“Es la primera vez que nos toca vivir algo así en Larroque y no queremos que se vuelva a repetir, por eso pedimos justicia”, aseguró la tía de la víctima, quien encabezó la marcha tras la muerte de Alexander Reverdito.
Los vecinos de Larroque clamaron justicia por Alexander Reverdito, el adolescente de 17 años que falleció este lunes por la noche tras haber sufrido una brutal golpiza durante el primer día del año en esa localidad del departamento Gualeguaychú.
“Queremos que seamos más para acompañar a los familiares porque para todos es un momento triste. Es la primera vez que nos toca vivir algo así en Larroque y no queremos que se vuelva a repetir, por eso pedimos justicia”, aseguró la tía de la víctima, quien encabezó la marcha en reclamo de justicia.
La movilización se concentró a las 20 en Parque de la Estación, transitó las calles de la localidad hasta la comisaría de Larroque. Una gran cantidad de vecinos, amigos y allegados a Reverdito sumaron al pedido de justicia por el crimen.
Se recordará que por el homicidio permanece detenido Conrado González, de 22 años. La fiscal que investiga el caso, Natalia Bartolo, confirmó que la víctima, fue atacada con golpes de puños y patadas y dio cuenta del motivo que podría haber desencadenado la agresión.
Al respecto, la entrevistada aseguró que la muerte de Reverdito no se dio en el contexto de una pelea “porque para eso deben estar de acuerdo dos personas, y sabemos que Alexander en ningún momento quiso pelear porque le pedía por favor que se dejara de joder”. “Ellos no eran amigos porque un amigo no haría eso”, sentenció.
“Y Alexander era hemofílico, no podía recibir golpes ni cortarse, y el asesino lo sabía. Y así mismo lo golpeó salvajemente, porque los videos lo muestran”, remarcó al estimar que el agresor “lo agarró distraído y por eso lo volteó, y después lo empezó a patear en el piso”. En ese sentido, tildó de “violento” al muchacho que permanece detenido por el crimen por un episodio en el que le recriminó la falta de su billetera del interior de su auto.
Para la tía de Alexander, el adolescente “no llegó a disfrutar de la vida a pleno”. “Él trabajaba los fines de semana en el campo, con su padre, y los fines de semana se juntaba con sus amigos en Larroque”. “Nos queda el momento hermoso que él sacó en la noche del 31 en la casa de su abuela; era un joven que cuando llegaba armaba un revuelo, porque así era su forma de ser, como todo adolescente”, comentó.