El programa municipal prioriza como ejes fundantes el reciclaje inclusivo, la limpieza urbana, el cuidado ambiental y la participación comunitaria. La fecha se conmemora en esta jornada.
La Ordenanza Nº 9914, propuesta por los concejales Sergio Granetto y Fernanda Facello, aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante, y con la decisión política del intendente Adán Bahl de poner en marcha el programa, constituyen el puntapié para el desarrollo de esta política pública que contiene los ejes antes descriptos y también una gradualidad definida y una zonificación planteada con distintas modalidades de recolección, todo lo que da cuenta de una complejidad que necesita ser abordada con los recursos y la planificación suficientes para transitar ese camino.
En ese marco, las cooperativas y los grupos asociativos de recuperadores urbanos requieren ser visibilizados y puesto en valor su trabajo, no solo por las políticas de gobierno sino también por la comunidad que no suele reconocer en esa labor la importancia social y ambiental que involucra.
Actualmente el programa Recuperemos Valores los contiene en la difusión, recolección y clasificación de los materiales, promoviendo las articulaciones con vecinos y vecinas, instituciones y con otras áreas municipales y del legislativo local.
Además, es un programa cuya gradualidad permite fortalecer a las cooperativas y grupos asociativos y los vínculos con las áreas de gobierno, abordar las tensiones que surgen como parte del trabajo y a la vez lograr un mayor alcance en la clasificación de residuos en la ciudad, que es un desafío permanente en las políticas propuestas.
Por otra parte, el Programa incluye un eje de evaluación comunitaria que es innovador ya que obliga a la autoridad de aplicación a analizar, en conjunto con diversos actores sociales e institucionales, la marcha del programa. En función de ello, permite proponer los ajustes necesarios para la continuidad, expansión y profundización de las acciones de separación en origen como primer eslabón de la gestión integral de residuos urbanos.
Esta etapa de revisión interna se da actualmente con entrevistas y encuestas. En ese marco, la secretaria de Participación y Gestión Comunitaria, Juliama Robledo, hizo un balance y destacó que se seguirá trabajando para que más actores sociales «visualicen el valor que tiene la separación en origen, es decir, sus propias conductas comunitarias sobre este componente».
Luego explicó que ha sido «más efectiva la modalidad de recolección puerta a puerta implementada en vecinal Sáenz Peña si lo que tomamos en cuenta es el material recuperado; en comparación con el desarrollado en las vecinales del Sur que es por días en los contenedores únicos por cuadra».
Robledo advirtió también la necesidad de «seguir profundizando la comunicación en sus distintas modalidades para traccionar el cambio cultural necesario en la separación en origen, sea puerta a puerta con los vecinos y comercios, por redes y medios, con campañas barriales e involucrando a escuelas en la medida que la condición sanitaria lo permita».
Por último, remarcó que el programa requiere «reforzar las alianzas público-privadas-empresas sociales-instituciones, porque el eje Ciudad Limpia debe concretarse a la par que el cuidado ambiental y el reciclaje inclusivo» y concluyó que «los logros alcanzados en el servicio público de recolección, reconocido por vecinos y vecinas, se suman a estas nuevas metas indispensables para una comunidad sostenible y por las que se viene trabajando».
La etapa de evaluación comunitaria se completará con encuentros intersectoriales que, en el marco de la pandemia, se podrán realizar en forma virtual. Esto facilitará la construcción de una mirada común, donde las decisiones a tomar sobre los próximos pasos del programa encuentren un análisis compartido, pero con la responsabilidad de definir nuevas acciones que profundicen el objetivo inicial.