Icónica fábrica de termos pasó de 200 a 70 empleados e importará el 60% de sus productos

La fábrica de termos Lumilagro anunció que importará el 60% de sus productos de China. La decisión se debe a la apertura de importaciones y la caída de ventas. Hubo fuerte reducción de personal, ya que aplicó un plan de retiros voluntarios.

Pocos días después de que el Gobierno nacional decidiera levantar los aranceles antidumping a la importación de termos y recipientes isotérmicos provenientes de China -medida que estuvo vigente desde 2001-, la reconocida fábrica argentina de termos Lumilagro anunció un giro estratégico: comenzará a importar buena parte de su línea de productos desde el país asiático.

La empresa argumentó que esta decisión responde a una combinación de factores que golpearon fuertemente a la industria nacional: la caída de la producción local, el avance del contrabando y, recientemente, la eliminación de los aranceles que protegían la fabricación nacional. Frente a ese escenario adverso, la compañía resolvió adoptar un esquema que permita su sostenibilidad en un mercado cada vez más exigente y desregulado.

El gerente comercial, Carlos Bender, confirmó que el 60% de los termos serán importados desde Asia, aunque bajo el diseño y control de calidad propios de la empresa. El restante 40% continuará fabricándose en Argentina, conservando los modelos clásicos con ampolla de vidrio y una limitada línea de acero inoxidable.

“Esto es re-adaptarse o morir”, explicó Bender, quien también adelantó que ya tienen personal supervisando la producción en China y que el primer embarque está por llegar.

Reducción de personal

Este cambio de rumbo estratégico vino acompañado por una drástica reducción de personal en la planta local. Según informó la empresa, se pasó de 200 empleados a poco más de 70, a través de un plan de retiros voluntarios. La decisión no fue sencilla, pero según explicaron desde la compañía, era necesaria para garantizar la viabilidad del negocio.

Otro de los factores clave que precipitó esta decisión fue el impacto del contrabando en las ventas internas. A pesar de no contar con una cultura matera, Bolivia ingresó más de cuatro millones de termos de acero inoxidable procedentes de China, a precios irrisorios. Buena parte de estos productos terminaron reingresando ilegalmente al mercado argentino, afectando la competitividad de la producción nacional.

Bender cuestionó la falta de controles fronterizos y los recientes cambios en el sistema de estampillado, que dificultan al consumidor distinguir entre productos legales e ilegales. Esta situación, sumada a la liberalización de las importaciones, configura un escenario muy adverso para los fabricantes locales.

Caída del sector y un mercado dominado por importaciones

Según datos de la Comisión Nacional de Comercio Exterior (CNCE), el desempeño de la industria de termos ha sido muy débil incluso bajo protección arancelaria. Entre 2021 y 2024, la producción cayó un 26,5%, las ventas internas un 32% y el empleo un 31%, mientras que la utilización de la capacidad instalada se desplomó al 21%.

Ante este panorama, Lumilagro asegura que su nuevo esquema mixto busca sostener el liderazgo de la marca sin renunciar por completo a la producción nacional. “La idea no es abandonar el país, sino adaptarse a un mercado donde el ingreso de productos importados y la falta de reglas claras obligan a rediseñar estrategias”, indicaron desde la firma.

El desafío ahora será mantener la identidad y calidad de la marca, en un contexto en el que la competencia por precio gana terreno y la presencia de productos asiáticos a bajo costo continúa en ascenso. Aún así, Lumilagro aspira a seguir siendo parte del hogar de los argentinos, incluso en un escenario económico y comercial en constante transformación.

Fuente:  Con información de Noticias Argentinas



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