Nueva ronda de declaraciones en el caso por el accidente fatal de Taborda

Declararon ayer más testigos de la tragedia, el perito de Accidentología Vial y especialistas. El martes, los alegatos por el homicidio de Maka Taborda.

En la segunda jornada del juicio contra Ulises Truffe por la tragedia vial ocurrida el 18 de noviembre de 2028 en avenida Almafuerte y 3 de Febrero, declararon más testigos del hecho y especialistas que hicieron sus aportes a la investigación. También declaró la madre de Silvestre Maka Taborda, víctima fatal del siniestro, sobre cómo se enteró de la muerte de su hijo. Sobre la mecánica del hecho, quedó plasmada la violencia del impacto del auto del acusado contra dos vehículos y los tres jóvenes que estaban por cruzar la calle, y que ni siquiera frenó antes de chocarlos, lo que a su vez impide determinar la velocidad a la que conducía por la ausencia de huellas en el asfalto.

En el accidente, Truffe iba al mando de un Chevrolet Celta hacia el oeste, se desvió y colisionó dos Ford Galaxy que estaban estacionados en 45° en el “triángulo” de Almafuerte y Deán J. Álvarez, a Taborda y a los dos heridos, Guillermo Martínez y Karen Acevedo.

Pablo Darío Pesoa era dueño de uno de los Galaxy que quedaron destrozados tras el impacto. Ayer declaró en el juicio: “En ese momento estaba esperando a una chica afuera del boliche (Kuva), escuchamos una explosión terrible y vimos que los autos volaban, era una cosa impresionante y ahí vi las personas en el piso. No vi cuando los chocó, pero vi lo que pasó porque estaba enfrente, en un puesto de hamburguesas. No sentí ninguna frenada, nada de eso, solamente una explosión muy fuerte. Fui a ver, vi una chica y un chico tirado en el piso, un auto destrozado con el mío, partes de autos por todas partes. Maka Taborda estaba 20, 30 metros más adelante”.

“Me acerqué al conductor del auto rojo y estaba totalmente borracho, inconsciente, le pedí los datos del seguro y no pudo decir nada. El mismo policía que estaba en el lugar abrió el auto, en ningún momento encontró el seguro, el carné y vio que tampoco era titular del auto. El conductor estaba adentro, no se bajó en ningún momento. Yo lo insultaba, fue un momento de enojo, de calentura”, recordó Pesoa.

A su vez, el muchacho dijo: “No he reclamado nada, se perdió una vida y hay cosas más importantes que eso. Estuve seis meses sin trabajo porque trabajaba con el vehículo. Era un auto que valía 75.000 pesos que intentaba venderlo y lo terminé vendiendo por 10.000 pesos por partes. Ahora voy a intentar reclamar algo. Truffe nunca se comunicó conmigo. No hice ningún conflicto, no hice ninguna denuncia”.

También mencionó que el conductor no iba solo en el auto, un misterio que parecía rondar la causa: “Resulta que hablé con el primo de Truffe, creo que estaba en el auto con él, según lo que he averiguado. Él me dijo ‘yo soy su primo’, también estaba borracho. Cuando me dirijo a hablar con la Policía y con el dueño del otro Ford Galaxy, para pedirle los papeles del seguro, se acercó y dijo ‘hablen conmigo yo soy su primo’”, aseguró.

Asimismo, aportó un dato que, a falta de rigor científico sobre la velocidad a la que iba Truffe, podría servir para tener una aproximación: “La fuerza con que chocó esos dos autos fue totalmente impresionante. Me acuerdo que había un remisero que se agarraba la cabeza y no lo podía creer, dijo ‘no podía venir a esa velocidad’, e intentaba asistir a las personas”, rememoró Pesoa.

LA ESCENA

Leonardo Gabriel Sartore, subcomisario de la Policía provincial, integra la División Accidentología Vial de la Dirección Criminalística. Ha hecho más de 500 pericias, y una de ellas fue por este caso. En su testimonio de ayer en el juicio, contó los elementos que analizó para sacar conclusiones sobre la mecánica del siniestro, y para ilustrar lo mejor posible al Tribunal y a las partes hizo una representación con tres autitos de juguete.

Dijo que una de las cámaras de seguridad de la zona registró el paso del Chevrolet Celta, en cuyo video “se vio una velocidad constante, no había ni aceleración ni desaceleración sobre su marcha”.

“No se encontraron huellas de frenada previo al impacto. Se produce el contacto entre la parte frontal izquierda del Celta con el lateral derecho delantero del Galaxy gris. Este hace una rotación antihoraria y golpea el Galaxy negro en el lateral derecho parte media, con el lateral izquierdo delantero”, refirió Sartore.

Entre ambos vehículos habrían ido los jóvenes atropellados.

A su vez, dijo que el parabrisas del auto de Truffe “se encontraba con una impronta de adentro hacia afuera en la parte inferior izquierda, y otra en la parte superior derecha de afuera hacia adentro”. Es decir, el golpe del conductor y el de la víctima.

Por otro lado, el perito explicó: “Quiero aclarar que en ese lugar donde se produjo el atropello no hay señalización horizontal de senda peatonal, están en la esquina de Soler y Alfamuerte, y en la esquina de 3 de Febrero y Almafuerte. Los peatones, de realizar el cruce deberían hacerlo en esas intersecciones, nunca en ese sector”.

“Referente a la velocidad, no pude determinarla ya que no encontramos indicios previos al impacto, huellas de frenada, algún derrape”, dijo Sartore, y al respecto agregó: “Tampoco en las videofilmaciones, porque se deben cumplir determinados requisitos, uno es que sea grabada en HD, que tenga más de 24 fotogramas por segundo, o full HD, que tenga más de 36 fotogramas. La otra condición que las cámaras tienen que estar perpendiculares a la circulación del automóvil, nunca posterior o de frente, porque se dificulta la toma de visión tanto del lugar como del fotograma”.

“Encontramos una cámara que reunía una de las condiciones -continuó el testigo-. Estaba enfocando en forma perpendicular a avenida Almafuerte y justo se observa pasar el Celta. Pero la filmación estaba dentro del local, cuyos vidrios estaban polarizados, las rejas del local, y también al momento que atravesaba el auto también circulaba una camioneta por el carril derecho, entonces me lo cubre parcialmente al auto, y no grababa en HD, sacaba 10 fotogramas, era imposible calcular la velocidad”.

Por otro lado, Sartore refirió otra conclusión de sus análisis periciales: “No encontramos participación de un tercero involucrado que lo haya tocado al Celta y le haya cambiado la maniobra o la dirección al momento del siniestro. Eso nos fijamos en los laterales traseros que generalmente es donde si un auto lo toca lo hace desestabilizar, pero no encontramos indicios”.

CONDUCÍA ALCOHOLIZADO

También declaró Natalia Quevedo, bioquímica especialista en Toxicología Forense, a cargo del gabinete de Toxicología del Ministerio Público Fiscal de Entre Ríos desde hace ocho años. La testigo contó cómo es el procedimiento para el análisis de muestras para determinar presencia de etanol.

Quevedo refirió que en la muestra de sangre encontraron un valor de 1,14 gramos por litro de sangre; en la de orina, 0,48 gramos; y en el líquido encefalorraquídeo, 0,92 gramos por litro.

La etapa de testigos del juicio terminó y el martes a las 10.30 serán los alegatos del fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull, el querellante Eduardo Gerard y el defensor Marcos Rodríguez Allende, para luego aguardar por la sentencia de la jueza Carolina Castagno.

FUENTE: Diario Uno



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