Bajo el lema “Junto a María, Peregrinos de la Esperanza”, se realizará la 43ª edición de la Peregrinación de los Pueblos entre Hasenkamp y Paraná. La caminata espiritual se enmarca en el Año Jubilar y los 50 años del Santuario La Loma.
La 43ª edición de la Peregrinación de los Pueblos Hasenkamp–Paraná se realizará los días 17 y 18 de octubre, bajo el lema “Junto a María, Peregrinos de la Esperanza”. Así lo confirmaron desde el Movimiento Apostólico de Schoenstatt y la comunidad parroquial de Hasenkamp, organizadores de este multitudinario evento de fe que convoca a miles de personas cada año.
La tradicional caminata une la ermita de Hasenkamp con el Santuario de Schoenstatt en Paraná, en vísperas del Día de la Madre. En ese recorrido, los fieles experimentan la cercanía espiritual con la Virgen María, reconocida como Madre, Reina y Educadora. Este año, la peregrinación cobrará un sentido especial, ya que se enmarca en el Año Jubilar convocado por el Papa Francisco y en el 50° aniversario de la bendición del Santuario La Loma, ocurrido el 31 de mayo de 1975.
Un camino hacia la esperanza y el perdón
Los organizadores explicaron que el lema de este año se inspira en el mensaje del Jubileo: “Junto a María, Peregrinos de la Esperanza”, una invitación a caminar con fe en busca de la misericordia divina. “Uno de los signos del Jubileo es justamente la peregrinación, experiencia de conversión y de reencuentro con Dios”, destacaron.
El Papa Francisco ha señalado que los jubileos “han sido siempre un acontecimiento de gran importancia espiritual, eclesial y social”, al estar marcados por el perdón de los pecados y la posibilidad de ganar indulgencias plenarias, un gesto concreto de la misericordia de Dios que permite liberar el corazón del peso del pecado.
Durante la peregrinación, los fieles podrán acercar sus contribuciones al Capital de Gracias, ya que el Santuario La Loma ha sido designado por el obispo como uno de los lugares donde se pueden obtener indulgencias plenarias durante el Año Jubilar.
Testimonios, comunidad y raíces
La historia de la Peregrinación de los Pueblos comenzó en 1983, cuando dos jóvenes del movimiento de Schoenstatt, Jorge Quiroz y Amelio Rodríguez, decidieron caminar desde Hasenkamp hasta Paraná como cumplimiento de una promesa a la Virgen. Lo que empezó como un gesto íntimo, se transformó con los años en una de las expresiones de fe más emblemáticas de Entre Ríos.
Cada año, la caminata reúne a personas de todas las edades, con historias de vida atravesadas por la fe, la esperanza y la superación. Los peregrinos suelen compartir durante el trayecto momentos de oración, cantos, gestos solidarios y agradecimientos, en un clima profundamente espiritual.
“El lema quiere ser un faro que ilumine nuestro peregrinar de la mano de María, con la certeza de que ella nos guía a Jesús, razón de nuestra esperanza”, expresaron desde la organización, subrayando que la Virgen representa “el testimonio más alto” de confianza en las promesas divinas, incluso en medio de las dificultades.
Una experiencia transformadora
Desde su inicio hasta la llegada al Santuario de Schoenstatt, la caminata simboliza no solo un acto de devoción, sino una oportunidad para renovar la fe y abrazar la esperanza.
“Queremos ser peregrinos que a cada paso llevemos esperanza a quienes más lo necesitan, proclamando al Dios vivo y dando testimonio de Jesús, el único Salvador”, concluyeron desde el Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
La convocatoria ya está abierta y se espera, como cada año, una participación masiva. La Peregrinación de los Pueblos, una tradición entrerriana profundamente arraigada, volverá a ser un espacio de comunión, fe y esperanza.