Cada 5 de mayo se conmemora el “Día Internacional del Celiaco”. Esta enfermedad presenta una intolerancia permanente al gluten, el cual es la fracción proteica de 4 cereales: trigo, centeno, cebada y avena.
La celiaquía se presenta en personas que tienen predisposición genética a padecerla, se sabe que aparece con más frecuencia entre miembros de la misma familia. Además puede presentarse en cualquier momento de la vida desde la lactancia hasta la adultez avanzada.
Se manifiesta a través de diferentes síntomas y signos, según la edad:
En niños: suele presentarse “diarrea crónica” (síndrome de mala absorción), vómitos reiterados, marcada distensión abdominal, falta de masa muscular, pérdida de peso, retraso del crecimiento, escasa estatura, cabello y piel secos, descalcificación, inapetencia, mal carácter o irritabilidad, alteraciones en el esmalte dental, dislexia, autismo, hiperactividad etc.
En adolescentes: dolor abdominal, falta de ánimo, rechazo a la actividad deportiva, retraso en el ciclo menstrual y frecuentemente baja talla comparativa con los hermanos o llamativamente menor en función de lo esperado por la altura de sus padres, retraso puberal, estreñimiento, queilitis angular, aftas recurrentes, anemia ferropénica, cefaleas, etc.
En adultos: osteoporosis, fracturas, artritis, diarreas, estreñimiento, desnutrición, abortos espontáneos, hijos recién nacidos con bajo peso, impotencia, infertilidad, pérdida de peso, anemia ferropénica, caída del cabello, colon irritable, menopausia precoz, astenia, depresión.
Ocho de cada diez celíacos en Argentina no saben que tienen la enfermedad.
Afecta a una de cada 100 personas en Argentina. Entre el 0,6% y el 2% de la población mundial padece celiaquía, y en el 60% de los casos, son mujeres.
La fecha fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud para concientizar respecto a la importancia de que la población se realice los estudios pertinentes para detectar la enfermedad.
La celiaquía es una enfermedad autoinmune producida por una reacción al gluten, proteína que está en ciertos alimentos como el trigo (y sus diferentes variedades) (T.A.C.C.).
Cuando una persona que padece esta enfermedad consume alimento con gluten su intestino se daña y se vuelve incapaz de absorber nutrientes necesarios para mantener saludable el organismo.
En la mayoría de los casos, una persona no nace celíaca y la enfermedad puede manifestarse en cualquier momento de la vida. El diagnóstico se obtiene mediante un análisis de sangre para medir los anticuerpos al gluten y algunas proteínas que se encuentran en el intestino. Si esta prueba da positiva, es probable que se realice una biopsia del intestino delgado.
Las personas con enfermedad celíaca deben seguir una dieta sin gluten de por vida para evitar la reaparición de los síntomas y el daño intestinal. Muchos alimentos, como la carne, el pescado, las frutas, las verduras, el arroz y las papas, sin aditivos ni algunos condimentos, pueden ser ingeridos de manera natural.
La harina hecha con alimentos sin gluten, como papa, arroz, maíz, soja, nueces, mandioca, amaranto, quinoa o trigo sarraceno, son seguras para comer.