En la Justicia afirman que la medida cautelar se cumple en la gran mayoría de los casos, sobre todo en aquellas personas que han estado antes en la cárcel.
La prisión preventiva domiciliaria ha crecido en los últimos años en la provincia como medida cautelar alternativa a la cárcel. En la Justicia se ha considerado que, teniendo en cuenta que el imputado de un delito aún es inocente, la privación de su libertad en una vivienda con un familiar, en muchos casos alcanza para el objetivo central, que es proteger las pruebas y testimonios de la investigación que deberán presentarse en un juicio. De paso, no se sobrecargan las cárceles, que ya se encuentran sobrepobladas.
Las tobilleras electrónicas han profundizado esta tendencia, ya que (sin total garantía) permiten asegurar más el proceso judicial. Las cifras de las domiciliarias otorgadas por los juzgados de Garantías de Paraná revelan que hoy la mayoría de los acusados por diversos delitos con prisión preventiva, están encerrados pero en una vivienda. Y muchas veces estas medidas son dictadas con acuerdo previo entre el Ministerio Público Fiscal y la defensa. Fuentes judiciales sostienen que la prisión domiciliaria se cumple en la gran mayoría de los casos, sobre todo en aquellas personas que han estado previamente en la cárcel.
Aunque también reconocen aquello que cada tanto se conoce públicamente: que detenidos en esa condición evaden el domicilio, lo que instala la sospecha de que tal medida cautelar no sirve. En Tribunales indicaron a UNO que del total de personas imputadas y con prisión preventiva en la jurisdicción Paraná (son menos de un centenar), aproximadamente un 65% de ellas están bajo arresto domiciliario. El resto (un 35%, siempre estimativo) se encuentran alojadas en la Unidad Penal N° 1, principalmente, o en otras cárceles de la provincia cuando esto se determine por razones de seguridad y convivencia.
La revocación de la domiciliaria se ha dictado en pocos casos a aquellas personas que no cumplen con la prohibición a salir de la vivienda (al menos cuando esto se ha comprobado), en comparación con las personas que sí acatan la orden judicial. Para dictar la domiciliaria, el juez o la jueza de Garantías toma en cuenta varias cuestiones del imputado, como el arraigo familiar o su actividad laboral (lógicamente la distancia a la casa de la víctima del hecho investigado). Además, como se observa en las audiencias públicas por estos motivos, una condición fundamental es que una persona ponga su firma en un acta de compromiso como garante de que la medida se va a cumplir. En general, es un familiar directo que vive en la casa en la cual va a vivir el acusado, quien quedará como responsable de que el mismo no la abandone.
Esta persona generalmente presencia la audiencia y también recibe la advertencia del juez o la jueza acerca de las consecuencias de una evasión del domicilio. De aquel 65% que se encuentra con domiciliaria, más o menos la mitad está con tobillera electrónica. Desde el Servicio Penitenciario informaron a UNO que, hasta ayer, eran alrededor de 30 las personas con prisión preventiva que tienen colocado el sistema de control que permite detectar, a través de una alarma en el Centro de Monitoreo, si se exceden del perímetro indicado.
En Paraná, en total hay 37 internos con tobilleras, de los cuales el 25% son condenados y el 75% están detenidos preventivamente. En la provincia, son 85 los presos con domiciliaria controlados por este mismo sistema a cargo del Servicio Penitenciario provincial. Para los que no tienen tobilleras, el control resulta más laxo, ya que queda a cargo de la Policía. Una vez que se dicta la domiciliaria, según se informó en la Justicia, se envía un oficio a la comisaría de la jurisdicción en la cual se cumplirá la medida cautelar para informar a la autoridad correspondiente, y se ordena el control. Este, según lo indicado, consiste en la constatación de la presencia del detenido en la casa. Un policía debe pasar, en días y horarios aleatorios, por la casa señalada. La preventiva en la cárcel En la cárcel de Paraná hay unos 921 detenidos (al menos hasta el martes).
La cifra ha crecido bruscamente en los últimos cinco años, desde la implementación del nuevo Código Procesal Penal. Y aunque se han construido nuevos pabellones, la infraestructura para ampliar la capacidad de internos no ha ido al compás de aquel incremento. Del total de presos, 140 están con prisión preventiva. Es decir, con causas en trámite, no condenados. De estos, 84 son personas que están a disposición de la Justicia Federal y 56 del fuero local. A nivel provincial, el panorama es similar: de 2.604 internos, 467 están con prisión preventiva, de los cuales 307 dependen de causas tramitadas en dos juzgados federales (el de Paraná y el de Concepción del Uruguay) y 160 a juzgados de Garantías de los 17 departamentos de la provincia.
LA PREVENTIVA EN LA CÁRCEL
En la cárcel de Paraná hay unos 921 detenidos (al menos hasta el martes). La cifra ha crecido bruscamente en los últimos cinco años, desde la implementación del nuevo Código Procesal Penal. Y aunque se han construido nuevos pabellones, la infraestructura para ampliar la capacidad de internos no ha ido al compás de aquel incremento. Del total de presos, 140 están con prisión preventiva. Es decir, con causas en trámite, no condenados. De estos, 84 son personas que están a disposición de la Justicia Federal y 56 del fuero local. A nivel provincial, el panorama es similar: de 2.604 internos, 467 están con prisión preventiva, de los cuales 307 dependen de causas tramitadas en dos juzgados federales (el de Paraná y el de Concepción del Uruguay) y 160 a juzgados de Garantías de los 17 departamentos de la provincia.
CASOS EN LOS QUE SE VULNERÓ LA DOMICILIARIA
Algunos casos en los que se ha detectado la violación del arresto domiciliario han sido muy conocidos y llamativos, y otros no tanto.
A veces se han revocado tales medidas al constatarse que el imputado estaba en otro lugar, como protagonista de un hecho gravísimo, como el caso de Oscar Siboldi, quien estaba acusado por un homicidio, con prisión domiciliaria sin tobillera, y asesinó a tres personas fuera de la vivienda fijada para cumplir la cautelar, en su casa-bar ubicada a la vuelta, en Bajada Grande. De ese mismo hecho fue testigo otro joven que se encontraba tomando una cerveza en vez de estar en su casa del barrio Paraná XVI.
También fue muy resonante el caso de dos cordobeses que estaban con preventiva y con tobillera, en un departamento el barrio CGT de Paraná que alquilaron para tal fin. Una madrugada se quitaron el sistema de control electrónico y se fugaron. Dejaron las tobilleras arriba de la mesa. Un par de meses después los recapturaron en Córdoba.
Pero también hay casos no tan conocidos. Sin ir más lejos, el viernes un detenido con domiciliaria en calle Ameghino al final, de Paraná, se sacó la tobillera. Tras sonar la alarma en el centro de monitoreo, el Servicio Penitenciario avisó al 911 y el joven en 20 minutos fue localizado y detenido en la zona del volcadero. Ahora quedará preso en la cárcel, hasta el juicio.
Se indicó que cuando se rompen las trabas de las tobilleras, simplemente se cambian y las mismas pueden seguir siendo utilizadas. Incluso cuando rompen las mallas, se trata de un accesorio que también es fácilmente reemplazado.
FUENTE: Diario Uno