Prisión por atacar a familia para quedarse con su casa

Integrantes de un grupo de violentos y narcos del barrio Capibá de Paraná acordaron penas de cárcel por irrumpir en una casa y balear a un hombre.

Un grupo de violentos, transas y apretadores, pretendía tener el dominio del barrio Capibá, de Paraná. Robaban y asediaban a vecinos para atemorizarlos, echarlos y quedarse con sus viviendas. Dos de ellos, que fueron detenidos el año pasado, acordaron ayer penas de prisión efectiva en un juicio abreviado. En la investigación quedó claro el modo de actuar y la gran cantidad de armas de fuego que almacenaban y utilizaban para diversos delitos, en el marco de una situación compleja de este barrio de la zona sur de Paraná.

Los imputados fueron Micael Ariel Gustavo Mamani, nacido en Diamante, de 20 años, y Ezequiel Godoy, alias El Ogro, de 25.

El hecho que les adjudicaron y demostró el modus operandi del grupo, ocurrió el 3 de noviembre de 2019, en una vivienda del Capibá. Los dos jóvenes irrumpieron en la casa de una familia fuertemente armados y les reclamaban todo el dinero, o de lo contrario los echarían a la calle y se quedarían con su casa. Como el padre de la familia se resistía, le dispararon un balazo en la rodilla, mientras su esposa y su pequeño hijo gritaban aterrados.

El caso quedó en manos de la División Homicidios, que el 7 y el 9 de noviembre allanó domicilios que funcionaban como aguantadero de armas y drogas de la banda criminal, ubicados en el mismo barrio.

Uno de los procedimientos tuvo lugar en una casilla precaria, de la que nadie se hizo cargo, donde hallaron un arsenal y estupefacientes. A un costado de la estructura los policías observaron que había tierra removida en distintos lugares, así como una pala y un pico. Al excavar, localizaron las pruebas: en un pozo donde se halló una caja similar a un cofre, que tenía casi dos kilos de cocaína, una pistola 9 milímetros, un revólver calibre 22, un frasco con 39 cartuchos 9 mm., y también había enterrada una carabina automática calibre 22, con silenciador.

Dos días después, los investigadores requisaron la vivienda de otro integrante de la banda, Lisandro Leyes, quien al ver ingresar a los policías arrojó a un patio contiguo una bolsa con una pistola, un revólver, un cargador y municiones.

Las pericias balísticas realizadas por el persona de la Dirección Criminalística arrojaron que esas armas fueron utilizadas en el hecho imputado, así como en otros episodios delictivos.

En la audiencia realizada ayer en Tribunales, los fiscales Ignacio Aramberry y Laureano Dato desarrollaron los hechos investigados y atribuidos a los acusados, así como las pruebas que los sustentan.

“Se ha podido reconstruir que los imputados Mamani y Godoy formaban parte de un grupo que operaba en Capibá, vinculado al comercio de estupefacientes, a la tenencia de armas, al apriete como en este caso y a la utilización de armas para dominar y manejar el barrio”, aseguró Dato, y agregó que estas acciones delictivas ponían en peligro “la vida y la seguridad de todo el barrio Capibá”.

Tanto Mamani como Godoy aceptaron ser condenados por los delitos de Coacciones agravadas por empleo de arma y en concurso real con lesiones graves, por aquella violenta irrupción en una casa de familia y balear al hombre.

Pero además, Godoy siguió protagonizando hechos delictivos, que se le acumularon en su expediente. Mientras estaba imputado en esta causa, le impusieron una prohibición de acercamiento al barrio Capibá y estuvo en prisión preventiva domiciliaria, con tobillera electrónica.

El 30 de mayo, salió a robar, con la tobillera puesta. Fue en calle Miguel David y las vías, cuando intentó frenar a un motociclista y le arrebató la mochila. Un rato después intentó hacer lo mismo con otro motociclista que pasaba por ese lugar, a quien además le arrojó un fierro a la cabeza, que impactó en el casco de la víctima.

Cuando la Policía allanó la casa donde estaba viviendo, encontró elementos de la víctima del robo. Además, en el centro de monitoreo electrónico del Servicio Penitenciario quedaron registradas las salidas de Godoy del domicilio.

Por esto, Godoy recibirá la pena de cinco años de prisión efectiva, mientras que Mamani acordó cumplir cuatro años y 10 meses de cárcel.

FUENTE: Diario Uno



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