En Aranguren lavan máquinas fumigadoras de forma ilegal

Restos de un líquido color azul intenso en la cuneta de calle Echagüe, en pleno centro de Villa Aranguren, en el departamento Nogoyá, alertó a vecinos preocupados por el derrame.

Resultó que el origen del extraño vertido eran los restos del lavado de una máquina agrícola que estaba siendo limpiada de agrotóxicos. Desde el Grupo Ambiental Nogoyasero solicitaron a las autoridades el cumplimiento de la ordenanza municipal Nº 686/19 que prohíbe estos vehículos en el área urbanizada. De acuerdo a testimonios brindados a ERA Verde, este tipo prácticas ilegales son habituales en esta localidad.

El hecho se produjo el pasado 20 de enero, cuando pobladores de Villa Aranguren, en el departamento Nogoyá, advirtieron la presencia de un líquido azul corría por las alcantarillas de calle Echagüe, a unos a 50 metros de la escuela Secundaria y a 100 metros de la escuela Primaria. Siguiendo el rastro de dónde provenía el vertido llegaron a un galpón frente al Complejo Deportivo Municipal Aranguren, ubicado en la mencionada arteria, entre Laurencena y Uquiza, donde unos obreros estaban limpiando una maquinaria agrícola. Al preguntar sobre el tipo de substancia que estaban arrojando, señalaron que era un “cura semillas”, que no debían preocuparse. Que en ese lugar guardaban los vehículos y que de vez en cuando antes de ingresarlos, “le pegan una manguereada”. El mencionado “cura semillas”, se estima es un fungicida que entra en la amplia variedad de agroquímicos que se aplican dentro del paquete tecnológico para el cultivo agrícola extensivo en base a transgénicos.

 Ante esta situación, desde el Grupo Ambiental Nogoyasero se hizo un llamado de atención a las autoridades ya que de hecho viola las regulaciones vigentes. Por ordenanza en Aranguren estos vehículos “no pueden circular por el área urbanizada”, según señala en su artículo 5º la ordenanza Nº 686/19 y tampoco se pueden estar “los lugres de estacionamiento, garajes y/o talleres de mantenimiento y reparación de los equipos de aplicación” que deben “instalarse fuera del área urbanizada”, dice el artículo Nº 8.

REALIDADES PARALELAS

La situación provocada por el lixiviado de líquido azul por restos de químicos en las calles de Aranguren “no escapa a mucha de las realidades de los pueblos entrerrianos”, señaló a ERA Verde un vecino de la ciudad, quien sostuvo que estas cuestiones resultan “un tema complicado” ya que los encargados de la cooperativa agrícola con sede en el pueblo son “amos y señores” porque la empresa brinda puestos de trabajo a gran parte de la población. Entonces esto hace “se produzcan arbitrariedades” como parte de las actividades que realiza. Tan es así que incluso prestadores de servicios agrícolas, como propietarios de mosquitos fumigadores, “estacionan en pleno centro de la ciudad” la maquinaria con total impunidad.

 “La posibilidad de denuncia por parte de los vecinos, como todos podemos imaginarnos, es prácticamente nula”, señalaron desde la Asociación por la Justicia Ambiental (AJAM). La organización también alerto sobre los que sucede en esta localidad de alrededor de 3.000 habitantes del Departamento de Nogoyá. “Nació en torno a una estación de tren desde donde se transportaba la producción agropecuaria. Aranguren fue y es un pueblito que vive de la actividad agrícola; lo que pasa es que los tiempos cambian y mucho! La vida en el campo hoy acarrea enormes riesgos y visibiliza grandes desigualdades. Para el que ‘quiera verlo’ o ‘pueda verlo’”, apuntaron en una publicación en donde difundieron el hecho en redes sociales.

“En Aranguren y en Entre Ríos las multinacionales de la agroindustria mandan, luego podremos discutir si la agroindustria produce comida, trabajo, progreso… o tal vez solo comodities, devastación ambiental, contaminación de agua y aire y muchos procesos oncológicos de los habitantes de estos pequeños enclaves agrícolas. También deberíamos discutir, si pueden convivir producciones en base a biocidas  en el mismo territorio donde hay familias, donde crecen nuestros gurisitos…”, lanzaron desde AJAM.

Y se preguntaron “¿Otro modelo agrícola es posible? Lo que no cabe duda es que otro manera de producir es necesaria y urgente, una que incluya a la población que la trabaja y la sostiene”.

FUENTE: Era Verde



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *