El pontífice declaró tras la oración del Ángelus desde la plaza de San Pedro del Vaticano, tras una nueva ofensiva sorpresa en Israel.
El papa Francisco pidió hoy que «cesen los ataques» en Israel y afirmó que «el terrorismo y la guerra no llevan a ninguna solución». «Sigo con aprehensión y dolor lo que está ocurriendo en Israel», declaró tras la oración del Ángelus desde la plaza de San Pedro del Vaticano. «Traslado mi cercanía a las familias de las víctimas», prosiguió, informó la agencia de noticias AFP.
«Que cesen los ataques y las armas, les pido por favor», dijo a los fieles congregados. «El terrorismo y la guerra no llevan a ninguna solución, sólo a la muerte y el sufrimiento de tantos inocentes», aseguró.
«La guerra es una derrota. Toda guerra es una derrota. Recemos para que haya paz en Israel y en Palestina», dijo el Papa.
El pontífice se abstuvo de hacer una referencia específica a la Franja de Gaza o al grupo palestino Hamas, que ayer por la madrugada lanzó una ofensiva sorpresa en Israel que ha dejado cientos de muertos en ambos bandos.
La ofensiva de Hamás mina negociación entre Arabia Saudita e Israel
La sorpresiva ofensiva de Hamás contra Israel desvió violentamente la atención global hacia los palestinos, y asestó un duro golpe al avance en las negociaciones para un acuerdo entre Israel y Arabia Saudita que impulsa Estados Unidos.
Los combatientes del grupo que gobierna la Franja de Gaza, un enclave sobrepoblado, empobrecido y que vive bajo un bloqueo, lanzaron el sábado miles de cohetes e infiltraron a milicianos en Israel, casi 50 años después del ataque de varios Estados árabes contra Israel durante la festividad judía del Yom Kippur (Día del Perdón).
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que el país está «en guerra». Apenas unas semanas antes Netanyahu había dejado de lado la cuestión palestina en su discurso ante Naciones Unidas afirmando que la normalización en 2020 de las relaciones con tres naciones árabes gracias a los llamados Acuerdos de Abraham anunciaba «una nueva era de paz».
Además insinuó que su país estaba a punto de lograr un logro mayor: su reconocimiento por parte de Arabia Saudita, guardiana de los dos lugares más sagrados del islam.
El presidente estadounidense, Joe Biden, que aspira a obtener una gran victoria diplomática antes de las elecciones estadounidenses del próximo año, presiona para que ese acuerdo se concrete.
Se esperan más conversaciones entre las partes en las próximas semanas, a pesar del escepticismo de algunos de los correligionarios demócratas de Biden sobre las garantías de seguridad ofrecidas por el reino saudita.