Con una puesta en escena inédita, en horario de prime time televisivo por cadena nacional, el presidente Javier Milei presentó esta noche en el Congreso el proyecto de Presupuesto 2025, que tiene como “piedra basal” el déficit cero y será el “más radicalmente distinto de este siglo”, según resaltó a lo largo de su discurso. Lo hizo con un fuerte mensaje hacia los gobernadores, a quienes les advirtió que para garantizar la baja del gasto público consolidado deben hacer un ajuste de 60 mil millones de dólares.
Ante un auditorio con varias ausencias en el recinto de la Cámara de Diputados, principalmente de legisladores del kirchnerismo, el mandatario ratificó la idea económica que lleva adelante, confirmó que continuará con el veto de leyes que pongan en riesgo el equilibrio fiscal que su Gobierno defiende como un mantra y hasta les dejó un claro mensaje a los gobernadores, consignó el portal de Infobae.
Milei llegó al Congreso a las 21:02 acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. El mandatario fue recibido por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quien se dio un afectuoso abrazo.
Las frases más destacadas de Javier Milei
“Hoy estamos aquí para presentar un proyecto que va a cambiar para siempre la historia de nuestro país, de manera que volvamos a ser la Argentina grande que alguna vez fuimos. Después de años en que la clase política vivió poniendo cepos a las libertades individuales, hoy venimos aquí a ponerle un cepo al Estado. Este presupuesto que estamos presentando tiene una metodología que blinda el equilibrio fiscal sin importar cuál sea el escenario económico”.
“Después de años donde la clase política vivió poniendo cepos a las libertades individuales, hoy venimos aquí a ponerle un cepo al Estado”.
“Este proyecto de presupuesto que estamos presentando hoy aquí tiene una metodología que brinda el equilibrio fiscal sin importar cuál sea el escenario económico. Esto significa que, independientemente de lo que ocurra con la economía a nivel macro, el resultado fiscal del sector público nacional estará equilibrado”.
“A partir de ahora la Argentina será solvente, con la consecuente baja del riesgo país, de la tasa de interés y, en consecuencia, el aumento de la inversión, de la productividad, del salario real y, en definitiva, la caída de la pobreza y de la indigencia”.
“Estamos hoy aquí en esta misma casa donde en diciembre del año 2001 fue declarado y aplaudido durante la presidencia de Adolfo Rodríguez Saá en casa llena y en medio de enorme algarabía el default de la Argentina. Ese default que fue festejado y aplaudido de pie por la totalidad de la clase dirigente sería el comienzo de un ciclo populista que ha destruido la Argentina”.
“Soy el primer presidente economista de la historia argentina, para ser más preciso. Como soy economista, probablemente es por deformación profesional, para mí el destino de un pueblo se juega en las definiciones económicas que toma”.
“Sólo sobre la base de una economía sana, las personas pueden ejercer verdaderamente su libertad. Bueno, la primera y primordial de estas definiciones es acerca de qué se tiene que ocupar el Estado y cómo va a ser el dinero de los pagadores de impuestos. Eso, ni más ni menos, es el presupuesto nacional”.
“La tarea principal de este honorable casa, para lo que fue pensada, es establecer un presupuesto nacional para definir qué hace el Estado con el dinero de los pagadores de impuestos”.
“La piedra basal de este presupuesto es la primera verdad de una administración pública sana”.
“Lo primero que hay que entender es que cuando los gobiernos quieren gastar, y gastar compulsivamente, y no les da el margen para seguir subiendo impuestos, como ocurre en la Argentina, la única forma de pagar la cuenta es pidiendo plata prestada o imprimiéndola en el Banco Central. Recordemos brevemente lo que ha sido la metodología histórica de nuestra clase democrática”.
“La Argentina no tiene acceso al crédito, por ahora”.
“Los políticos no entienden la restricción presupuestaria y no quieren dejar de gastar, generan déficit. Para cubrir ese déficit, lo primero que hacen es tomar deuda. Pero como no hacen el ajuste necesario, la deuda se vuelve impagable y entonces default. Así es como nos convertimos en el mayor defaulteador serial del mundo, pero el default no es inocuo”.
“Caer en default lo que produce es la ya famosa en Argentina fuga de capitales. Entonces los dólares comienzan a escasear y los políticos no tienen mejor idea que establecer aranceles o derechos de exportación para hacerse de los dólares del sector privado. Y por el otro lado, establecen controles de capitales para intentar retener los escasos dólares que así genera el país. Como esto produce que la Argentina se quede sin crédito en los mercados financieros, no tiene mejor idea que emitir dinero, que como ya sabemos, genera inflación”.
“La deuda es producto del déficit, la emisión monetaria es producto del déficit, la inflación es producto de financiar el déficit con emisión, la destrucción del capital es producto del endeudamiento que genera el déficit. Por lo tanto, la pobreza y la indigencia son producto del déficit”.
“El político sabe perfectamente que cuando aumenta el gasto público, le está poniendo la plata en un bolsillo a la gente para sacarle el doble por el otro bolsillo. Por eso vetamos el proyecto de aumento del gasto público que sancionó este Congreso. Y por eso vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal”.
“Desde 1901 hasta la fecha hubo 22 crisis económicas en la Argentina, 20 de esas 22 se caracterizan por un déficit fiscal”.
