resuelva el caso de fondo.
Organismos de derechos humanos -Abuelas de Plaza de Mayo, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Liga Argentina por los Derechos Humanos y el Centro de Estudios Legales y Sociales- habían pedido «una acción urgente a las autoridades argentinas y bolivianas por Facundo Molares Schonfeld».
Y el padre del fotoperiodista, Hugo Molares, juez de paz en Chubut, dijo que se trataba de una «detención irregular, sin existencia de imputación penal específica» y también había pedido la intercesión de las autoridades locales para que lo liberaran y lo regresaran a la Argentina.
