El salto en el precio de los commodities podría significar un ingreso de divisas al país de 7.000 millones de dólares por encima de lo previsto. Estiman que el Gobierno recibirá 1.800 millones de dólares extra por retenciones.
El precio de la soja
no paró de crecer desde mediados de 2019 y ya superó en el mercado de
referencia internacional de Chicago los 500 dólares por tonelada, el mayor
precio desde 2014.
Con estos números, sumados a los precios del maíz y del trigo y manteniéndose
las estimaciones actuales de producción podrían ingresar divisas en
concepto de exportaciones por casi USD 35.300 millones en la campaña 2020/21,
casi USD 7.000 millones más que lo proyectado en octubre del año pasado,
según cálculos de la consultora AZ Group.
Estas proyecciones se realizan en base a los precios actuales y las previsiones
de cosecha que existen hoy. Cualquier cambio en estos dos factores alteraría el
número presentado, como así también un cambio en la política de exportación del
país, por ejemplo. Hecha esta salvedad, el Director y cofundador de la
consultora, Sebastián Salvaro, estima que las exportaciones podrían llegar a
los USD 35.294 millones, unos USD 6.882 millones más que lo proyectado hace
tres meses atrás.
Esta nueva previsión se dio por el salto de los precios internacionales que se
vieron reflejados en nuestros puertos. Por ejemplo, en el caso de la harina de
soja, principal producto de exportación, el incremento fue de USD 383 en
octubre a USD 475 en la actualidad, mientras que en el maíz el aumento fue de
USD 193 a USD 237.
De mantenerse la
proyección de producción en 153,2 millones de tonelada entre maíz, trigo, soja
y sus derivados y de saldo exportable en 87,5 millones de toneladas, podría
darse ese incremento exponencial en las exportaciones, cuestión que también se
vería reflejada en la recaudación del Estado en concepto de retenciones,
las cuales pasarían de USD 7.201 a USD 9.059 millones, arrojando una diferencia
de USD 1.858 millones.
Para Salvaro hay una serie de fundamentos que permiten explicar este salto
sostenido en los precios. Por un lado, están los fundamentos externos al
mercado de commodities, como la alta emisión monetaria a nivel mundial por la
pandemia de coronavirus que llevó a que «muchos de esos flujos (de dinero)
fueron a buscar refugio y entraron en las commodities agrícolas».
En cuanto a los fundamentos internos, sobresalen la fuerte demanda de China de
granos en un contexto de oferta limitada, que en el caso de soja, se ve
reducida casi con exclusividad a Estados Unidos, pero también a qué sucederá
con la cosecha sudamericana. «¿La pregunta que tiene el mercado es de
cuánto va a ser la producción de soja y maíz en Argentina y Brasil? En función
de eso los mercados vienen operando de una manera que nunca se vio en la
historia, con posiciones de fondos de inversión rompiendo récords»,
finalizó.
Otras estimaciones
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) realizó sus mediciones solo
para el complejo oleaginoso, que fue donde más se movieron los precios. Según
sus cálculos, a los que accedió este medio, las exportaciones de soja y sus
derivados podrían alcanzar los USD 22.303 millones, USD 2.545 millones más que
lo proyectado hace un mes y USD 7.722 millones que lo exportado en la campaña
2019/20.
Para el analista de la BCR, Federico Di Yenno, «los granos en general
mantienen subas por stocks más ajustados a nivel mundial, las compras de China
y posicionamientos de los fondos en los mercados de futuros. La soja, además,
mantiene un sendero al alza por el clima seco en Argentina sino que también se
espera que la sequía llegue a la cosecha de Brasil que comienza a paso
lento».
«Si el clima seco persiste en América del Sur se espera que los precios
mantengan el sendero alcista. Es muy probable que estos precios altos por los
granos se sigan manteniendo debido a la enorme emisión que hizo la Fed y otros
países. Al debilitarse el precio del dólar los precios de las materias primas
tienden a subir», concluyó.
Por último, el responsable del Departamento de Análisis de Mercados de la
corredora Grassi S.A., Ariel Tejera, sostuvo que «existen un conjunto de
fuerzas operando en el mercado, las cuales, combinadas, han llevado la soja a
valores máximos de seis años. Por una parte, estos movimientos se dan en un
contexto dominado por un dólar que, día a día, cede terreno frente a sus pares.
En particular, se destaca la marcada apreciación del yuan. Uno de los
interrogantes, en este punto, lo constituye la posibilidad de que esta
tendencia se acentúe o no, con el rumbo que tome la nueva Administración en
Estados Unidos».
«Por otra parte, en el plano fundamental, el escenario se muestra muy ajustado
hacia adelante para la soja. China ha estado mostrando gran apetito y apunta a
concretar un volumen récord de importaciones. En Estados Unidos, atípicamente
para esta época del año, ya se comprometió casi la totalidad del programa
exportador estimado por el USDA, y se espera cerrar el ciclo con el nivel más
bajo de stocks desde 2013/14. El panorama se completa los aportes de Brasil y
Argentina, los cuales resultarán claves, contando con muy poco margen para
fallar. Hay mucha firmeza en los mercados, habrá que ver qué nos propone
Sudamérica», concluyó.
El avance de la campaña
Como ya se dijo antes, estas proyecciones están sujetas a cambios de precios
(una constante en los mercados) y a que se mantenga la actual estimación de
producción y este último ítem se presenta como uno de los más inciertos hasta
el momento. Cabe recordar que la Argentina viene de una fuerte sequía que
afectó principalmente al trigo y que en la actualidad se encuentra afrontando
el fenómeno climático de La Niña, que suele traer menores lluvias respecto al
promedio histórico. Bajo este difícil contexto se está llevando a cabo la
siembra de soja y maíz.
Según el último
informe de seguimiento de cultivos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires
(BCBA), la siembra de soja se encamina a su tramo final. Al 30 de diciembre el
avance de siembra se elevaba al 87,5% luego de incorporar casi 1,8 millones de
hectáreas durante la última semana, teniendo a favor algunas lluvias que se
dieron durante la semana pasada, en especial en el norte del país, que
permitieron acelerar los trabajos. Sin embargo, sobre el centro algunos lotes
presentan «retrasos en su desarrollo» por una limitada oferta hídrica
y un retraso en la siembra producto de esto. Se espera que la siembra culmine
con 17,2 millones de hectáreas.
Además, la incorporación de lotes de maíz con destino grano comercial se
concentró en el centro del área agrícola. «Las lluvias que se han
relevado, atenúan el deterioro en la condición de los cultivos y la condición
hídrica en parte del país. Ya se logró sembrar el 74,8 % de las 6.300.000
hectáreas estimadas para la actual campaña, 200.000 hectáreas menos que las
sembradas el ciclo previo», concluyó la entidad.
Fuente: Infobae