El presidente de la Cámara de Diputados Roberto Fico fijó este martes para el 24 de enero la primera «sesión conjunta» en la que los 1009 grandes electores fijados por Constitución iniciarán las votaciones para elegir un nuevo mandatario.
El Parlamento italiano iniciará el 24 de enero las votaciones para elegir al sucesor del actual presidente, Sergio Mattarella, quien termina su mandato el 3 de febrero y no buscará la reelección.
El presidente de la Cámara de Diputados Roberto Fico fijó este martes para el 24 de enero la primera «sesión conjunta» en la que los 1.009 grandes electores fijados por Constitución iniciarán las votaciones para elegir un nuevo mandatario.
Los participantes de la sesión que elegirá al próximo jefe de Estado son los 630 diputados, los 321 senadores (315 elegidos y seis vitalicios de designación presidencial) y 58 delegados de las regiones.
Diecinueve de las 20 regiones del país mandarán tres delegados, elegidos por los Consejos Regionales, mientras que Valle de Aosta enviará un solo representante.
Durante las tres primeras votaciones es necesaria una mayoría calificada de dos tercios, 673 votos, para designar al presidente, mientras que de la cuarta votación en adelante basta con mayoría simple de 505 apoyos.
En 2015, cuando las votaciones iniciaron el 29 de enero, Mattarella fue elegido el 31 de ese mes, en la cuarta votación, con 665 votos de 1.009 participantes.
Según planteó Fico, se hará una votación por día y los participantes están obligados a usar barbijo de protección nivel FFp2.
Por el momento, uno de los principales candidatos es el actual primer ministro Mario Draghi, quien a fin de año no descartó la posibilidad de pasar a ejercer la Presidencia si logra el mismo respaldo con el que ejerce el Gobierno, en base a una amplia mayoría que contiene a casi todo el arco político con representación parlamentaria, salvo la derechista Hermanos de Italia, publicó Télam.
Sin embargo, la dificultad para encontrar otra persona que pueda ejercer el Gobierno con tanto apoyo y no obligue a adelantar las elecciones le juega en contra a las aspiraciones del economista, premier desde febrero pasado.