El municipio de Enrique Carbó recuerda y participa de “La noche de los Lápices” (46° aniversario)

Cada 16 de septiembre conmemoramos “la noche de los lápices”, un hecho “insignia” que representa la época más oscura de nuestra historia, convirtiéndose en uno de los símbolos de lucha contra la Dictadura. ¿Por qué se convierte en un hecho tan significativo?

En primer lugar, porque es un hecho que conmovió a toda la sociedad argentina, al tratarse de un acontecimiento que involucraba a jóvenes estudiantes de entre 17 (en su mayoría) y 18 años, de la localidad de La Plata, Buenos Aires. Estos jóvenes participaban activamente de la “Unión de Estudiantes Secundarios”, que agrupaba a representantes de los Centros de Estudiantes de las escuelas secundarias. Obviamente estos organismos estudiantiles promovían el pensamiento crítico, ideales sociales y políticos, lecturas académicas y una postura firme con un programa de reclamos y reivindicaciones, que hacíarente al gobierno de facto (el cual ya había puesto en marcha un plan político y económico de ajuste extremo y austeridad).

En segundo lugar, es significativo porque, si bien la desaparición de este grupo de jóvenes estaba ligada al reclamo de la suspensión del subsidio estatal del boleto estudiantil, este acontecimiento caracteriza la época. Toda la situación se enmarca en el gobierno de facto asestado en marzo de este mismo año por las Fuerzas Armadas. Lo que quiere decir que las Junta Militar atropelló a nuestro país de la manera más feroz y rapaz; llevándose por delante todo a su paso, sin importar absolutamente nada. Atropellando a los Derechos Humanos, las garantías constitucionales y el Estado de Derecho.

La censura durante la última dictadura fue sumamente absurda y dejaba al descubierto los verdaderos intereses de la misma: la persecución política, ideológica y social. Era muy evidente que no se trataba de un “proceso de reorganización nacional” en el cual se reestablecería el “orden social” y la “estabilidad política y económica”, como ellos proclamaban. Sino que se trataba de un plan sistemático que buscaba acabar con todo tipo de movimiento intelectual y crítico, y buscaba erradicar el ideal de nacionalismo anti imperialista, reemplazándolo por un Estado neoliberal y semicolonial. Es por eso que la persecución se enfocaba principalmente en estudiantes y organizaciones sociales y  sindicales. Aunque no escatimaba recursos en detener ilegalmente, torturar y “desparecer” a cualquier ser humano que quisiera pensar libremente. Es decir, los detenidos y desaparecidos no necesariamente eran personas que representaban una amenaza para la sociedad (como siempre quisieron hacernos creer).

Por esta razón, “la noche de los lápices” es un símbolo de lucha frente a todas las violaciones cometidas por el gobierno de facto de la Junta Militar.

Por esta razón, es que los lápices tienen que seguir escribiendo.

Prof. Nicolás Juarez



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