“Cuando abordamos el cuadro de situación heredado, no estamos hablando únicamente del ‘massazo’ del 2023, sino del efecto acumulado de un siglo entero de crisis recurrentes”.
“Nos tocó ni más ni menos que la peor herencia de la historia, tanto en materia fiscal y monetaria, como en múltiples dimensiones de la vida social argentina”.
“Heredamos un déficit consolidado de 15 puntos del PBI, de los cuales 5 puntos pertenecían al Tesoro y 10 al Banco Central, más que cualquiera de estas crisis que acabo de mencionar”.
“Gestionar no es designar miles de funcionarios en todos los rincones del Estado cuando la mitad de esas áreas no deberían existir”.
“Redujimos el gasto en alrededor de USD 90.000 millones. O sea, no exageramos cuando decimos que hemos hecho el ajuste más grande en la historia de la humanidad”.
“Redujimos el gasto en alrededor de USD 90.000 millones. O sea, no exageramos cuando decimos que hemos hecho el ajuste más grande en la historia de la humanidad”.
“Gestionar es achicar el Estado para engrandecer a la sociedad”.
“He decidido que parte de nuestro legado sea cambiar para siempre la metodología a través de las cuales se elabora el Presupuesto. El déficit siempre fue consecuencia de pensar primero cuánto gastar y después ver cómo financiarlo”.
“Nosotros vamos a hacerlo al revés, pensando primero cuánto tenemos que ahorrar para después ver cuánto podemos gastar. Por eso estamos proponiendo una regla fiscal inquebrantable para este Presupuesto y para todos los presupuestos que vengan de acá en adelante”.
“El nivel de gasto a erogar estará condicionado por el nivel de superávit primario a conseguir, que a su vez estará condicionado por los ingresos observados netos del monto de intereses a pagar por la deuda”.
“Nuestra metodología presupuestaria va a lograr tres objetivos inéditos. Uno, va a blindar el equilibrio fiscal para siempre, terminando con el castigo de la deuda y la emisión. Va a obligar al Estado a hacerse cargo y absorber los efectos de las perturbaciones en la economía. Y para cuando haya mejoras permanentes, como serán los años venideros, va a obligar a devolver el exceso de recaudación a la sociedad a través de la reducción de impuesto”.
“De acá en adelante no sólo podremos ir reduciendo impuestos sino también el tamaño del estado que es la verdadera presión impositiva”.
“Esta metodología que estamos presentando en el presupuesto nacional blinda el resultado fiscal sea cual fuera el escenario macroeconómico. No importa qué suceda con la economía, no importa si nuestras estimaciones están bien o mal, sea cual fuera el escenario económico, el resultado fiscal estará siempre garantizado”.
“Nos dejó un sistema en el que el 70% del gasto público se va en gasto social de distinto tipo. Esto que durante años ha sido aclamado como un éxito para todo el arco político, no indica otra cosa más que una tragedia humanitaria, porque significa que más de 20 millones de argentinos no se pueden sostener por sus propios medios si no es con la ayuda del Estado”.
“Lo fundamental que tiene que hacer un Estado nacional es asegurar la estabilidad macroeconómica, las relaciones exteriores y el imperio de la ley. Punto”.
“Tiene que entenderse de una vez que no es tarea del Estado interferir en el proceso económico. No creemos en la política económica contracíclica y de ningún tipo. Creemos en la libertad, en los derechos de propiedad y en que los precios se expresen libremente”.
“El déficit es el corazón del problema, la reducción del gasto para lograr superávit va a estar en el centro de la solución”.
“La sostenibilidad de la deuda va a bajar el riesgo país de abaratar el costo financiero, contribuyendo al aumento de la inversión y el ahorro, en consecuencia, a la suba del salario real, que es la única manera que baje la pobreza y la indigencia”.
“En una economía globalizada y aún más desde la existencia de Internet, el capital se ha vuelto nómade. Hoy cualquier persona puede abrirse una cuenta en Estados Unidos o en Paraguay sin moverse de su casa y lo hacen buscando mejores condiciones fiscales que las que ofrecemos nosotros. Por eso es imperativo que Argentina vuelva a ser atractiva para los argentinos”.
“Hay que amigarnos de una vez por todas con la idea de que lo mejor para un trabajador es un empresario que invierte. Pero la única forma de multiplicar la cantidad de empresas es dejándoles de meter la mano en el bolsillo y liberándolos del infierno de regulaciones, permisos y costos altísimos que tiene la actividad privada en la Argentina”.
“Gracias a esta mega reforma del Estado que hemos emprendido estaremos alcanzando niveles de libertad económica similares a los de Alemania, Francia o Italia, en menos de un año de gestión con viento y marea en contra”.
“A los gobernadores les digo, cumplir el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI requiere que las provincias en su conjunto hagan un ajuste adicional de 60 mil millones de dólares. Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del acuerdo, ahora faltan ustedes”.
“Los argentinos a lo largo y ancho del país saben perfectamente bien que por cada peso que dejen de gastar las provincias y los municipios se lo podrán devolver en bajas de ingresos brutos u otras tasas. Si cumplen con este mandato popular, los argentinos de bien estarán agradecidos”.
“Pero déjenme decir que hay algo que estoy seguro que los argentinos no van a permitir, y es que cuando el Estado Nacional elimine o baje un impuesto, ustedes (por los gobernadores) quieran subir los suyos. No va a caminar”.