La Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias de la Alimentación de la UNER lanzó una propuesta para llevar adelante durante la cuarentena. La idea consiste en reutilizar bidones y botellas de plástico y usarlos como macetas para cultivar nuestros propios alimentos.
“Desde la Secretaria venimos trabajando en conjunto con el INTA. Hemos brindado ciclos de charlas sobre huertas agroecológicas y alimentación saludable. Por esta mirada, desde a la agroecología, es que nace nuestro aporte”, contó a ERA Verde Romina Bacigalupo, responsable de Extensión de la Facultad de Alimentación de la Universidad Nacional de Entre Ríos.
Así nació la iniciativa de invitar a quienes deseen poder emprender una huerta en casa a partir de consejos simples y aprovechando el tiempo de cuarentena. Además, se ha tenido en cuenta que el aislamiento social y preventivo para combatir la pandemia de Covid-19 ha obligado a muchos cambiar ámbitos y a repensar nuestras prácticas cotidianas. Uno de ellos está ligado a una actividad diaria e imprescindible: cocinar y alimentarse. Y en este sentido, el conocer el origen de los alimentos que se consumen y de qué manera son tratados antes de llegar a la mesa es una actividad que en la rutina de todos los días pasaba, en ocasiones, inadvertida. También permanecer todo el día dentro de la casa acercó a las personas a la cocina, ya sea por una cuestión de economía del hogar o para pasar el tiempo en familia. Es por esto que pensando alternativas que pueden reunir estas dos condiciones, desde la UNER se lanzó la propuesta de realizar una huerta agroecológica en casa.
“Podemos hacer una huerta en un patio con fondo de tierra o hasta en un balcón”, detalla Mercedes Rasia, ingeniera en Alimentos, docente e investigadora, e impulsora junto a otros docentes de la llamada “Huerta de la Facu”. Esta iniciativa es un espacio de aprendizaje lanzado por la Facultad de Ciencias de la Alimentación en donde los estudiantes de la Escuela Secundaria que funciona en la unidad académica ubicada en Concordia, aprenden a trabajar la tierra.
REUTILIZAR Y RECICLAR
Rasia propone realizar una huerta en macetas, aprovechando los espacios y –de paso- reutilizando materiales. “Podemos reciclar botellas, bidones, baldes, hay infinitas opciones”. También es importante hallar un lugar de la casa donde haya sol por lo menos seis horas al día, y agua disponible. Pero… ¿Qué pasa si esas condiciones no se dan? En ese caso podemos sembrar aquellas especies que no necesiten tanto sol y que se cultivan bien a la sombra, como la lechuga y la acelga”, detalla la investigadora.
En la misma línea de reutilizar y reciclar, el momento de cuarentena también brinda la oportunidad de comenzar a separar los residuos hogareños y convertirlo en un hábito junto a todos los integrantes de la casa. Y con los desechos orgánicos puede hacerse compost que luego será abono para la huerta. “Necesitamos un rincón al que no le dé mucho el sol y un balde o un cajón de madera para tirar ahí los restos de verdura, cáscaras de huevo, yerba, etcétera”, detalló Rasia. Lo que antes era basura, hoy es compost y mañana será abono. Más información y detallados paso a paso pueden hallarse en el manual “Mi casa, mi huerta”, editado por el INTA y disponible para su consulta en línea en este link: Mi casa mi, huerta.
Bacigalupo, contó además que esta perspectiva de la agroecología ha ido madurando junto el acompañamiento a “emprendedores locales, brindamos charlas y talleres abiertos a la comunidad. En el 2017 realizamos un Seminario de Economía Social, Soberanía Alimentaria y Desarrollo, con disertantes referentes en la temática, como lo fueron los integrantes de la cátedra libre de Soberanía Alimentaria de la UBA. Luego, en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Alimentaria (INTA), realizamos talleres de Huerta Agroecológica y Alimentación Saludable. La primera vez fue en 2018, y en 2019, lo repetimos, debido a la gran demanda por parte de la comunidad en este tipo de saberes”.
Bacigalupo destaca la importancia de que la Facultad abra sus puertas y espacios de debate de este estilo y este tipo de temáticas. “Espacios que son horizontales y democráticos de intercambio de saberes, donde todos aprendemos”. Pero, ¿de qué se habla cuando se habla de agroecología? “El concepto es muy amplio, pero cuando hablamos de agroecología hablamos de inclusión, de ética, del cuidado de los recursos y de las personas, del derecho a la alimentación sana, segura y soberana. Estos términos también nos representan como comunidad universitaria y es la mirada que tenemos desde la Secretaría de Extensión y desde la Facultad. Es el camino en el que queremos seguir aportando y construyendo. Así podemos entender de dónde viene el plato de comida que tenemos enfrente y que eso, sea basado en la elección”, finalizó.
FUENTE: Era Verde
