Calisa espera tener lista la primera etapa de su nueva planta durante el último trimestre de 2023. Planea enfocarse en productos elaborados y de exportación.
Dentro de la industria avícola, el Grupo Motta aparece en el top ten de los jugadores más relevantes. Y ahora buscan escalar posiciones con un proyecto con el que esperan ampliar en un 400% su capacidad de faena de pollos. Se trata de Calisa 2, una planta procesadora para la cual invertirán u$s 25 millones en su etapa inicial.
«Lo más relevante de nuestro proyecto es que estratégicamente está pensado en darle mayor valor agregado a nuestros productos de carne aviar y al mismo tiempo fortalecer nuestra presencia en los mercados externos», señaló Augusto Motta, CEO de Calisa (Complejo Alimentario SA). Esta compañía fue fundada por el holding en el 2000. En tanto, Cabaña Avícola Feller, el proyecto creado en 1958 por el fundador del grupo, Héctor Motta, se enfoca en la crianza de aves para postura.
La nueva unidad, que estará ubicada en la localidad entrerriana de General Racedo, comenzará a funcionar para el último trimestre de 2023. Durante esta primera etapa operará a un 60% de su capacidad y le permitirá a la firma elevar su faena de 7000 aves por hora a 9000 a lo largo de los primeros tres años. Luego, apuntó el ejecutivo, se espera quintuplicar la faena anual que actualmente es de 22 millones de aves.
En su otra planta, Calisa 1 produce pollo entero, trozado y productos elaborados, como Nuggets, hamburguesas, medallones y fingers. Un 85% de su producción se destina a los distribuidores, mientras que el resto se reparte entre clientes corporativos (10%), retailers (4%) y segmento HoReCa (1%). «Calisa 2 nos va a permitir nutrir de mayor materia prima a nuestra planta de food service y para ello estamos diagramando el master plan de inversión pensando en generar una mayor oferta de elaborados», detalló.
Congelados, en alza
El negocio de congelados de la empresa de la familia Motta vivió un gran crecimiento este año. Durante el primer semestre de 2022, señalaron, exhibió un aumento interanual del 36% en volumen y ya equiparó los volúmenes totales del 2019. El año pasado este segmento había tenido un alza del 18% versus 2019.
«Nuestro rubro de la proteína aviar es favorecido por la brecha de precio con la proteína vacuna. El aumento de precios y la depreciación del salario nos han beneficiado por ser una proteína más económica», aseguró Motta. Según el último reporte de precios del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en 2021 un kilo de asado costaba lo mismo que 3,66 kilos de pollo fresco, mientras que este año la brecha se redujo a 3,14 kilos.
El mix de Calisa, explicó Motta, está puesto en un 40% en el mercado interno. «Dependiendo del tipo de cambio y las situaciones, este procentaje va mutando de mercado interno a comercio exterior», agregó. No obstante, en los primeros seis meses del año el retail pasó a ocupar un 8% de su producción. Y al respecto, el directivo aseguró: «Prevemos culminar el ejercicio manteniendo este porcentaje y proyectando, junto a inversiones productivas, la incorporación de nuevas presentaciones para aumentar el share».
En 2019, la empresa abrió el mercado canadiense para la carne de pollo argentino tras más de diez años de gestión con un primer embarque de alitas congeladas. Otros de sus clientes en el exterior son la Unión Europea y China.