En la reunión de Gabinete, el Presidente Javier Milei dejó una dura frase contra los gobernadores que se muestran duros para prestar apoyo a la Ley Ómnibus que se trataría el martes en el recinto de la Cámara de Diputados. “Los voy a dejar sin un peso”, lanzó. El Gobierno ya activó un mecanismo para echar a quien hizo trascender a los medios el exabrupto. En la administración de Rogelio Frigerio pusieron paños fríos frente a la tensión que exhibe la Casa Rosada.
La expresión fue el resumen de la táctica confrontativa que adoptó el líder del Ejecutivo a medida que se embarran las negociaciones con la oposición en el ámbito legislativo. Y un respaldo a su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y al vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, que ayer habían expresado sendas frases en el mismo sentido y fueron acusados por, supuestamente, amenazar a todos aquellos que no apoyan su medida.
Pese a la arremetida unilateral del titular del Ejecutivo, en el Gobierno provincial buscaron bajar los decibeles. “Lo puede hacer. El Presidente tiene dentro de sus facultades la utilización de ciertos recursos y los puede administrar de forma discresional”, deslizó a APFDigital un estrecho colaborador del gobernador Rogelio Frigerio.
“Otros son de transferencia automática (los de coparticipación, por caso). A esos los vamos a defender como corresponde”, agregó. Luego, puntualizó que existe consenso de que hay que brindarle a Milei “las herramientas para lograr lo que todos buscamos: equilibrio fiscal”, ya que este sería el camino para lograr la baja de la inflación.
Días atrás, Caputo se había expresado ayer a través de X, rompiendo su usual bajo perfil. “El déficit cero no se negocia. Si no se aprueban todas las medidas económicas propuestas en la ley, como dijo el Presidente”, dijo. Y luego informó que había mantenido una reunión con su secretario de Hacienda y su subsecretaria de Provincias para delinear todas las partidas provinciales que recortarían “inmediatamente si alguno de los artículos económicos fuera rechazado”.
Adorni había hablado en un sentido similar más temprano, en su habitual conferencia matutina desde la Casa Rosada: “Más allá de que no vemos razones para que el proyecto de ley bases no se termine transformando en ley, en caso de que eso no ocurra, es seguir con el ajuste de las cuentas públicas, no va a haber otro camino. El ajuste de las cuentas públicas va a incluir el análisis de todas y cada una de las partidas que el Gobierno nacional transfiere a las provincias, en todos los conceptos que se pueda ocurrir”, había adelantado.