El retraso con que arribará el fenómeno que produce sequías y que se haya atemperado “hicieron modificar las perspectivas meteorológicas de noviembre y que las lluvias discurran dentro de lo normal para Argentina”.
La Niña menos intensa. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ratificó el pronóstico de alivio a los productores, que se habían preparado para un escenario totalmente desfavorable dado que se anunciaba que la corriente de La Niña traería sequía y pocas lluvias para la próxima cosecha. Sin embargo, ahora se prevé que la misma será breve (hasta marzo) y de leve intensidad.
El retraso con que arriba y que se haya atemperado “hicieron modificar las perspectivas meteorológicas de noviembre y que las lluvias discurran dentro de lo normal para Argentina”, según un informe publicado en la Guía Estratégica para el Agro (GEA).
Ya entre el sábado 2 y el domingo 3 de noviembre, un sistema frontal se desplazó desde el sudoeste al noreste de la región pampeana. Y este lunes hubo nuevas lluvias, que trajeron alivio a sectores rurales de centro del país, incluida Entre Ríos.
Sobre la Niña
Todo indica que esta vez “la Niña” se va a empezar a notar a partir de diciembre, lo cual dio tiempo para que en octubre las lluvias hayan dejado la cantidad de milímetros que hizo mejorar la situación antes que empiece el evento.
Y noviembre empezó de la mejor manera en este sentido, más allá de los inconvenientes que las tormentas pusieron haber ocasionado.
Perspectivas para el verano
Para el verano, aparte del impacto de esta “Niña” débil, podrá jugar a favor, aunque también introduzca mayor incertidumbre, que los océanos están muy calientes, como el Atlántico, por ejemplo, que tiene una anomalía positiva en las áreas cercanas a las costas de Sudamérica hasta llegar a la altura de Buenos Aires.
El enfriamiento del Pacífico lleva a esperar una “Niña” en el verano que se está reduciendo de una forma muy significativa respecto de lo que se observaba a principios de año. También se habla del calentamiento en el mar Mediterráneo por el reciente fenómeno de gota fría (D.A.N.A.) que impactó sobre España.
Débil
El jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCR, Cristian Russo, dialogó con el consultor en clima Alfredo Elorriaga sobre los últimos datos de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica) –una de las entidades referentes en materia climática a nivel global–, que “son optimistas para Argentina”, porque “la intensidad ha vuelto a decrecer y ya podemos hablar de una Niña débil”.
Si en abril, se esperaba una “Niña monstruosa”, con un pico de anomalía que sobrepasaba los -2°C en las proyecciones, hoy finalmente, pasó a ser “una Niña chiquita, débil”.
Así en marzo casi se estaría en “neutralidad”, cuando se proyectaba para abril con los datos de setiembre.
Una Niña débil implica que es menos probable que se produzcan los impactos habituales de falta de agua durante el verano.
No obstante, se advirtió que la variabilidad de los indicadores predecibles” aún podría influir en la confianza de este pronóstico”.
La suerte que el especialista asigna a este año es que la neutralidad se mantuvo por más tiempo, ya que normalmente, un evento Niño o Niña empieza a tener injerencia en el clima de Argentina a partir de setiembre/octubre.
Atmósfera perturbada
Sin embargo, Elorriaga advirtió que los huracanes que recientemente se produjeron en Estados Unidos son una señal clara de que el sistema atmosférico está muy perturbado.
De todos modos, los pronósticos de una “Niña” débil y corta, que en principio va a favor de mejores lluvias para Argentina, quedan relativizados por factores, como los calentamientos oceánicos.
Advirtió que al estar el sistema más alterado y haber, en definitiva, mayor energía disponible, todo puede pasar, como en España.
Fuente: NA