Impacto en la Argentina de la escalada en Medio Oriente: qué dicen economistas y analistas internacionales

Con el ingreso de EE.UU al conflicto, la tensión mundial aumenta. La incertidumbre en los mercados globales ya tiene reflejo local. Cómo puede seguir.

El ingreso de EE.UU al conflicto bélico entre Israel e Irán mediante bombardeos a tres instalaciones nucleares iraníes aumenta los riesgos económicos y políticos en el ámbito local. Si Medio Oriente estornuda y el mundo se resfría, la Argentina no puede quedar exenta. El impacto sobre el sector energético, aunque es el canal más directo, no será el único.

“Hemos completado con gran éxito nuestro ataque a los tres sitios nucleares en Irán, incluyendo Fordow, Natanz y Esfahan. Todos los aviones ya se encuentran fuera del espacio aéreo iraní. Se arrojó una carga completa de bombas sobre el sitio principal, Fordow. Todos los aviones regresan a salvo a su base. Felicitaciones a nuestros grandes guerreros estadounidenses. No hay otra fuerza militar en el mundo que pudiera haber logrado esto. ¡AHORA ES EL MOMENTO DE LA PAZ!“, dijo el presidente Donald Trump en sus redes sociales.

Frente a ello, el Parlamento de Teherán aprobó la propuesta de cerrar el Estrecho de Ormuz, aunque todavía no es definitivo. El general Esmaeil Kousari, miembro de la Comisión de Seguridad Nacional, explicó que la Cámara “ha alcanzado la conclusión de que hay que cerrar el estrecho, pero la decisión final recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional”, y sostuvo que “se hará cuando sea necesario”, según consignaron Europa Press Reuters.

Ormuz es un corredor marítimo de apenas 30 kilómetros de ancho, por donde circula el 20% del petróleoy el 30% del gas natural licuado (GNL) a nivel mundial. Una afectación de este paso tendría gran repercusión en la economía, considerando que Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irak y Kuwait dependen de él para exportar sus hidrocarburos.

El bloqueo del estrecho podría elevar el precio del crudo a un rango de entre USD 130 y USD 150 por barril desde los casi USD 75 actuales, de acuerdo a estimaciones de JP Morgan y ING Barings.

Daniel Montamat, ex secretario de Energía, afirmó que el cierre “complica mucho el abastecimiento de China, que hoy es el mayor importador de crudo. Como está en juego ese suministro, los iraníes lo van a pensar dos veces. Pero hay una guerra y eso desata pasiones y abre la caja de Pandora. Si el tráfico por Ormuz se ve interferido, el barril puede ubicarse por encima de los 100 dólares”.

“De no suceder, la oferta mundial se vería menos comprometida, por lo que los aumentos de precios serán más moderados. Todo esto queda sujeto a que el conflicto no siga escalando y comprometa a otros países. Si cae el régimen iraní o hay un principio de acuerdo, vuelven los fundamentos del mercado a predominar y las cotizaciones se acomodarán a la baja”, dijo el especialista.

Impacto del conflicto en la economía local

La incertidumbre llegó a los surtidores argentinos y Puma y Shell aplicaron una suba del 5% en los precios de la nafta y el gasoil. YPF, que concentra casi el 60% del mercado, aún no definió que camino seguirá pero es probable que haya novedades en los próximos días.

Ricardo Delgado, economista y director de Analytica, aseguró que el aumento de los combustibles tendrá impacto en el Indice de Precios al Consumidor (IPC). La magnitud va a estar condicionada por la duración de la contienda y la consolidación o no de esos valores del petróleo.

Por su parte, Javier Timerman, economista y analista financiero, señaló: “En el corto plazo, el impacto local se canalizará principalmente a través de los precios y la inflación. Todo apunta a mayores presiones derivadas del encarecimiento del crudo. La capacidad de las refinerías locales para absorber precios internacionales más altos es muy limitada. De hecho, la baja del 4% registrada a principios de mayo ya fue más que compensada por el aumento del 5% en los combustibles del viernes pasado”.

