Desde el oficialismo provincial admitieron que cambiarán el mensaje y que encararán una campaña “más ajustada a la realidad”. El gobernador Gustavo Bordet encabezó un acto con los candidatos durante el fin de semana.
El mensaje con el que el peronismo entrerriano intentará revertir la diferencia de 170 mil votos que le sacó Juntos en las PASO ya no apuntará a “la vida queremos”. “Vamos a trabajar con el sinceramiento, con que la situación no está bien y que hay sectores donde la mejora macroeconómica aún no llegó”, explicaron en el Frente de Todos.
Será una campaña “más ajustada a la realidad”, dejando de lado triunfalismos, reconocieron. La intención no es decir que la situación está bien, lo que no dio resultado en septiembre, pero sí marcar que el camino para la reactivación “es por acá, con la consolidación de este proyecto”, indicaron.
Aún queda un resto de optimismo: hay un objetivo de máxima que es revertir el resultado adverso, de la mano de mejoras económicas que cambien el humor social. “No es una utopía darla vuelta”, sostuvieron. Por las dudas, hay otro de mínima: mejorar el número de septiembre, que marcó el piso electoral del peronismo en su historia.
Entre Ríos pone en juego cinco lugares en la Cámara de Diputados. Una victoria le permitiría al justicialismo sumar uno a los dos que arriesga, restándoselo a Juntos. Pero si se confirma la derrota, se quedaría con lo que tiene y la oposición renovaría sus tres bancas.
A fuego lento
Pese a que el plazo para iniciar las actividades proselitistas comenzó el pasado jueves 30, en el peronismo aún no sonó la diana convocando a la lucha electoral. Tímidamente, el gobernador Gustavo Bordet hizo un acto con los candidatos el fin de semana y este lunes citó a los intendentes.
En el evento del sábado no terminó de definirse si era el gobernador de todos los entrerrianos o el presidente del PJ Entre Ríos y, a mitad de recorrido, citó a Juan Perón pero sin nombrarlo. “Nosotros no prometemos, porque un histórico líder decía que mejor que prometer es realizar y estamos haciendo obras. Obras que el Gobierno nacional ha priorizado para Entre Ríos, para este norte entrerriano”, expresó.
En el encuentro con los mandatarios locales, Bordet y los candidatos escucharon muchas quejas. Pero la catarsis fue atomizada: ninguno pudo identificar un elemento determinante para la derrota en las urnas. Enredados en las multicausalidades, no supieron hacer el foco en los problemas nacionales que impactaron en el desempeño del oficialismo en todo el territorio nacional y no solo en Entre Ríos.
Sin embargo, serán los gobernantes de las ciudades y los pueblos donde se apoyarán las expectativas del FdT. La provincia tiene más de 80 municipios desperdigados en su geografía. Y los liderazgos de cercanía están fragmentados en otras tantas partes. Ya casi no quedan caudillos regionales o departamentales.
El pedido puntual será que salgan a recorrer el territorio, a poner la cara, a listar reclamos y tratar de solucionarlos. “Cercanía con la gente, cercanía con el vecino”, remarcaron en el bunker del peronismo.
La sartén y el mango que quema
Bordet también tendrá un rol central, igual al que tuvo antes de las primarias. Volverá a recorrer cada rincón de la provincia pidiendo el voto, haciendo inauguraciones de obras y acompañando a quienes integran la lista.
Pese a que ha sido un candidato exitoso, el mandatario no ha logrado convertirse en elector ni transmitir su potencial a las listas del oficialismo, sobre todo en comicios nacionales donde la oposición (con distintas denominaciones) ha ganado seis elecciones en los últimos seis años.
La buena estrella del mandatario provincial, que entrará pronto en sus dos últimos años de mandato (fue reelecto en 2019 y no puede volver a serlo), lo acompañará incluso en caso de una nueva derrota del justicialismo.
Es que en caso de que se corrobore en las generales la tendencia de las primarias, seguirá teniendo el poder residual suficiente para tallar en la definición de su sucesión y evitará que el poder se le escurra más rápido entre los dedos. Si Enrique Cresto, quien encabeza la boleta del Frente, hubiese vencido en las primarias, el PJ tendría un nuevo liderazgo que opacaría la figura del mandatario.
Ahora el cabeza de lista está recibiendo los impactos de la derrota y retrocediendo casilleros en la carrera para la gobernación en 2023. En esa competencia también están anotados la vicegobernadora Laura Stratta y el intendente de Paraná, Adán Bahl, quien tiene un escenario despejado en la ciudad: puede buscar la reelección o colocar un delfín, hay bajo nivel de desocupación, cuenta con alto nivel de aprobación y un frente de obras en marcha importante.
Visitas
Tras la derrota en las primarias y luego de la crisis de Gabinete, el presidente Alberto Fernández apeló al contacto directo con personas y familias de escasos recursos del conurbano bonaerense. Va con un anotador donde registra planteos y pedidos, a la manera de los cahiers des doléances (cuadernos de quejas) que recogió los reclamos del pueblo francés antes de la convocatoria a los Estados Generales y que luego dieron paso a la Revolución de 1789.
Esa escena no se verá en Entre Ríos. No está previsto que el primer mandatario pise la provincia para escuchar a los vecinos de este lado del Paraná. Según indicaron en la campaña del FdT, Alberto se concentrará en la elección bonaerense.
“Las visitas nacionales no son prioridad”, explicaron en el campamento justicialista. Algo opuesto a lo que pondrá en práctica Juntos: Rogelio Frigerio se mostrará con las principales cabezas de la alianza en los próximos 40 días.
Por eso tampoco está prevista la llegada de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que no visita Entre Ríos desde la cumbre del Mercosur en 2014, ni el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien mantiene una relación estrecha de años con Cresto.
Pero como en la campaña del FdT lo que prima es la improvisación, no terminan de cerrar esa puerta. Y evalúan que si alguno se arrima, deberá definirse con claridad a qué lugares se los lleva. “El Presidente mide muy bien en Paraná” la capital provincial, donde está uno de cada tres votantes, destacan en los grupos de campaña del FdT.
Quien estuvo durante la semana pasada fue Fernando “Chino” Navarro, en su rol de secretario de Políticas Institucionales de la Jefatura de Gabinete. El hombre del Movimiento Evita se reunió con Bordet y Stratta. También con Bahl. Y luego pasó por otros lugares de Entre Ríos. Dejó como mensaje que la derrota del FdT fue por culpa de la dirigencia y no de la militancia.
En el PJ miran con recelo a los movimientos sociales. Gran parte de su composición es histórico voto peronista, que se fue con el Evita, CTEP y otros a fuerza de la gestión de ayuda social del Estado, sobre todo con el peso que adquirió el denominado “Triunvirato Cayetano” durante el paso de Carolina Stanley por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en el gobierno de Mauricio Macri.
FUENTE: infobae