El papa Francisco expresó su deseo de viajar a la Argentina por primera vez desde que asumió al frente del Vaticano y deslizó que «después de una elección ciertamente que sí» podría concretarse la visita, aunque aclaró que dependerá de «miles de factores».
«Yo quiero ir a Argentina. Quiero», sostuvo el Sumo Pontífice, quien destacó que tiene la «voluntad» para regresar a su tierra natal.
En una entrevista realizada por Daniel Hadad para Infobae, el Santo Padre recordó que la visita a la Argentina «estaba planeado en diciembre del 17».
«Se iba a ir primero a Chile, después a Argentina y Uruguay. El plan era ese. Pero ¿qué sucedió? Que (la entonces mandataria trasandina, Michelle) Bachelet terminaba su gobierno y las elecciones eran precisamente por esa época. Entonces tuvimos que pasar a Chile en diciembre y ya ir en enero a Argentina y Uruguay… En enero no encontrás ni al gato. Entonces se cambió el programa y se hizo Chile y Perú y quedó Argentina y Uruguay para después: y ese `después´ es lo que estamos esperando la coyuntura», explicó.
Y profundizó: «O sea, no hay una negación de ir, no, de ninguna manera: estuvo planeado el viaje. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad».
En ese sentido, Francisco aclaró que el viaje a la Argentina dependerá de «miles de factores» y, ante la pregunta sobre cuáles serían algunos de esos condicionantes, detalló: «Primero, la voluntad de que yo vaya. Creo que eso está. Segundo, la coyuntura sociopolítica, que a veces la visita de un papa puede ser usada en todos los lugares. Que no sea usada ni para un lado ni para otro, ¿no?».
Ante ese dato, el Papa fue consultado sobre si podría definir su viaje después de una elección, como la que se realizará este año en la Argentina, y respondió: «Podría pasar. Después de una elección ciertamente que sí. Por eso en tiempo electoral no se hacen viajes en los países para evitar que la presencia sea usada por el partido gobernante para una reelección o algo por el estilo».
En ese contexto, el Pontífice evitó estimar un rango de tiempo para que se concrete la visita: «No. No sé, porque son estas cosas que se arman ahí. Pero ciertamente estuvo planeado y si no se fue, es por el mes, ya».
Además, Francisco también desestimó que el celibato sea un impedimento para ejercer el sacerdocio y afirmó: «En la Iglesia católica hay sacerdotes casados. Todo el rito oriental es casado. Todo».
«No hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar. El celibato en la Iglesia occidental es una prescripción temporal, no sé si se resuelve de un modo o de otro. Pero es provisoria en este sentido, no es eterna, como la ordenación sacerdotal, que es para siempre», planteó el Santo Padre.
El Papa también habló sobre la homosexualidad y afirmó que «la Iglesia es para todos».
«La gran respuesta a aquello es Jesús. Adentro todos. La Iglesia es para todos y cada uno resuelve sus posturas ante el Señor, con la fuerza que tenga», sostuvo el líder del Vaticano.
Y concluyó: «Esta es una Iglesia de pecadores: la Iglesia de santos no sé dónde está, acá somos todos pecadores. ¿Quién soy yo para juzgar a una persona si tiene buena voluntad? Hay que ir a lo esencial del Evangelio: Jesús llama a todos».
Fuente: información de Infobae.