“Diría que el escenario para el IPC se dificulta respecto a lo que hoy descuenta el mercado. Las expectativas actuales – 1,7%, 1,5% y 1,4% para junio, julio y agosto respectivamente- parecen excesivamente optimistas”, añadió.

Por otro lado, la persistencia del conflicto en Medio Oriente y un eventual cierre prolongado del estrecho de Ormuz implicarán impulsos inflacionarios adicionales para EE.UU y otras economías desarrolladas. Esto podría traducirse en un menor margen para que la FED recorte tasas, e incluso en una mayor presión sobre las tasas largas, complicando aún más el escenario para el equity global.

Timerman recordó que la guerra de Irak empezó en el 2003 y se pensó que terminaba en dos días pero terminó prolongándose por siete años. “Hoy es incierto cómo evolucionará la intervención de Estados Unidos. Lo que sí está claro es que, cuanto más tarde en resolverse esta situación, mayor será la presión sobre los mercados, crecerá el riesgo político y se reducirá la capacidad de países como la Argentina —que necesita atraer capitales— para regresar al financiamiento internacional». Esto se agrava debido a que el 9 de julio vence el plazo que dio Trump para los acuerdos comerciales tras la imposición de aranceles recíprocos.

En la misma línea, Mariano Kestelboim, economista, docente e investigador; apuntó que los principales impactos serán: incremento del precio del petróleo, mayor aversión al riesgo por parte de inversores, lo cual aumentará el riesgo país y generará mayores dificultades de acceso al crédito para empresas; y depreciaciones de las monedas de los países de la región. ”Todo ello ralentizará el crecimiento y posiblemente dificultará la baja de la inflación», consideró.

Respecto a las herramientas que tiene el Gobierno de Javier Milei para morigerar los efectos negativos, Delgado aseguró que hay pocos dólares pero muchos pesos guardados, permitiendo aliviar la situación, por ejemplo, vía prórroga del recorte temporal de retenciones al campo que vence a fin de junio.

El objetivo es, en un marco de pocas reservas, incentivar el ingreso de divisas, dado que este contexto internacional hace bastante más complejo que la Argentina vuelva a emitir hard dollar y fortalezca las arcas del Central por ese lado.

En tanto, Kestelboim afirmó: “El Gobierno tendrá que negociar con las empresas petroleras y energéticas que los aumentos de precios de combustibles sean lo más moderados posibles y facilitar el crédito para las empresas, especialmente pymes. También deberá procurar una mayor asistencia vía subsidios a las tarifas de los sectores de menores ingresos y liberar las negociaciones salariales”.

Impacto político

El politólogo Fabián Calle explicó que el curso del conflicto va a depender de la decisión y la capacidad de Irán de mantener el conflicto a nivel bilateral con Israel, de concentrar sus ataques allí sin afectar bases o personal norteamericano.

Pero si eso finalmente sucede o el régimen iraní decide interrumpir el flujo petrolero en el estrecho de Ormuz, Trump va a tener la opción de seguir atacando. Netanyahu necesitaría que EE.UU no se limite a destruir las instalaciones nucleares como ya hizo.

A su vez, la administración Trump se debate entre la demanda de gran parte de su electorado y dirigentes, que no quieren repetir el fracaso de las expediciones en Medio Oriente de Bush, Obama y otros; y aquellos sectores ligados al lobby israelí.

Sobre los coletazos que puede recibir Argentina en caso de que el régimen iraní abra el foco a los intereses norteamericanos, Calle sostuvo que el país queda expuesto a atentados terroristas, como ya ocurrió en los 90′. El alineamiento automático del Gobierno con Israel y EE.UU, a diferencia del resto de la región, eleva el riesgo de ser un blanco en América Latina.

FUENTE: INFOBAE



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *