El Presidente participó mediante un mensaje grabado del evento organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y aseguró que «la acción climática debe alinearse con un desarrollo sostenible en todas sus dimensiones».
El presidente Alberto Fernández participó, mediante un mensaje pregrabado, del evento «Ambition from the Frontlines: Recognising Champions with UNDP’s Climate Promise», donde aseguró que «la acción climática debe alinearse con un desarrollo sostenible en todas sus dimensiones».
La intervención del jefe de Estado se enmarca en una actividad realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en conjunto con la oficina ejecutiva del Secretario General, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en el contexto del foro mundial COP26, que finaliza el 12 de este mes en la ciudad escocesa de Glasgow.
«En esta triple crisis ambiental, social y económica que estamos atravesando se han expuesto y manifestado todas y cada una de las debilidades estructurales de nuestro modelo de desarrollo», explicó el mandatario durante su alocución, y añadió: «Nuestro compromiso y convicción en pos de la ambición creciente y la acción transformadora es total».
El Presidente puntualizó que, en el alineamiento con las metas de cuidado del medio ambiente, «Argentina ha reafirmado y reforzado su compromiso con el Acuerdo de París», al tiempo que detalló que en diciembre de 2020 se presentó la Segunda Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) que estipula el objetivo de limitar las emisiones de gas de efecto invernadero a un nivel 25,7 por ciento inferior al comprometido en 2016.
Asimismo, informó que Argentina ha diseñado un marco legal para garantizar la erradicación de la deforestación ilegal, promovido la adopción de tecnologías de punta para la reducción de emisiones de metano, e impulsado el hidrógeno como nuevo vector energético para el país.
«Pero deseo enfatizar que nada de lo anterior será posible, si no atendemos a la espada de Damocles de la inequidad global: la reconfiguración de la arquitectura financiera internacional», destacó el mandatario y reflexionó: «Resulta francamente penoso que en 10 años no se haya podido concretar el compromiso de proporcionar 100.000 millones de dólares a los países en desarrollo para desplegar acciones contra el cambio climático».
En esa línea, definió la importancia de «impulsar sistemas de financiamiento sostenibles que promuevan mecanismos de pago por servicios ecosistémicos para asegurar la conservación y restauración de nuestros ecosistemas», al tiempo que instó a la creación de «un gran pacto de solidaridad ambiental que tenga a los países de ingresos medios y bajos en su centro, implica la emisión y reasignación voluntaria de los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional».